La pequeña gran historia de Tarapacá: Fascinante libro recorre 13.000 años de historia de esta zona del país

Pisada registrada en Huarasiña, Región de Tarapacá. Foto: Centro de Estudios Históricos UBO.

Su primeros habitantes, migraciones, conflictos y la desigualdad. El texto narra de forma didáctica y en distintos formatos, la historia y procesos sociales que ha vivido este territorio, destacando su valor arqueológico, histórico y patrimonial.


Relevar la historia de Tarapacá más allá de periodos históricos establecidos. Así nace el libro La pequeña gran historia de Tarapacá, que en dos horas de lectura podrás conocer más de 13.000 años de historia de este territorio y de las personas que lo habitaron.

El proyecto Explora-Conicyt, fue financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, en el cual también colaboraron la Escuela de Arqueología de la Universidad Austral de Chile, el Ministerio de Bienes Nacionales y Metro Arte.

El libro, fruto de una serie de estudios realizados por un equipo de investigadores de la Universidad Bernardo O`Higgins, cuenta de manera fácil y didáctica la historia y los procesos sociales ocurridos dentro de la región hasta la actualidad, destacando su valor histórico y patrimonial.

Petroglifos de Tamentica, ubicados en la región de Tarapacá en la Quebrada de Huatacondo en la Pampa del Tamarugal. Foto: Centro de Estudios Históricos UBO.

Para Soledad González, historiadora y directora del proyecto, la idea nace por la necesidad de mirar la historia desde una perspectiva a largo plazo, viendo más allá de lo contemporáneo y relevando la riqueza existente en un espacio desde su origen.

“Generalmente, los enfoques que hay se centran o, en el periodo que Tarapacá perteneció a España, que fue la época colonial, o la Tarapacá peruana, que es el periodo previo a la Guerra del Pacífico. Entonces, la historia tarapaqueña ha estado permeada por esta narrativa que solo abarca los últimos 500 años y que se centra en la pertenencia del territorio. Quisimos rescatar que esta historia es mucho más larga que los últimos 500 años. Hay 12.500 años más de historia”, indica González.

El equipo liderado por la historiadora tuvo la misión de recopilar la extensa bibliografía académica existente de la región y “traducirla” a un lenguaje más amigable y accesible para todo el público.

Más allá de lo contemporáneo

La narrativa del libro también tuvo un elemento innovador. González explica que “apostaron” por contar la historia de la región de una forma poco tradicional, ya que no se guiaron por los periodos en la historia que están dados, como la Edad Media, Contemporánea, o en arqueología que está el periodo formativo, o el tardío. “Nosotros veíamos que esos periodos nos ‘quedaban chicos’, porque abarcaban periodos de tiempo que eran breves para nuestra ambición de contar 13 mil años de historia. Veíamos que había procesos que eran transversales a toda la historia de Tarapacá, como las migraciones, el conflicto y la desigualdad, y que se acrecentaban en ciertos momentos”, agrega González.

Gigante de Atacama, Gigante de Tarapacá o Geoglifo de Cerro Unita, es una gran figura de 119 metros de largo trazada en el flanco noroeste del cerro Unita, a 15 km del pueblo de Huara, territorio comprendido en el desierto de Atacama. Foto: Centro de Estudios Históricos UBO.

Como equipo decidieron que el libro debía estar compuesto por una parte introductoria donde explicarían los hechos trasversales que estaban sucediendo, para después dar paso en cada capítulo a un periodo emblemático de la historia tarapaqueña. El primero el poblamiento, el segundo, el periodo aldeano, cuando se conformaron las aldeas, y el tercero cuando empiezan las migraciones a gran escala.

Pero el texto no solo se enfoca en la historia, también cuenta con importantes componentes arqueológicos que, gracias a la geografía y las condiciones climáticas, han podido permanecer a lo largo del tiempo y forman un elemento fundamental en la identidad de la región.

Uno de estos espacios arqueológicos rescatados en el libro es “Maní 12”, el sitio arqueológico más antiguo del cual tengamos registro en Tarapacá, precisamente en el desierto de Atacama, y que cuenta con vestigios que datan de 12.800 años.

Infografía que explica el proceso de poblamiento mundial. Foto: Centro de Estudios Históricos UBO.

Y más allá de lo netamente arqueológico, La pequeña gran historia de Tarapacá logra relevar un importante fenómeno social dentro de la región que como lo fue la movilidad, ya que, dentro de la población tarapaqueña, la movilidad fue constante a lo largo de la historia. Primero llegaron migrando, desde el norte. Luego, existió mucho intercambio entre la costa, y las quebradas, luego cuando los habitantes cazaban también tenían circuitos de movilidad cuando desarrollaron la agricultura, se volvieron y se transformaron en unos cazadores del agua, porque también se movían de acuerdo con dónde reventaban las quebradas. “Esa capacidad adaptativa, además de vivir en un desierto, es muy sorprendente”, recalca la historiadora.

Nuevos formatos

El proyecto contempla, además del libro totalmente gratis, una plataforma online donde se puede acceder a las infografías en alta resolución, fotos, y distintas plataformas de reproducción, como audiolibros y cápsulas de contenido en redes sociales, para entregar la mejor experiencia a todo tipo de público.

Las estructuras circulares de la aldea de Ramaditas. Durante siglos, la acción del viento ha cubierto de polvo el interior de sus muros, que alguna vez presenciaron escenas tan cotidianas como el baño de un niño o una niña, cuyas huellas quedaron impresas en el fangoso suelo original de uno de sus recintos. Foto: Centro de Estudios Históricos UBO.

La autora menciona que como equipo buscan, a través de este libro, instalar la idea de que el territorio cuenta con una riqueza que no se delimita solamente desde lo contemporáneo, y esperan generar una conciencia patrimonial para la promoción de la historia vista de forma holística, además de una posible incorporación al currículo escolar.

“Queremos instalar la idea que tenemos una historia muy larga y que es necesario aprenderla. Entonces, nuestro deseo es, por lo menos, generar esa inquietud por conocerla, con la esperanza que alguna vez en el currículum escolar esto se incorpore. Queremos generar una consciencia patrimonial, porque muchos de los sitios arqueológicos que se nombran en el libro están en pésimo estado de conservación, y eso impacta en el conocimiento que tenemos del pasado, porque si destruyes una pieza, muralla o te llevas un suvenir de un sitio arqueológico, estás extrayendo información que, en manos de especialistas, podría brindarnos muchos datos sobre cómo vivían esas personas”, agrega González.

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