Covid prolongado o persistente también puede afectar a los niños: especialistas están viendo más casos

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Aunque las probabilidades son bajas, los niños pueden continuar con síntomas y secuelas después de un cuadro de Sars-CoV-2.


La pandemia del Covid-19 ha contagiado a 403 millones de personas alrededor del mundo y quitado la vida a alrededor de seis millones de personas. Muchos de los sobrevivientes siguen con síntomas después de semanas e incluso meses del contagio, un cuadro que se conoce como Covid prolongado, Covid persistente o Long Covid.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que “alrededor de una cuarta parte de las personas que han tenido el virus experimentan síntomas que continúan durante al menos un mes, pero una de cada 10 sigue sin sentirse bien después de 12 semanas. Esto ha sido descrito por grupos de pacientes como ‘Long Covid’”.

En los últimos meses, lo que se creía era un cuadro que afectaba a algunos adultos ha tenido un giro. Hoy ya se sabe que el Covid prolongado también puede afectar a los niños.

Según La doctora Nusheen Ameenuddin, pediatra de la Clínica Mayo en Estados Unidos, uno de los daños prolongados vistos en niños por casos de Covid-19, por la forma en que el virus afectó sus cuerpos, son el daño neurológico a causa de los derrames cerebrales.

“Incluso cuando observamos las estadísticas de datos. A a menudo no tomamos en cuenta la cantidad de niños que tuvieron derrames cerebrales por Covid u otros efectos secundarios que alteran la vida. Literalmente tenemos niños cuyos cerebros nunca volverán a ser los mismos, incluso si sobreviven al covid”, agrega.

Concepto de niño y doctor sosteniendo su mano en un hospital

La doctora Lucila Andrade, Neuróloga Infantil de la Clínica Ciudad del Mar, dice que la probabilidad de que niños padezcan problemas neurológicos asociados al contagio de Covid-19 es baja. “Por ejemplo, estudios en Estados Unidos encontraron que solo el 5% sufre complicaciones neurológicas graves” y que estas complicaciones no son distintas de las que podrían darse por otros virus como la influenza o el adenovirus.

Dentro de las enfermedades neurológicas que podría causar un cuadro de Covid-19, Andrade menciona convulsiones, encefalitis, meningitis o neuropatías periféricas, mientras que los factores que incidirían en para tener estos tipos de daño continúan en investigación.

“Hay algunos trastornos –que son trastornos desmielinizantes– que generalmente se recuperan y no dejan secuela, pero hay otros como las meningitis o como las encefalitis que pueden dejar patología secuelar como la epilepsia”. El derrame cerebral sería muy inusual.

De las enfermedades más graves todas tienen tratamiento, pero cuando son muy complicadas en la recuperación eso ya es más lento y tiene un pronóstico distinto”, agrega la neuróloga.

La doctora Ameenuddin dice que “si un niño tiene un derrame cerebral y tuvo parálisis por ese derrame, eso obviamente puede ser una condición de larga vida, pero con terapia quizás puedan recuperar algo de control de la función. Pero realmente depende de la gravedad de lo que sucede”.

Sobre las cifras de niños con Long Covid en Estados Unidos, Ameenuddin dice que aún se está recopilando información y aprendiendo al respecto, pero se están empezando a ver más casos de este tipo “porque vimos que más niños se infectaron durante la fase de Delta y –actualmente– con la de Ómicron, con esas variantes”.

El pediatra infectólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Juan Pablo Torres, afirma que es complejo llegar a una cifra que “refleje la magnitud completa del Long Covid en los niños. Ya sabemos que sería muy bajo, pero dentro de ese porcentaje –que va entre el 1% y 3%– también hay ciertas limitaciones de los estudios”.

“La gran mayoría de los niños, un 99% o 98% no debería tener ningún compromiso o secuela a largo plazo, pero como todo en la pandemia, es dinámico”, agrega.

¿PIMS es parte del Covid Prolongado?

De los efectos post contagio de Covid-19 en niños, uno de los más conocidos es el Síndrome Inflamatorio Multisistémico (PIMS) o también conocido como MIS-C, afección que puede inflamar distintas partes del cuerpo como los pulmones, corazón, riñones o el cerebro, además de ser un posible problema de larga vida de no tratarse.

Virus Sars-CoV-2 infectando una célula humana

Sobre la probabilidad de padecer PIMS, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) los estudios informaron que 1 de aproximadamente 3000 o 4000 niños y adolescentes lo desarrollaron.

Torres, considera que el PIMS no formaría parte del Long Covid “porque el mecanismo y la fisiopatología –ósea lo que hace que se gatille el PIMS– posiblemente es diferente o mucho más intenso de lo que podría ser el Long Covid y, además, como vemos en niños (…) se genera unas 4 o 6 semanas después de tener la infección”.

El Long Covid podría transcurrir por varios meses, mientras que el Síndrome Inflamatorio Multisistémico se resuelve en la mayoría de los casos con tratamiento.

No obstante, “hay reportes de que algún porcentaje muy bajo de niños podría quedar [con secuelas], sobre todo los que tuvieran alguna alteración en sus arterias coronarias”, agregó Torres. Casi el 100% de estas alteraciones “vuelve con el tratamiento a su nivel normal o basal. Podría haber un pequeño porcentaje que pudiera mantener esa condición en sus arterias coronarias, pero el número exacto no lo sabemos y, de existir, sería extremadamente bajo pero preocupante, porque la condición de quedar con algo así no es menor”.

La doctora Nusheen Ameenuddin tiene una opinión similar al respecto, afirmando que el PIMS “puede afectar el corazón y los vasos sanguíneos y, lamentablemente, puede ser un problema de larga duración si no se corta con tratamiento temprano”.

Métodos de prevención

Las vacunas siguen siendo una de las múltiples barreras que protegen a la población de SARS-CoV-2, junto con el uso de mascarillas, el distanciamiento social y las medidas de higiene. Ameenuddin también afirma que las vacunas son una buena protección para los niños, previniendo no solo la muerte, sino que también las consecuencias severas.

La doctora Andrade también destaca el rol de los padres en la prevención del contagio. ¿De qué forma? Teniendo una actitud responsable de protección frente a la pandemia y enseñando a los niños las medidas de precaución. “Con los niños más pequeños, si tú les dices que la mascarilla se usa y tienes que lavarte las manos, los niños lo hacen”.

Woman in a disposable mask is teaching her child to wear a respi
Mujer le enseña a su hija a usar una mascarilla.

Mientras que Pfizer espera por ser aprobada en Estados Unidos para ser usada en menores de cinco años. “Aún no hemos tenido la aprobación completa de la vacuna para menores de cinco años, pero –para que entiendan mejor– de los ensayos, estamos teniendo muy buenos resultados y tenemos la esperanza de que tal vez incluso en las próximas semanas podamos comenzar a vacunar a los niños menores de cinco años en Estados Unidos”, dice Ameenuddin.

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