Ministra de Salud dice que estamos más cerca del fin de las mascarillas: ¿Deberíamos dejar de usarlas?

Foto: Reuters.

Los indicadores epidemiológicos muestran una mejora consistente en las últimas semanas, incluyendo una rápida disminución en los contagios. En ese escenario, la autoridad sanitaria indicó que “estamos más cerca del fin de las mascarillas”, y detalló que el fin de su uso o flexibilización de la medida, se conocerá el próximo martes cuando debute la nueva comunicación de la pandemia en el país.


Han sido una de las principales manifestaciones de una vida en pandemia: las mascarillas. La respuesta más generalizada a la expansión del Covid-19. Pero a medida que avanza la cobertura de vacunación y disminuyen el número de contagios, aumenta la relajación en su uso. También los cuestionamientos si es necesaria o no en los distintos espacios.

“La gente está cabreada, somos prácticamente el único país de Latinoamérica donde se sigue usando en la vía pública”, indicó esta semana el alcalde de Chile Chico, Luperciano Muñoz al comunicar la decisión adoptada de forma unánime por el concejo municipal de dejar de usar mascarillas en los espacios públicos de la comuna.

La medida fue criticada por las autoridades de salud. Independiente de lo que indique el decreto municipal, “el uso de mascarilla sigue siendo obligatorio, y quien fiscaliza esto es la autoridad sanitaria”, recalcaron.

Las mascarillas es una de las respuestas más generalizadas a la expansión de Covid-19. Foto: Reuters.

Sin embargo, parece que no es algo que se vea tan lejano. Según la ministra de salud María Begoña Yarza, “estamos más cerca del fin de las mascarillas”.

En entrevista en Radio Duna, la autoridad señaló que hoy las personas tienen varias “capas de protección”, y una de ellas son las mascarillas. Sobre el fin de su uso en el país o flexibilizar su uso, añadió que solo dará detalles el próximo martes, cuando debute una nueva forma de comunicar los avances o retroceso del combate de la pandemia en el país.

¿Adiós mascarillas?

Considerar dejar de utilizarlas en ciertas situaciones, no es una idea antojadiza. Responde también a cambios en el desarrollo de la pandemia.

Si de situación epidemiológica se trata, a nivel nacional se aprecia, hasta el sábado 19 de marzo, una leve baja de aproximadamente un 23,5% en el número de nuevas personas contagiadas y contagiados diarios promedio en comparación con la semana anterior. Además, a nivel regional, se observa una disminución de casos en todas las regiones, a excepción de Aysén, que mantiene un número de nuevos contagiados diarios similar al de la semana anterior, según datos del último informe ICOVID Chile, iniciativa liderada por la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Concepción.

Guillermo Cabrera-Vives, académico y director de la Unidad de Ciencia de Datos del Departamento de Ingeniería Informática de la Universidad de Concepción, recalca que “a nivel nacional se observa que los casos han ido disminuyendo consistentemente desde aproximadamente mediados de febrero. Sin embargo, añade “varios indicadores pandémicos siguen en rojo, como por ejemplo, la positividad y el uso de camas”.

Se aprecia al mismo tiempo, indica el mismo informe, que el número de reproducción efectivo (R), el número de personas promedio que contagia cada caso, se ha mantenido significativamente bajo 1 desde mediados de febrero a nivel nacional, indicando una detención de la propagación del virus durante el último mes. Solamente dos regiones muestran un índice de transmisión en nivel crítico: Aysén y Magallanes.

Por otro lado, la proporción de camas UCI ocupadas con pacientes hospitalizados sigue disminuyendo desde valores en torno a 44% a fines de febrero, alcanzando un promedio de 35,8% a nivel nacional. Con respecto a los avances en el proceso de vacunación, el esquema completo de vacunación, ya sea con segunda dosis o dosis única, alcanza un 88,0% de la población total del país el 17 de marzo.

Según la ministra de salud María Begoña Yarza, “estamos más cerca del fin de las mascarillas”. Foto: Reuters.

El investigador en salud pública y académico de la Escuela de Gobierno de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Eduardo Undurraga, indica que “los indicadores epidemiológicos muestran una mejora consistente en la evolución de la pandemia en las últimas semanas, incluyendo una rápida disminución en los contagios. La alta cobertura de vacunación, con una mayoría de la población con dosis de refuerzo, la inmunidad por infección, y mejoras en trazabilidad, son indicadores alentadores. “Sin embargo, hay que recordar que la pandemia no ha terminado, y debemos seguir cuidándonos y cuidando a los demás”.

