El Post (PEP), el método de emergencia cuando has estado expuesto al VIH

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#PrEP, la pastilla que previene el VIH + INDETECTABLE=INTRANSMISIBLE (I=I): la seguridad clínica, social y subjetiva de que no hay “transmisión” cuando las personas VIH positivas están bajo tratamiento farmacológico, son las claves para el fin del VIH en el mundo.

Pero falta más. El Post, o Profilaxis Post-exposición -PPE o PEP en sus siglas en inglés-. El Post es un tratamiento farmacológico que se administra en casos de emergencia; cuando la persona ha estado expuesta a situaciones de riesgo donde el VIH está presente, el uso de medicamentos antirretrovíricos antes de 72 cruciales horas desde la eventual exposición, durante 28 días, tiene hasta un 93% de eficacia en prevenir el VIH (WHO, 2018).

La evidencia internacional es abundante al respecto, en 1990 The Journal of Infectious Diseases publicaba uno de los primeros artículos científicos respecto a los beneficios de utilizar Zidovudina (AZT) cuando el personal sanitario tenía accidentes infecciosos con el VIH. Y es que en efecto, el grueso de la literatura científica internacional, se centró durante muchos años en el personal sanitario, que productos de accidentes percutáneos -por el uso por ejemplo de jeringas- pudiera estar expuesto al VIH.

En 1997 The New England Journal of Medicine, publicaba nuevamente un artículo de diversas y prominentes organizaciones de Salud – como el Centro para la Prevención y control de Enfermedades de los Estados Unidos-, en donde se indicaba que a pesar de los bajos riesgos de infección en accidentes percutáneos (0.3%), la Zidovudina, (cuando el riesgo fuera evaluado como alto-), podía reducir hasta en un 81% las posibilidades de contraer el VIH.

Lo interesante, a pesar de que con el paso de los años, los antecedentes se iban acumulando, otras investigaciones científicas nos informaban de otro fenómeno social algo irónico. En el año 2000, la British Journal of Anaesthesia publicaba un artículo del Hospital General de Southampton, en el Reino Unido, en donde se informaba respecto a la alarmante ignorancia y desconocimiento del personal sanitario de estos métodos preventivos, indicando que esta ignorancia podría aumentar la seroconversión al VIH en los profesionales de la salud.

Las preguntas que los activistas de la sociedad civil a nivel internacional comenzaron a hacerse fue ¿Si esto sirve en los accidentes percutáneos para el personal sanitario, servirá también para las personas que han está expuesto al VIH en el sexo? Y es que en efecto a medida que las investigaciones confirmaban que el Post era efectivo para prevenir el VIH en el personal hospitalario, los estudios clínicos comenzaron a determinar su eficacia en la prevención de la transmisión vertical de madre a hijo, al mismo tiempo que prontamente comenzó a ser estudiado la eficacia del uso del Post después de exposiciones sexuales al VIH.

En el año 2015 la AIDS Education and Prevention publicaba un artículo sobre el conocimiento de los métodos preventivos del PrEP y el Post en hombres que tienen sexo con hombres -HSH-, en Boston, Pittsburgh y San Juan, encontrando diferencias altamente significativas respecto a su conocimiento y uso. En efecto en Boston el conocimiento sobre el Post -64%-, era muchísimo mayor que el registrado en San Juan -16%-, esta diferencia se atribuiría al fundamental papel de la sociedad civil organizada, respecto a la promoción y educación sobre el método de emergencia del Post.

En Chile lamentablemente en la red pública, con políticas añejas como todo lo que caracteriza la salud sexual en el país, solo se entrega el Post de urgencia en accidentes ocupacionales para profesionales sanitarios y a personas víctimas de la violencia sexual. Si a mí se me rompe el condón, en Chile NO voy a recibir atención en el sistema público.

El privado es otro desastre, los proveedores de salud desconocen la existencia de la PEP de urgencia para el VIH y por tanto los médicos comúnmente ni siquiera saben hacer la receta. Cuando sí hay médicos que saben entregar la prescripción correcta, la otra batalla del usuario es acceder a los medicamentos. A través de Plataforma Chile PrEP podemos orientar a los usuarios a acceder a la biterapia bioequivalente a bajo costo, pero el tercer fármaco (usualmente Raltegravir o Dolutegravir) son medicamentos de alto costo en Chile (sobre los 400 mil pesos) y al grueso de los usuarios, les es prácticamente inaccesible.

En Estados Unidos, así como en el Reino Unido, y muchos otros países en el mundo, el Post se entrega desde hace varios años como un método de emergencia para personas que han estado expuestas al VIH en un pool amplio de situaciones: accidentes percutáneos para el personal de salud, consumidores de drogas intravenosas, violaciones y situaciones sexuales de exposición al VIH, etc.

Quien escribe ha planteado este tema en los más diversos lugares, como en la Comisión Investigadora en VIH de la Cámara de Diputados y el Colegio Médico. La respuesta: el desinterés más absoluto.

*Cientista Político, Plataforma Chile PrEP

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