Científicos descubren un componente clave para la vida en una misteriosa luna de Saturno

Géiseres de la corteza helada en el polo sur de la luna Encélado de Saturno, capturadas en 2009 por la nave espacial Cassini de la NASA. Créditos: NASA.

Científicos encontraron evidencia de la presencia de fosfato en la luna Encélado de Saturno gracias al registro de granos de hielo recopilados por la sonda Cassini de la Nasa, aumentando la expectativa respecto a la presencia de vida en el cuerpo celeste.


A 26 años del lanzamiento de la sonda Cassini al espacio y seis años desde su “defunción” por el agotamiento de combustible, el dispositivo espacial sigue ayudando a la comunidad científica en el estudio y conocimiento del espacio, pero por sobre todo de Saturno y sus lunas.

Gracias a los datos recopilados por Cassini, científicos descubrieron fósforo en forma de fosfatos en el océano subterráneo de la luna Encélado de Saturno, dando optimismo a la comunidad científica respecto a encontrar vida fuera de la Tierra.

El director del estudio, Frank Postberg, científico planetario de la Freie Universitat Berlín, aclaró para la Nasa que “anteriormente, descubrimos que el océano de Encélado es rico en diferentes compuestos orgánicos”, haciendo al satélite un objeto de estudio sobre la posibilidad de vida en otros lugares del universo.

El coeinvestigador dr. Christopher Glein, científico planetario experto en oceanografía extraterrestre y geoquímico del Southwest Research Institute (SwRi), aseguró que “hemos encontrado abundante fósforo en muestras de hielo de penachos que brotan del océano subterráneo”.

Desde hace unos años se sabe gracias a la sonda Cassini que Encélado tiene un océano subterráneo bajo una gruesa capa de hielo que la recubre, además de varias grietas que expulsan granos de hielo como géiseres en el polo sur del satélite natural.

Imagen de Encélado tomadas en 2005 por la sonda espacial Cassini de la NASA. Créditos: NASA.

El estudio publicado en Nature, detalla cómo los investigadores a través del registro de datos del Cosmic Dust Analyzer (CDA) del Cassini entre 2004 y 2017, lograron detectar ortofosfato en los granos de hielo del anillo E de Saturno, anillo que se compone principalmente por formaciones congeladas expulsadas por Encélado a la órbita de Saturno.

La presencia de este ortofosfato probaría que el fósforo estaría fácilmente disponible en la superficie congelada del océano de la luna.

“Usar un modelo para predecir la presencia de fosfato es una cosa, pero realmente encontrar la evidencia de fosfato es increíblemente emocionante”, expresó Glein, detallando que " encontramos concentraciones de fosfato al menos 100 veces más altas en penachos formados de las aguas oceánicas de la luna que en los océanos de la Tierra”.

El fosfato, un componente clave para la vida descubierto en una misteriosa luna de Saturno

El fósforo en forma de fosfato, además de no ser abundante, es uno de los elementos esenciales para la vida, este se compone de moléculas de sodio, oxígeno, hidrógeno y fósforo unidos químicamente.

Cumple un rol importante en la creación de ADN y ARN, moléculas portadoras de energía, membranas celulares, huesos y dientes en todo ser vivo, incluso en el microbioma marino del plancton.

Es por ello que las sospechas de vida extraterrestre aumentan, ya que, a pesar de que anteriormente se había sospechado la existencia del elemento en Encélado, este nuevo descubrimiento evidencia y solidifica su presencia.

Respecto a la vida extraterrestre, Glein enfatizó en que “tener los ingredientes es necesario, pero puede no ser suficiente para que un entorno extraterrestre albergue vida”.

“Con este hallazgo, ahora se sabe que el océano de Encélado satisface lo que generalmente se considera el requisito más estricto para la vida. El siguiente paso está claro: tenemos que volver a Encélado para ver si el océano habitable está realmente habitado” sentenció.

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