¿Cuándo podremos dejar de usarlas? ¿Nos sentiremos cómodos en el transporte público o comprando sin mascarillas? La Dr. Vivían Luchsinger, investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas ICBM de la Facultad de Medicina Universidad de Chile, resalta que las mascarillas siguen siendo necesarias y útiles. “Publicaron recientemente un artículo en que estudiaban modelos matemáticos de transmisión de SARS-CoV-2 con y sin mascarillas, y mostraban que aún con alta tasa de vacunación era importante y contribuía el uso de mascarilla. Es importante y necesario, no solo para el SARS-CoV-2 sino también para otros virus respiratorios”.

Para la Dra. Marcela Garrido, urgencióloga de Clínica UANDES y jefa Dpto. Epidemiología de la misma casa de estudios, el momento adecuado para retirarlas dependerá no solo del momento epidemiológico adecuado, ni el nivel de la pandemia, “sino también de las otras infecciones respiratorias que estemos viviendo en este hemisferio ad portas del invierno”.

“Ya hemos visto que han aumentado los contagios por otras enfermedades respiratorias, tenemos circulando influenza, parainfluenza, virus respiratorio sincicial, además de coronovarius”, dice Garrido sobre virus en los cuales las mascarillas también protegen porque se transmiten por la misma vía que el Covid-19. “Esto nos hace, de alguna forma, respetar más las distancias, recordar que estos virus y el covid están presentes y así nos protegemos de esta y otras enfermedades respiratorias”.

El momento adecuado para retirarlas dependerá no solo del momento epidemiológico adecuado ni el nivel de la pandemia,“sino también de las otras infecciones respiratorias que estemos viviendo en este hemisferio ad portas del invierno.

Es cierto que estamos cansados de usar mascarilla y que muchas veces es incómoda, dice Garrido, “pero sí se ha vuelto un símbolo que indica que nos respetamos y cuidamos, que probablemente el momento para retirarla no es este sino después del invierno”.

Flexibilidad

A esta altura de la pandemia es una medida que se podría permitir con ciertos grados de flexibilidad.

Garrido reconoce que se podría dejar de usar en ambientes abiertos y bien ventilados, al hacer deporte o reunirnos con gente de nuestro círculo cercano. “Probablemente, ahí no está jugando un rol y deberíamos dejar de usarla en forma obligatoria”, explica sobre situaciones que califica como puntuales donde no hay aglomeraciones de personas ni se hace vida social propiamente tal, “donde se hacen actividades que hacen que disfrutemos del aire libre y no sea necesario usar la mascarilla en esos espacios”.

Un cambio que podría implementarse en sectores rurales donde la densidad poblacional es muy baja. En esos espacios “el contacto con otros es más difícil y el uso de mascarilla no cumple ningún rol”, añade Garrido. Distinto es en aquellos sectores donde sí se producen aglomeraciones en estas zonas rurales o donde concurren diferentes personas a las que se reúnen habitualmente y que tiene contacto sin mascarilla en forma habitual.

Hay situaciones en las cuales puede no usarse la mascarilla, como en actividades al aire libre donde hay distanciamiento de más de un metro entre las personas. Lo mismo para caminar en la calle solos, algo que tampoco es de riesgo, ahí dice Luchsinger “podría indicarse que no se use la mascarilla”.

A esta altura de la pandemia es una medida que se podría permitir con ciertos grados de flexibilidad. Foto: Reuters.

Pero en espacio cerrados, es diferente. “Lugares donde las personas van a estar cerca dejar de usar la mascarilla es un riesgo enorme. De hecho se demuestra en las infecciones en los lugares de trabajo lo que refieren las personas que se han infectado, es que estuvieron sin mascarillas, cuando comen, cuando comparten el café ,y es ahí donde principalmente se da la infección“, dice Luchsinger.

Por lo tanto, es conveniente y necesario seguir usando la mascarilla en las situaciones que mencione y también podría dejar de usarse en las otras situaciones, “pero no estamos con un control de la epidemia hay miles de infectados todavía, claro son cifras menores a las que tuvimos en algún momento, pero siguen siendo miles no es que la epidemia esté bajo control, existe el riesgo de infectarse y enfermarse”.

“Los lugares que podrían estar sin mascarillas, son puntuales y de baja densidad, en los que la mayor parte de la vida se hace en zonas de bajo riesgo de contagio”, dice Garrido sobre situaciones particulares que hay que analizarlas caso a caso, considerando variables locales, nivel de vacunación y de contagio, y el riesgo real de retirar la mascarilla, y siempre considerando que hay otros virus circulando.

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