Cómo una “superluna” ayudó a liberar el barco Ever Given en el Canal de Suez

La variación en las mareas y el hecho que la Tierra haya estado más cerca de lo habitual de la Luna, ayudó a liberar al enorme carguero de 400 metros de largo y 220 mil toneladas, que mantuvo bloqueado el paso por casi una semana.


Este lunes, la Autoridad del canal de Suez (SCA) anunció la reanudación del tráfico por el que circula un 10% del comercio marítimo internacional, obstruido casi una semana por la varadura del gigantesco portacontenedores “Ever Given”, barco de 400 metros de largo y más de 220.000 toneladas que mantuvo en vilo a parte de la economía mundial.

Incluso desde el espacio, en la Estación Espacial Internacional, a 400 kilómetros de altura, el cosmonauta ruso Sergey Kud-Sverchkov, que ha estado viviendo y trabajando en el laboratorio en órbita desde octubre, compartió imágenes tomadas desde su punto de vista orbital del ahora famoso Ever Given atrapado en el Canal de Suez. Por su parte, la Agencia Espacial Europea publicó imágenes de su satélite Copernicus Sentinel-1 comparando el tráfico típico del Canal de Suez con la situación del jueves 25 de marzo, cuando se había acumulado un atasco detrás de la nave.

El lunes al amanecer, el barco había comenzado a moverse, después de la liberación de su popa, inmovilizada en la orilla occidental del canal. Las maniobras continuaron con la ayuda de varios remolcadores, hasta que el buque se encontró de nuevo brevemente atascado en el canal. Posteriormente y tras su liberación final, autoridades mencionaron que 30 mil metros cúbicos de arena habían sido dragados a una profundidad de 18 metros y 13 se desplegaron remolcadores.

Según la revista especializada Lloyd’s List, 425 buques estaban bloqueados a ambos lados del canal que une el mar Rojo y el Mediterráneo y se necesitarán alrededor de tres días y medio para que el tráfico sea reabsorbido. Mientras tanto, el barco se dirige hacia una zona fuera de canal para ser revisado.

Imágenes de Copernicus Sentinel-1 tomadas el 21 de marzo, antes que el Ever Given se atascara, y el 25 de marzo. Se observa claramente la acumulación de barcos que esperan pasar por el Canal de Suez.

Ayuda estelar

Pero la compleja tarea no habría podido resolverse sin la ayuda de la Luna, y el efecto secundario de las subidas y bajadas de marea. Éstas son más extremas cuando la Tierra se alinea tanto con el Sol como con la Luna, objetos que ejercen la mayor atracción gravitacional en nuestro planeta.

Cuando hay Luna llena o la Luna está en su nueva fase, su atracción gravitacional se suma a la del Sol, lo que resulta en mareas altas y bajas más intensas, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

Por suerte para quienes estaban trabajando en liberar al gigantesco barco, la Luna estaba en su fase llena este domingo 28, y con su punto más cercano -llamado perigeo-, hoy martes 30 de marzo. El perigeo también puede acentuar las mareas extremas causadas por lunas llenas y nuevas, de acuerdo al NOAA.

Según el New York Times, el Canal de Suez pudo haber visto niveles de agua aproximadamente 46 centímetros más altos de lo habitual.

“Nos ayudó enormemente la fuerte marea descendente que tuvimos esta tarde”, dijo Peter Berdowski, director ejecutivo de Boskalis, la empresa de salvamento encargada de liberar a Ever Given. “En efecto, tienes las fuerzas de la naturaleza empujando fuerte contigo, y ellas empujaron más fuerte de lo que los dos remolcadores de mar podrían tirar”.

Pérdidas millonarias

Numerosos remolques y dragas para aspirar la arena debajo del navío fueron movilizados en las operaciones.

Además, el valor total de las mercancías que estuvieron bloqueadas difiere según las estimaciones: desde 3.000 millones de dólares diarios según Jonathan Owens, experto en logística de la universidad británica de Salford, hasta 9.600 millones según Lloyd’s List.

Las autoridades del canal subrayaron por su parte que Egipto perdía entre 12 y 14 millones de dólares por día de cierre.

Aunque en un principio se atribuyó el incidente a los fuertes vientos combinados con una tormenta de arena, no se descartó que un “error humano” haya provocado el incidente.

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