Nipah, sin tratamiento y muy letal, podría ser la próxima gran pandemia; dos mascarillas es mejor que una y un “escape inmunológico” prolongaría pandemia hasta 2024: tres cosas que aprendimos del coronavirus esta semana

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Detectado por primera vez en 1998, este virus tiene una mortalidad de 75% y no existe vacuna ni fármacos específicos. La OMS lo tiene en la lista de las 16 enfermedades que podrían tener un alcance global.


1. Nipah, sin tratamiento y muy letal, podría ser la próxima gran pandemia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene una lista con las 16 posibles enfermedades que podrían transformarse en la próxima pandemia.

En su lista figura el virus Nipah (VNi), detectado por primera vez en el año 1998 en Malasia. Según este primer descubrimiento el huésped intermediario fue el cerdo. Sin embargo, en 2004, en un nuevo brote en Bangladesh, las personas infectadas contrajeron este virus tras consumir savia de palma datilera contaminada por murciélagos fruteros infectados.

Jayasree K. Iyer, directora ejecutiva de la fundación sin fines de lucro Access to Medicine Foundation, citada por el periódico británico The Guardian, advirtió que hoy existe un peligroso brote del virus Nipah en China, con una tasa de mortalidad de hasta 75%, el que potencialmente podría ser una nueva pandemia de alcance global.

“El virus Nipah es otra enfermedad infecciosa emergente que causa gran preocupación”, dijo. “Nipah podría explotar en cualquier momento. La próxima pandemia podría ser una infección resistente a los medicamentos " agregó.

Un funcionario de salud fumigando durante un brote de la enfermedad en Malasia. Foto: Reuters

La Dra. Vivian Luchsinger, investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM), dijo en una nota de Qué Pasa, que además “el virus Nipah está clasificado como productor de una de las enfermedades de mayor riesgo y más peligrosa en estos momentos porque no se dispone de vacuna para prevención, no se dispone de tratamiento específico y un alto porcentaje de los enfermos se muere”.

El VNi, es una de las 10 enfermedades infecciosas de las 16 identificadas por la OMS como mayor riesgo para la salud pública, esto debido a que tiene una alta tasa de mortalidad que va desde el 40% al 75% despendiendo del origen del brote.

En su mayoría, como ocurrió en los brotes de Bangladesh y la India, el origen de este virus estuvo relacionado con el consumo de jugo de palmera datilera. Esto porque los murciélagos relacionados a esta enfermedad son frutícolas, o sea de quienes se alimentan de la fruta y por ende también conviven cerca de esta y pueden eliminar sus heces sobre esta.

Síntomas y transmisión

Los síntomas principales de esta enfermedad “son fiebre, dolor de cabeza, cefalea, puede producir algunos sistemas respiratorios y la complicación más grave, y más importante es la encefalitis”, explicó Luchsinger.

Se trata de un virus muy particular, que causa síntomas respiratorios en los casos leves, pero en los más severos puede causar inflamación cerebral, llamada encefalitis, que puede ser mortal, señaló por su parte también a Qué Pasa, Juan Diego Maya, director del ICBM.

Con relación a la transmisión, esta se da en los lugares que habitan los murciélagos frutícolas, que es el vector, es donde está el virus. En el caso de Chile la investigadora Luchsinger, señaló que “acá no lo tenemos, no existe, nunca ha sido notificado”.

Como otras patologías en similar contexto, el interés y la inversión para investigar esta enfermedad son todavía limitados. Esto tiene que ver con que epidemiológicamente aún no generan impactos significativos en los sistemas de salud. “Pero debemos siempre tener en cuenta que esta situación, entre otros factores por el cambio climático, puede evolucionar en cualquier minuto, y hacer que las condiciones para la propagación del virus se modifiquen y se vuelva más agresivo”, dijo Maya.

El mecanismo de precaución para evitar la transmisión del Nipah es cambiar los hábitos de quienes viven en las zonas propensas a contraer el virus, sobre todo quienes conviven día a día con los murciélagos frutícolas.

Por ejemplo, el hábito del consumo de frutas debería de cambiar. Si los alimentos están mordidos obviamente no deben ser consumidos, o en el caso de Bangladesh, donde se han detectado casos en los últimos años, tener cuidado con los alimentos que se consumen en las calles.

