Manifiesto de Dióscoro Rojas, líder de los "guachacas": "¿Dónde quedaremos los poetas piroperos?"

Entrevista a Dioscoro Rojas. Foto Reinaldo Ubilla

Al tipo que es injurioso sí hay que prohibirlo, pero hay piropos en el acervo popular que son verdaderos poemas. Hay uno que dice: "¿Acaso no tiene cansados los pies de tanto caminar por mis sueños?". ¿Eso es agresivo? ¡No poh, huevón!


Después de mucho tiempo, voy a dedicarme a descansar en estas Fiestas Patrias. Para mí, el 18 de septiembre es lo máximo, más que Navidad o Año Nuevo, es el Día Nacional de los Chilenos. Nací bailando cueca. Llevo años en las fondas, pero ahora voy a ir a una casita al norte y me voy a guardar un rato.

La Yein Fonda y el Liguria han construido un discurso que no tiene nada de nacional. Estas élites que han surgido en un momento fueron progresistas, pero hoy son absolutamente conservadoras. Nosotros como guachacas tenemos un discurso que tiene que ver con los populares, los nacionales, y hemos intentado por muchos años reconstruir la chilenidad. La Yein Fonda es otra cosa.

Según algunos, soy millonario y gano mucha plata con los guachacas, pero eso es mentira. Como buen chileno, he trabajado de todo. Trabajé en la construcción, haciendo encuestas y limpiando casas. El departamento que ocupo en Santiago lo arriendo y el único bien que tengo es una casa que gané por subsidio en Lontué. No ando preocupado de hacer fondas para ganar plata.

Para la dictadura militar vi desaparecer amigos. Viví muchas cosas en esa época. Para el 11 de septiembre era militante del Mapu y cité a toda la gente del partido para tratar de hacer algo. Estuvimos tres días juntos y luego nos fuimos para la casa, porque en realidad no teníamos nada que hacer. Luego empezamos a hacer las primeras peñas.

He estado tres veces con Sebastián Piñera, le he hablado y jamás me ha respondido. Creo que tiene problemas de comunicación con las personas, como muchos otros políticos. Tiene síntomas medio extraños.

Recuerdo haber visto a Nicanor Parra y a Roberto Parra bailar charleston. Tuve la suerte de conocer de cerca a la familia Parra cuando vivieron en Conchalí. Nicanor era un huevón muy simpático. Tenía la misma sonrisa de su mamá. Siempre he pensado que no podía ser su amigo. ¿Cómo me podía relacionar con un genio? ¿Cómo un genio va a hablar contigo?

¿Dónde quedaremos los poetas piroperos? Al tipo que es injurioso sí hay que prohibirlo, pero hay piropos en el acervo popular que son verdaderos poemas. Hay uno que dice: "¿Acaso no tiene cansados los pies de tanto caminar por mis sueños?". ¿Eso es agresivo? ¡No poh, huevón!

En Lontué hicimos un club de boxeo. Me dediqué a ese deporte por una mujer que me dejó. Me gustaba el boxeo de antes. Era el arte de la defensa personal. Siempre nos acordábamos del 'Cloroformo' Valenzuela, un tipo que te tocaba y te noqueaba. Arturo Godoy era otro de nuestros ídolos.

Trabajamos para recuperar la felicidad de los populares. Hace 20 años, bailar cueca o comer porotos con longaniza era mal mirado. Nos decían los cumas, los ordinarios, los picantes. Hoy día, los chilenos tenemos más sentido de la fiesta popular. Ese es el aporte que he intentado hacer con los guachacas.

Han intentado inventar una historia sobre el rock chileno que no existe. Aparte de Los Prisioneros, ¿qué ha habido acá? El rock se caracterizaba por una estética distinta y una ética que ponía en cuestión el sistema. Eso no existió no más en Chile. Hoy día el Opus Dei es más revolucionario.

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