Fake news: 7 formas de evitar convertirse en un super difusor de información errónea

hipertextual-posverdad-desinformacion-y-coste-fake-news-aterrador-documental-hbo-2020125249

La mejor defensa contra las noticias falsas es la autodefensa. Una de esas estrategias es hacer una simple pausa antes de compartir información. Investigaciones muestran que la mayor parte de la información errónea se comparte rápidamente y sin pensarlo mucho.


El problema de la desinformación no desaparece. Las plataformas de Internet como Facebook y Twitter han tomado algunas medidas para frenar su propagación y dicen que están trabajando para hacer más. Pero ningún método introducido hasta ahora ha sido completamente exitoso para eliminar todo el contenido engañoso de las redes sociales. La mejor defensa, entonces, es la autodefensa.

La información engañosa o totalmente falsa, en general denominada “desinformación”, puede provenir de sitios web que pretenden ser medios de comunicación, propaganda política o informes “pseudo-profundos” que parecen ser significativos pero no lo son. La desinformación es un tipo de desinformación que se genera deliberadamente para engañar maliciosamente a las personas. La desinformación se comparte intencionalmente, sabiendo que es falsa, pero la información errónea puede ser compartida por personas que no saben que no es verdad, especialmente porque las personas a menudo comparten enlaces en línea sin pensar.

El problema de la desinformación no desaparece. La mejor defensa, entonces, es la autodefensa.

Estrategias para evitar el engaño

La investigación en psicología emergente ha revelado algunas tácticas que pueden ayudar a proteger a nuestra sociedad de la desinformación. Aquí hay siete estrategias que puede utilizar para evitar ser engañado y para evitar que usted y los demás difundan inexactitudes.

La mejor vacuna contra lo que la Organización Mundial de la Salud llama la “infodemia” es comprender los trucos que utilizan los agentes de desinformación para tratar de manipularte.

1. “Prebunking”

Una estrategia se llama “prebunking”, un tipo de desacreditación que ocurre antes de escuchar mitos y mentiras. Las investigaciones han demostrado que familiarizarse con los trucos del comercio de la desinformación puede ayudarlo a reconocer historias falsas cuando las encuentre, haciéndolo menos susceptible a esos trucos.

Investigadores de la Universidad de Cambridge han desarrollado un juego en línea llamado “Bad News”, que sus estudios han demostrado que puede mejorar la identificación de falsedades por parte de los jugadores.

Además del juego, también puedes aprender más sobre cómo funcionan las plataformas de redes sociales e Internet, para que comprendas mejor las herramientas disponibles para las personas que buscan manipularte. También puede obtener más información sobre la investigación científica y los estándares de evidencia, que pueden ayudarlo a ser menos susceptible a mentiras y declaraciones engañosas sobre temas científicos y relacionados con la salud.

El enfoque de prebunking funciona para personas de todo el espectro político, pero resulta que las personas que subestiman sus prejuicios son en realidad más vulnerables a ser engañadas que las personas que reconocen sus prejuicios.

Investigadores de la Universidad de Cambridge han desarrollado un juego en línea llamado “Bad News”, que sus estudios han demostrado que puede mejorar la identificación de falsedades por parte de los jugadores.

2. Sesgo de confirmación

La investigación ha encontrado que las personas son más susceptibles a la información errónea que se alinea con sus puntos de vista preexistentes. Esto se llama “sesgo de confirmación”, porque una persona está predispuesta a creer información que confirma lo que ya cree.

La lección es ser particularmente crítico con la información de grupos o personas con las que está de acuerdo o se encuentra alineado, ya sea política, religiosamente o por etnia o nacionalidad. Recuerde buscar otros puntos de vista y otras fuentes con información sobre el mismo tema.

Es especialmente importante ser honesto consigo mismo sobre cuáles son sus prejuicios. Muchas personas asumen que los demás son parciales, pero creen que ellos mismos no lo son, e imaginan que es más probable que otros compartan información errónea que ellos mismos.

Los medios de comunicación tienen una variedad de sesgos. El gráfico de sesgo de los medios describe qué medios son más y menos partidistas, así como qué tan confiables son para informar los hechos.

3. Noticias en línea

Puede jugar un juego en línea llamado “Fakey” para ver qué tan susceptible es a las diferentes formas en que se presentan las noticias en línea.

Al consumir noticias, asegúrese de saber qué tan confiable es la fuente, o si no es confiable en absoluto. Verifique las historias de otras fuentes con bajos sesgos y altas calificaciones de hechos para descubrir en quién, y en qué, realmente puede confiar, en lugar de solo lo que le dice su instinto.

