Wordle, el juego que en noviembre 2021 usaban 90 personas y hoy 3 millones: ¿El escape ideal para “lavar” nuestros cerebros de pandemia?

Foto: Reuters.

Iniciar otro año de pandemia no es fácil. Para nuestro cerebro tampoco. Por eso, el juego que gana popularidad en redes sociales llegó en el momento perfecto a entregar lo que necesitamos: novedad. El elemento que nos ayuda neurológicamente a disminuir el agobio pandémico.


Una cuadrícula de cuadrados verdes, amarillos y negros, es la imagen que más se repite en las redes sociales este verano. Si no lo conoce, le contamos que se trata de Wordle. Todo un fenómeno pandémico. El juego en línea gratuito que ofrece un nuevo rompecabezas de palabras cada día.

¿En qué consiste? En Wordle, los jugadores tienen seis intentos para adivinar una palabra objetivo de cinco letras. Cada vez que hacen una suposición, se les dice qué letras de su suposición están en la palabra y en la posición correcta (verde), y qué letras están en ella pero en una posición diferente (amarillo).

Sebastián Leyton (22 años), es uno de los usuarios de Wordle en Chile. Lo que más le agrada es su sencillez y rapidez. “Esto de que tenga un tiempo de duración o que sea una partida al día y tengas que esperar al día siguiente para la otra creo que le añade más misticismo o más dependencia al juego”, asegura.

Una muestra de afecto. Esa fue la razón detrás de la creación del popular juego de palabras que se expande por las redes sociales. Josh Wardle, un ingeniero de software de Estados Unidos, hizo el juego para Palak Shahm, su pareja, debido a la afición por este tipo de pasatiempo.

Su nombre “Wordle” se creó a partir de la unión de “Word” –que significa “palabra” en inglés– y el apellido de su creador, es decir, “Wardle”. Mientras que su objetivo es tan simple como su nombre, los jugadores tienen un día y solo seis intentos para adivinar una palabra. Además, para jugar no es necesario descargar una aplicación, sino que solo se debe ingresar a la página web desde cualquier dispositivo móvil.

Es tal su popularidad, que incluso el New York Times ofreció una cifra –que no ha sido revelada– por el videojuego, adquiriéndolo para el uso de sus clientes.

Es tal su popularidad, que incluso el New York Times ofreció una cifra –que no ha sido revelada– por el videojuego, adquiriéndolo para el uso de sus suscriptores. Foto: Reuters.

El mismo medio informó que en noviembre Wordle fue usado por 90 personas. Situación que cambió para enero 2022, cuando Wardle dijo a NPR que la aplicación tenía más de 2,7 millones de jugadores.

Aumentan a su vez los artículos que exploran la mejor palabra para usar como suposición inicial. Teorías hay muchas. Desde que sea una palabra que use tantas vocales como sea posible, o que contenga letras que aparecen con frecuencia en inglés o que posea características que ocurren regularmente en el idioma.

Furor

Es más que un simple juego. Incluso investigadores como David Sidhu del University College London, especialista en psicología experimental, han tratado de determinar la “mejor primera palabra” desde una perspectiva lingüística. En estos esfuerzos, la mejor selección se decide por la frecuencia con la que aparecen ciertas letras en el idioma inglés, o la frecuencia con la que se ubican estas letras en palabras de cinco letras.

Pero, ¿por qué tanto furor? Para Pablo Muñoz, neurocientifico de la Universidad Yale, New Haven (EE.UU.), se trata de un fenómeno interesante desde el punto de vista de la neurociencia porque “es un juego muy simple que prueba tu vocabulario y no requiere de ninguna habilidad especial más allá de recordar una palabra que coincida con los cuadrantes y que debes adivinar en un limitado espacio”.

En 2009, comenta Muñoz, Marcel Danesi, un profesor de semiotica y antropología de la Universidad de Toronto, autor de un libro para “ejercitar” el cerebro que contiene 450 puzzles, explica que realizar puzzles donde hay juego de palabras, números, formas y lógica nos motivan encontrar una solución, a resolver un misterio, lo que él llama una “cacería mental " aunque no haya nada que cazar. “Este proceso es el que lo hace tan estimulante para el cerebro que finalmente nos deja con un sentido de satisfacción al cumplir la meta”.

