Icónico observatorio cumple 120 años: esta es su historia

“Aquí se reconoció por primera vez que el universo era mucho más grande de lo que se pensaba en 1910 o 1920. No fue solo un hito para esa época, fue el inicio de la cosmología moderna", dice el profesor del Instituto de Astrofísica UUC sobre el observatorio Manuel Foster. (Crédito fotográfico: Instituto de Astrofísica)

Ubicado en la cima del Cerro San Cristóbal registra grandes avances astronómicos de impacto mundial, además de ser uno de los responsables de impulsar el desarrollo la ciencia en Chile a comienzos del siglo XX.


El domo blanco del Observatorio Manuel Foster UC, junto a la cima del Cerro San Cristóbal, se divisa desde varios sectores de la ciudad de Santiago. Y aunque muchos habitantes lo ven, ignoran que, desde ese sitio rodeado de arbustos, se hicieron grandes avances astronómicos de impacto mundial y se impulsó el desarrollo de esa ciencia en Chile, a comienzos del siglo XX.

En este telescopio y su equipamiento, instalados en Chile en 1903 por científicos del Observatorio Lick (el gemelo del Foster en San José, California), se guardan episodios relevantes de la historia astronómica que el Instituto de Astrofísica UC quiere divulgar para que se conozca y aprecie el valor de este lugar.

Aquí se reconoció por primera vez que el universo era mucho más grande de lo que se pensaba en 1910 o 1920. No fue solo un hito para esa época, fue el inicio de la cosmología moderna. Se hizo un espectro muy amplio de la Gran Nube de Magallanes y se dieron cuenta de que se expande o se aleja de nosotros mucho más rápido que el resto de las estrellas cercanas al sol”, destaca el profesor Thomas Puzia, astrónomo y jefe de divulgación de esta unidad académica.

Más de veinte mil personas que han visitado el Observatorio Manuel Foster en seis meses han podido conocer el telescopio original, con un espejo primario de 93 cm y 252 kg de peso, el mismo que permitió observar el paso del cometa Halley en dos ocasiones y la supernova 1987a, entre otros hitos. (Crédito fotográfico: César Cortés)

Es un hallazgo que revolucionó esta ciencia y sigue vigente hoy, dice, porque antes lo que se contemplaba como el universo era solo la Vía Láctea, sin saber que ésta era una más en miles de millones de galaxias.

Acercar este conocimiento a todo público, con las explicaciones científicas sobre el universo y los objetos visibles en el espacio, es una de las metas que se planteó el equipo del Foster, al reabrir en junio de 2022 las visitas guiadas.

Y el resultado de esta “marcha blanca” en curso ha sido muy positivo: el observatorio, declarado monumento nacional histórico en 2010, atrajo a unas 20 mil personas en seis meses, entre ellos más de mil estudiantes de 19 colegios que se encantaron con la observación de los astros, la exhibición de meteoritos y los experimentos. También ha recibido visitas notables, como la que hicieran el músico Jack White, el ex The White Stripes, junto al líder de Pixies, Black Francis, en el marco del show Road to Primavera Sound, en octubre de 2022. Poco después se abrieron tours nocturnos, desde diciembre a la fecha, los que han despertado gran interés.

Para los visitantes es una experiencia asombrosa, porque pueden ingresar al domo y conocer el telescopio original, con un espejo primario de 93 cm que pesa 252 kg, el mismo instrumento que permitió a los astrónomos del Lick conseguir unos 10 mil espectros estelares, medir la velocidad del sol y observar la nebulosa que dio las primeras señales de la expansión del universo.

Y enterarse, además, de que ahí se pudo observar el cometa Halley en 1910 y en 1986, y la supernova 1987a en la Gran Nube de Magallanes. Aprenden cómo los astrónomos trabajaban bajo esa cúpula, y conocen la sala de revelado y algunas de las imágenes de la época.

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