Además, tenga en cuenta que algunos agentes de desinformación crean sitios falsos que parecen fuentes de noticias reales, así que asegúrese de saber qué sitio está visitando realmente. Se ha demostrado que participar en este nivel de pensamiento sobre su propio pensamiento mejora su capacidad para distinguir los hechos de la ficción.

4. ¿Es verdad lo que comparto?

Cuando la mayoría de la gente se conecta, especialmente en las redes sociales, está ahí para entretenerse, conectarse o incluso distraerse. La precisión no siempre es una prioridad en la lista de prioridades. Sin embargo, pocos quieren ser un mentiroso y los costos de compartir información errónea pueden ser altos para las personas, sus relaciones y la sociedad en general. Antes de que decida compartir algo, tómese un momento para recordar el valor que le da a la verdad y la precisión.

Pensar “¿es verdad lo que estoy compartiendo?” puede ayudarlo a detener la propagación de información errónea y lo alentará a mirar más allá del título y, potencialmente, verificar los hechos antes de compartir.

Incluso si no piensa específicamente en la precisión, simplemente hacer una pausa antes de compartir puede darle la oportunidad de que su mente se ponga al día con sus emociones. Pregúntese si realmente quiere compartirlo y, de ser así, por qué. Piense en las posibles consecuencias de compartirlo.

Las investigaciones muestran que la mayor parte de la información errónea se comparte rápidamente y sin pensarlo mucho. El impulso de compartir sin pensar puede ser incluso más poderoso que las tendencias partidistas de compartir. Tome su tiempo. No hay prisa. No es una organización de noticias de última hora de la que miles dependen para obtener información inmediata.

5. Rol de las emociones

Las personas a menudo comparten cosas debido a sus reacciones instintivas, más que a las conclusiones del pensamiento crítico. En un estudio reciente, los investigadores encontraron que las personas que vieron sus redes sociales mientras tenían una mentalidad emocional eran significativamente más propensas a compartir información errónea que aquellas que ingresaron con un estado mental más racional.

La ira y la ansiedad, en particular, hacen que las personas sean más vulnerables a caer en la desinformación.

6. Presentar evidencia

Enfréntate públicamente a la desinformación. Puede resultar incómodo desafiar a tus amigos en línea, especialmente si temes un conflicto. Es posible que la persona a la que responda con un enlace a una publicación de Snopes u otro sitio de verificación de datos no agradezca que la llamen.

Pero la evidencia muestra que criticar explícitamente el razonamiento específico en la publicación y proporcionar evidencia contraria como un enlace sobre cómo es falso es una técnica efectiva.

Incluso las refutaciones de formato corto, como “esto no es cierto”, son más efectivas que no decir nada. El humor, aunque no ridiculizar a la persona, también puede funcionar. Cuando las personas reales corrigen la información errónea en línea, puede ser tan efectivo, si no más, como cuando una empresa de redes sociales etiqueta algo como cuestionable.

fake-news
La evidencia muestra que criticar explícitamente el razonamiento específico en la publicación y proporcionar evidencia contraria como un enlace sobre cómo es falso es una técnica efectiva.

La gente confía en otros humanos más que en algoritmos y bots, especialmente en aquellos en nuestros propios círculos sociales. Eso es particularmente cierto si tiene experiencia en el tema o tiene una conexión cercana con la persona que lo compartió.

Un beneficio adicional es que la desacreditación pública notifica a otros espectadores que es posible que deseen mirar más de cerca antes de elegir compartirlo ellos mismos. Entonces, incluso si no desanima a quien publicó la información original, desanima a los demás.

7. No compartir

Si ves que alguien más ha publicado que una historia es falsa, no digas “bueno, me adelantaron, así que no necesito hacerlo”. Cuando más personas intervienen en una publicación como falsa, indica que compartir información errónea está mal visto por el grupo en general.

Apoya a los que se ponen de pie. Si no lo hace y algo se comparte una y otra vez, eso refuerza las creencias de las personas de que está bien compartir información errónea, porque todos los demás lo hacen y solo unos pocos, si es que hay alguno, se oponen.

Permitir que se difunda la información errónea también hace que sea más probable que incluso más personas comiencen a creerlo, porque las personas llegan a creer cosas que escuchan repetidamente, incluso si saben al principio que no son ciertas.

No hay una solucion perfecta. Alguna información errónea es más difícil de contrarrestar que otras, y algunas tácticas de contraataque son más efectivas en diferentes momentos o para diferentes personas. Pero puede recorrer un largo camino para protegerse a sí mismo y a los que están en sus redes sociales de la confusión, el engaño y la falsedad.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.