El psicolingüista y profesor de psicología de Harvard, Steven Pinker, dijo a The Harvard Gazette que la adicción de este simple juego podría estar relacionado con la percepción de recompensa. “Me imagino que tiene el nivel óptimo de recompensa: es lo suficientemente difícil como para requerir un pensamiento concentrado, pero no tan intratable como para dejar a las personas frustradas la mayor parte del tiempo”.

En 2018, señala Muñoz, un articulo en la revista Frontier aging Neuroscience, demostró los efectos cognitivos al resolver puzzles en personas mayores de 50 años. “Los autores demostraron que los puzzles involucran multiples habilidades cognitiva visuoespaciales, además ayudan a relajarse y reducir el estrés”.

Foto referencial: grupo de amigos usando su celular

Experiencia grupal

Al parecer, ya iniciando un tercer año de pandemia la sensación de agobio requiere de que nuestro cerebro tenga otros puntos de atención. Para eso está Wordle.

Es un juego que además, entrega sentido de comunidad. Los resultados obtenidos pueden ser compartidos en redes sociales como Twitter, siendo parte del uso diario de miles de usuarios. Sin embargo, ¿qué efectos tiene Wordle en el cerebro y las personas?

“Cuando logras adivinar la palabra viene lo que sería el momento ¡Ajá! (Aha! moment) un articulo del 2018 demostró que al experimentar un momento “Ajá” se incrementa la actividad de los circuitos de recompensa que involucra dopamina”, aclara Muñoz.

La dopamina es uno de los neurotransmisores que usan las neuronas para comunicarse entre ellas. Se relaciona con la serotonina, y entre ambas influyen en regulación del estado de ánimo, además del sueño y el apetito.

“Todo estos componentes pueden explicar un poco el fenómeno generado por Wordle, sumado a que lo puedes compartir en redes sociales, compartir con amigos familiares o simplemente mostrar la gran habilidad que tiene algunas personas con palabras y puzzles, un ´masajito´ al ego”, dice Muñoz.

Y sus virtudes no quedan solo en eso. El que varias personas estén conectadas haciendo este rompecabezas digital prácticamente al mismo tiempo, crea una especie de objetivo común dentro de este grupo, explicó Matthew Baldwin, profesor asistente de psicología social en la Universidad de Florida en Gainesville a Science Friday.

Las experiencias compartidas son realmente significativas para nosotros, las experiencias compartidas se amplifican. Cuando sentimos una emoción o vemos una película juntos, experimentamos esas cosas de una manera amplificada. Entonces creo que, por un lado, es como un evento grupal que nos conecta”, agregó Baldwin.

Wardle remarcó a NPR que poder compartir los resultados del juego también es una forma en que las personas pueden conectar con familiares y amigos en el contexto de la pandemia del Covid-19. Y, aunque la interacción en base a la tecnología no es igual a estar frente a una persona, socializar tiene beneficios para la salud.

¿Qué hace por nuestro cerebro?

Una publicación de Harvard Medical School afirmó que desafiar al cerebro mediante ejercicios mentales “activa procesos que ayudan a mantener las células cerebrales individuales y estimulan la comunicación entre ellas”.

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Foto referencial: figura 3D del cerebro

Mientras que un estudio publicado en la Revista Internacional de Psiquiatría Geriátrica explicó que existe una estrecha relación entre la calidad de la función cognitiva en adultos y la frecuencia de uso de acertijos.

Michael Yassa, profesor y director del centro de Neurobiología del Aprendizaje y la Memoria de la Universidad de California, afirmó en WebMd que Wordle activa la dopamina –el neurotrasmisor encargado de la satisfacción, places y motivación–, además de poner a prueba las habilidades de resolución de problemas.

“Cuando participas en una actividad novedosa, puedes crear nuevas sinapsis”, agrega Yassa.

¿Y Wordle podría mejorar la memoria? El psicolingüista Steven Pinker dijo a The Harvard Gazette que lo duda. “Durante mucho tiempo ha habido esperanzas de que el cerebro sea como un músculo, de modo que un tipo de ejercicio lo fortalezca para muchas tareas diferentes. De ahí la vieja idea de que el latín inculcaría el razonamiento lógico y formal en los alumnos”.

Mismo escenario ocurría con el Wordle y otros juegos. Pinker dijo que para mejorar la memoria se deben tener pensamientos activos y profundos sobre un tema y “dominar algunos trucos mnemotécnicos como asociar elementos en una lista con ubicaciones en su hogar”.

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