Respecto a los cerdos, “es importante el manejo de estos, de los infectados, obviamente aislarlos y es importante las prevenciones de los elementos de protección personal que deben utilizar todos aquellos que trabajan con ellos” agrega la Dra. Luchsinger.

Veasna Duong, jefa de la unidad de virología del laboratorio de investigación científica Instituto Pasteur en Phnom Penh, y quien investiga este virus en Camboya, consultada por la BBC, dijo que “la gente y los perros callejeros (de sectores de este país) caminan todos los días bajo construcciones expuestas a la orina de los murciélagos”.

Uno de los lugares donde esta investigadora ha identificado murciélagos frugívoros y otros animales que están en constante contacto con humanos en Camboya, es el mercado de Battambang. Sector donde ha visto una alta exposición a estos animales, sobre todo en el consumo de alimentos.

De 11 diferentes brotes de Nipah identificados en Bangladesh entre 2001 y 2011, se detectaron 196 con este virus. De ellas 150 fallecieron.

2. Dos mascarillas es mejor que una

Desde el inicio de la pandemia de coronavirus hay certeza de que una de las formas más efectivas de protegerse del coronavirus es utilizar mascarillas.

Usar solo una mascarilla debería ser suficiente para la mayoría de las situaciones, siempre que le quede bien y no esté suelta, dijo el Dr. David Hamer, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Boston a la agencia AP.

Sin embargo, hay una creciente evidencia científica que alienta la convicción que utilizar dos al mismo tiempo puede ser aún más efectivo.

La evidencia es tan certera que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC, su sigla en inglés), están evaluando toda esta evidencia científica para determinar si efectivamente utilizar dos mascarillas al mismo tiempo puede ser una buena idea.

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La opción en situaciones en las que desea protección adicional es usar una mascarilla de tela y una mascarilla quirúrgica regular, dijo la Dra. Monica Gandhi, experta en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco.

Gandhi dijo que esa combinación, con cualquier máscara en la parte superior, podría ayudar a lograr un efecto similar al de las mascarillas N95. Recomendó la protección adicional para las personas que estarán en interiores en áreas donde las tasas de transmisión son altas, lo que podría reflejar la circulación de variantes más contagiosas.

Otro ejemplo lo dio Dave Hnida, un especialista en atención primaria en Estados Unidos, dijo en una entrevista a la cadena de noticias CBS Denver de EE.UU, que la combinación de dos mascarillas brindaría mayor protección contra el Covid-19 que usar solo una.

“Ha sido respaldado por investigaciones que dos mascarillas son, de hecho, mejores que una”, dijo el experto. “Específicamente, lo que estamos diciendo es que dos máscaras en realidad pueden igualar la protección que obtendría de las máscaras N-95, que se considera la mejor mascarilla que existe”.

Sin embargo, y pese a que el organismo admitió que todavía no tienen datos suficientes para afirmar que dos son mejor que una, John Brooks, director médico de respuesta al Covid-19 de los CDC, reconoció que están estudiando la evidencia disponible y que compartirían la información sobre el tema lo antes posible, con el fin de “publicar todas las opciones que están disponibles para la gente”.

Brooks entregó algunos datos promisorios como que parte de la evidencia en estudio mostraba que el uso de una mascarilla de tela más una quirúrgica podría bloquear más del 90% o más de las partículas del virus, acercándose al nivel de efectividad de las mascarillas N95.

Linsey Marr, experta en transmisión y profesora de Ingeniería Civil y Ambiental en Virginia Tech, también se mostró partidaria de usar dos mascarillas. En un blog comentó que se debe ver la utilización de mascarillas como “una carrera de obstáculos” que las partículas deben superar para llegar a nuestro sistema. “Agregar una segunda mascarilla suma otra dificultad a esta ‘carrera’, aumentando la posibilidad de que la partícula quede atrapada antes de pasar al otro lado”, señaló.

Tanto Marr como Hnida han recomendado el uso de una mascarilla desechable de doble capa (quirúrgica) debajo de una de tela bien ajustada, para así aumentar la efectividad de la protección.

Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades infecciosas y asesor de la Casa Blanca en la lucha contar el Covid en EE.UU., también se sumó a la promoción del uso de dos mascarillas versus una durante las últimas semanas como una medida más para frenar los contagios.

“Si tienes una cubierta física con una capa, te pones otra capa, simplemente tiene sentido común que probablemente sea más efectivo”, dijo Fauci.

Respecto a la posibilidad de agregar la doble mascarilla a la lista de métodos para evitar la propagación del virus, la directora de los CDC, Rochelle Walensky, por ahora, y a la espera de evidencia más concluyente, señaló que por el momento y ante la evidencia científica estudiada, recomiendan “usar máscarillas con dos o más capas de tela lavable y transpirable”.

3. Un “escape inmunológico total” podría prolongar la pandemia hasta 2024

La ciudad brasileña de Manaos ha sido uno de los lugares más afectados durante la pandemia. Para fines de 2020, se calculaba que cerca del 76% de sus habitantes estaba o había estado infectada con el coronavirus, según reveló un estudio de donantes de sangre.

Este porcentaje superó el teórico umbral de la inmunidad colectiva o de rebaño, que en algunos casos se ha estimado en 67%. Por eso, la invesigación determinó que posiblemente los habitantes habían desarrollado una protección inmunitaria comunitaria y podrían responder mejor a la segunda ola.

Sin embargo, y contra todo pronóstico, Manaos volvió a ser golpeado y su sistema hospitalario colapsó a principios de 2021.

La revista científica The Lancet tomó el caso de la ciudad brasileña y entregó cuatro posibles teorías sobre la particular situación.

La primera y la más optimista es que el hallazgo del 76% de los infectados fue incorrecto, y muchas menos personas en la ciudad habían estado expuestas a la enfermedad que lo afirmado por el estudio. La segunda explicación propuesta es que la inmunidad medida por la encuesta anterior pudo haber disminuido, convirtiendo a las personas que tenían inmunidad en octubre, susceptibles a la enfermedad nuevamente.

La tercera teoría es que la nueva variante es más transmitible que las cepas que los habían afectado anteriormente. Esto significa que quizás la enfermedad podría estar actuando mucho más rápidamente en el segmento que dejó de ser vulnerable o que nunca se había contagiado.

Imagen microcópica del coronavirus.

La última explicación y la más preocupante es que la nueva cepa no solo es más transmisible, sino que ha logrado “un escape inmunológico total”, lo que significaría que podría evadir los anticuerpos producidos por la primera exposición en la primera ola e infectar nuevamente.

Variantes más resistentes

La tendencia de cepas cada vez más “resistentes” podría retrasar el término de la pandemia, e incluso, podrían provocar nuevas. Según comentó el ministro de educción de Singapur, Lee Hsien Loong, al Wall Street Journal, “pueden pasar de cuatro a cinco años antes de que finalmente veamos el final de la pandemia y el comienzo de la normalidad posterior al Covid”.

Un pronóstico publicado por The Economist Intelligence Unit en el medio The Guardian menciona que es poco probable que la mayoría de los países pobres del mundo alcance la inmunización masiva gracias a la vacuna antes del 2024, y posiblemente nunca la consigan. “Va a definir la economía global, el panorama político, los viajes, todo”, dice el pronóstico.

Ante la latente amenaza que significan las nuevas cepas, los laboratorios Novavax y Johnson & Johnson que producen las vacunas para combatir la pandemia proporcionaron datos que mostraba que sus candidatos no detuvieron las infecciones en Sudáfrica tan bien como lo hicieron en otros lugares, pero aun así lograron prevenir las enfermedades graves relacionadas al virus, hospitalizaciones y muertes.

Durante las últimas semanas y a medida que ha aumentado la preocupación ante las nuevas cepas, los expertos esperan tranquilizar a la población explicando que la evidencia preliminar sugiere que, si bien las vacunas existentes pueden producir una respuesta inmune algo menos robusta contra las nuevas variantes, sí produjeron una respuesta lo suficientemente capaz para protegernos. Como lo señaló el doctor Scott Hensley, inmunólogo de la Universidad de Pennsylvania, “las vacunas producen respuestas ‘súper asombrosas’ a la variante clásica de Covid-19, y respuestas simplemente ‘asombrosas’ a las nuevas cepas”.

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