Jackson versus Boric

El debate por desechar el acuerdo de la Cámara de Diputados suscrito con la ex Nueva Mayoría sorprendió a los dos emblemáticos líderes del Frente Amplio en veredas opuestas. Mientras Jackson ha atizado la ruptura del pacto, Boric ha advertido que se dificultará el futuro de la oposición.


El jueves 17 -en la intensa reunión donde se discutía desconocer el acuerdo de administración de la Cámara de Diputados con la ex Nueva Mayoría- el diputado del Movimiento Autonomista (MA) Gabriel Boric sorprendió a sus compañeros de bancada del Frente Amplio (FA).

"Yo en esto no veo segundos tiempos", señaló el parlamentario del MA con tono calmado, explicando que -a su parecer- la idea de romper el pacto con la ex Nueva Mayoría -que deja fuera de la mesa de la Corporación y de las presidencias de las comisiones a diputados de Chile Vamos- no tiene un futuro político claro y que podría generar implicancias mayores. Cerró su intervención señalando que su colectividad rechazaba la idea de quitar los votos para evitar que la presidencia de la Cámara quede en manos de la DC.

El conflicto se había desatado cinco días antes, luego de que diputados del partido que dirige Fuad Chahin y del PR se sumaran a la votación del oficialismo y aprobaran el proyecto de migración presentado por el gobierno. En el Frente Amplio amenazaron con desconocer el pacto suscrito en marzo de 2018 y que pondría al diputado DC Gabriel Silber como presidente de la Cámara de Diputados a partir de marzo próximo.

La postura de Boric -advirtieron de inmediato varios de los presentes en la cita- era la contraria a la defendida por otra de las figuras emblemáticas del conglomerado, Giorgio Jackson, una situación completamente inusual, según aseguran en el Frente Amplio.

El líder natural de Revolución Democrática fue uno de los primeros en presionar por desconocer el acuerdo con la ex Nueva Mayoría. De hecho, el miércoles 16 -minutos después de la votación del proyecto de migración que desató la crisis- Jackson pidió una reunión con el presidente de la DC, Fuad Chahin.

La cita se realizó en la cafetería de la Cámara de Diputados y -de acuerdo a la versión de varios testigos- se prolongó por casi 20 minutos. En la ocasión, el parlamentario RD advirtió derechamente a Chahin respecto de la molestia que existía en el Frente Amplio por las constantes votaciones de diputados de la DC a favor del gobierno. Así, Jackson fue el primero en notificar al líder de la falange que estaba en riesgo el cumplimiento del acuerdo administrativo de la Corporación sellado por la oposición.

"Uno se enrabia y se olvida, dos veces, tres veces, pero cuando ya es un comportamiento sistemático, prefiero ser sincero y decir 'saben qué', no hay mayoría en el Congreso", señaló Jackson el domingo 20 en Reportajes, asegurando que le "costaba mucho" imaginar un escenario en el que se pudiera respetar el pacto administrativo con la oposición y, en particular, con la DC y el PR.

En la reunión del jueves 17, que congregó a los diputados, presidentes y secretarios generales de los partidos y movimientos del Frente Amplio en el Congreso para votar si se mantenía o desconocía el acuerdo opositor, fue Jackson quien abrió los fuegos.

"En estas condiciones no es posible mantener el acuerdo con la DC y eso nos lleva a reconocer que somos minoría en el Parlamento", señaló el líder de RD.

La postura de Jackson fue respaldada en las siguientes intervenciones de los máximos dirigentes del Frente Amplio, entre ellos los diputados Félix González, del Partido Ecologista Verde (PEV), y Tomás Hirsch, del Partido Humanista (PH). La sorpresa vino con la intervención de Boric que -al pedir la palabra- manifestó su postura contraria.

Una alianza sin grietas

Aunque son líderes de partidos distintos desde que debutaron al calor de las movilizaciones estudiantiles de 2011 -uno como presentante de la Feuc y el otro de la Fech-, Jackson y Boric han mantenido una complicidad a toda prueba y han coincidido -sin excepciones- en sus análisis sobre los pasos a seguir en el FA. Hasta ahora.

"Estoy de acuerdo con Giorgio Jackson cuando plantea que somos minoría en el Congreso y que debemos buscar las mayorías fuera de él. Al mismo tiempo, tengo diferencias con lo que plantea el MA respecto de no salirse del acuerdo administrativo", señala el presidente del Partido Humanista, Octavio González.

Quienes los conocen afirmaron que en las discusiones que han dividido al bloque opositor lo natural es que compartan tácticas y estrategias. Ejemplos de ello hay varios.

Uno fue entregar respaldo público a la candidatura presidencial de Alejandro Guillier en la segunda vuelta de las elecciones de 2017, cuando este enfrentó sin éxito al Mandatario Sebastián Piñera.

Cuando el Frente Amplio decidió libertad de acción a sus adherentes, Jackson y Boric anunciaron que votarían por el candidato de la Nueva Mayoría.

Otro caso es Venezuela.

Las relaciones internacionales han sido un punto de división insalvable en el Frente Amplio. Fue el diputado del MA quien en agosto de 2018, en su blog personal, llamó a condenar la situación de Venezuela, desatando la polémica entre sus compañeros de bloque. Mientras varios de estos rechazaron sus dichos, Jackson, a través de su cuenta de Twitter, le entregó su completo respaldo.

Las coincidencias políticas los han llevado al terreno de la amistad personal y -de hecho- ambos compartían departamento en Valparaíso hasta hace algunos meses. Cada vez que alguno se ve envuelto en alguna polémica -la mayoría de las veces Boric-, el otro sale en su apoyo público. También hay varios ejemplos.

A inicios de noviembre, Reportajes reveló el secreto encuentro que tuvo Boric en París con el exfrentista Ricardo Palma Salamanca, quien se encuentra condenado por el asesinato del senador UDI Jaime Guzmán. Aunque Jackson cuestionó en privado la cita del parlamentario del MA -en la que también participó la diputada Maite Orsini-, públicamente señaló que "conversar con alguien no te hace cómplice de alguna situación, como se ha querido sugerir". También salió en su defensa cuando -poco después- Boric concentraba duros cuestionamientos por haber recibido sonriente una polera en la que estaba estampada la figura del mismo Guzmán con dos balas en la frente.

Distintos puntos de vista

Conscientes de la señal política que implicará si se desconoce o refrenda el pacto administrativo con la ex Nueva Mayoría, decisión que quedó postergada para marzo, en el Frente Amplio también tensiona que Jackson y Boric estén en veredas opuestas.

El líder del MA ha optado por poner paños fríos a la polémica e instó a sus compañeros a analizar la situación con mayor calma.

Y aunque cercanos a Boric aseguran que este ha decidido tomar un rol más bien secundario en este debate, los mismos personeros sostienen que el parlamentario se ha mostrado preocupado respecto del precedente que se puede generar para el FA si no es capaz de respetar un acuerdo de palabra.

Miembros del MA explican que entre las razones del movimiento para rechazar la idea de romper con el pacto administrativo de la oposición está la dificultad de explicar públicamente las razones concretas de la división opositora . En el MA estiman que es complejo sostener que la DC y el PR tienen una postura en contra de la oposición solo porque han votado en contra de ciertos proyectos.

A ello se suma que vetar a la DC abre un escenario con consecuencias inciertas sobre la relación que se instalará con los exsocios de la falange, como el PS y el PPD.

Otra diferencia con Jackson -quien ha sostenido que un acuerdo administrativo no llega a tener un valor sustantivo- es que Boric y sus compañeros del MA asignan una importancia clave al liderazgo de la Corporación y, especialmente, de las comisiones de la Cámara de Diputados.

Según este análisis, presidir una comisión tiene una injerencia importante en la tramitación de los proyectos de ley y puede usarse como un contrapeso a los intereses de La Moneda en el Congreso.

En 2018, Jackson fue el presidente de la Comisión de Ciencia de la Cámara, mientras Boric integró las comisiones de Zonas Extremas y de Constitución. Según el acuerdo suscrito -en caso de ser ratificado-, el líder de RD no continuaría al mando de ninguna instancia y Boric presidiría Constitución en 2020.

Jackson -por su parte- ha transmitido a sus cercanos que si bien las presidencias pueden ayudar a posicionar una indicación en una comisión o marcar el ritmo de tramitación de un proyecto, nada de eso vale la pena cuando se llega a la sala y se cae dicha observación o la iniciativa por dos o tres votos, aun cuando los jefes de bancada de la oposición hayan cerrado un acuerdo de palabra respecto de cómo votar.

En esa línea, Jackson ha exhortado en privado a "no autoengañarse" y salir a explicar a la gente que simplemente no existe mayoría opositora en el Congreso.

"Como Frente Amplio hemos pedido reuniones a todos los partidos que se califican de oposición, para que tengamos una misma comprensión de lo que significa ser oposición en este gobierno y, por lo tanto, desde el Parlamento hacerle un contrapeso al mismo. Es en virtud de estas conversaciones que vamos a redefinir el acuerdo de oposición administrativo de la Cámara y, por lo tanto, no me pongo en escenarios que todavía no suceden ni se zanjan", señaló Boric al ser consultado por Reportajes sobre este tema.

Aunque las posturas distintas de los líderes del FA en esta polémica pueden llegar a ser solo tácticas, algunos temen que puedan extrapolarse a la discusión clave que se instalará en el conglomerado en los próximos meses: la política de alianzas con la ex Nueva Mayoría.

Hasta ahora, Jackson y Boric coinciden en que el Frente Amplio debe consolidar su opción de alternativa a la ex Nueva Mayoría y competir de manera solitaria en las futuras elecciones. Otros promueven la idea de organizar un "todos contra la derecha" que alinee a la totalidad de la oposición.

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