Así era el rostro de una de las primeras mujeres conocidas de la historia: revisa las fotos de su cara

Cráneo de Zlatý kůň, que permitió hacer la reconstrucción.

Científicos realizaron una recreación de la cara de un individuo que vivió hace 45.000 años y que se cree que es el ser humano anatómicamente moderno más antiguo jamás secuenciado genéticamente.


La mujer Zlatý kůň es el fósil de una mujer antigua, un humano moderno europeo primitivo, que data de alrededor del 43.000 antes de Cristo. Fue descubierta en las cuevas de Koněprusy en la República Checa en 1950.

Debido a que el cráneo estaba partido por la mitad, los científicos pensaron que se trataba de dos individuos separados. La secuencia de errores continuó, pues en un principio, dada la robustez estructural, los restos se atribuyeron a un hombre, pero análisis posteriores indicaron que en realidad se trataba de una mujer adulta.

Lo mismo sucedió con la edad de los restos, inicialmente la edad estimada fue de ~11.760 años antes del presente (BP). Sin embargo, a través de la secuenciación del genoma realizada décadas después, los científicos concluyeron que el cráneo en realidad pertenecía a una sola persona: una mujer que vivió hace 45.000 años.

La mujer está asociada con el Paleolítico Superior Inicial, la cultura más antigua de humanos modernos en Europa, que se expandió a Eurasia hace más de 40.000 años, luego de su dispersión fuera de África.

Sobre la base de la datación genética, se cree que Zlatý kůň es el ser humano anatómicamente moderno más antiguo jamás secuenciado genéticamente. Su genoma representa un linaje profundamente dividido, basal a la división posterior entre los euroasiáticos orientales y los euroasiáticos occidentales.

Un análisis adicional de su ADN reveló que su genoma tenía aproximadamente un 3% de ascendencia neandertal , que ella era parte de una población de humanos modernos tempranos que probablemente se aparearon con neandertales y que su genoma era el genoma humano moderno más antiguo jamás secuenciado.

Así se reconstruyó el rostro de una de las primeras mujeres conocidas de la historia

Ahora, un ahora, un nuevo artículo en línea publicado el 18 de julio ofrece una nueva visión de su posible apariencia en forma de aproximación facial.

La reproducción fue realizada por Cícero Moraes, un experto en gráficos brasileño, quien en entrevista con el medio Livesciencie cree que las heridas de la mujer pudieron deberse a un lobo o una hiena, ya que mbos estabanpresentes en la fauna en ese momento.

La mujer vista de frente. Crédito: Cícero Moraes

Según recoge Livescience, para reemplazar las partes faltantes, Moraes y su equipo utilizaron datos estadísticos recopilados en 2018 por investigadores que crearon una reconstrucción del cráneo. También consultaron dos tomografías computarizadas, de una mujer y un hombre modernos, mientras creaban la cara digital.

“Lo que más nos llamó la atención fue la robustez de la estructura [de la cara], especialmente la mandíbula [mandíbula inferior]”, dijo Moraes. “Cuando [los arqueólogos] encontraron el cráneo, los primeros expertos que lo analizaron pensaron que era un hombre y es fácil entender por qué. Además de que el cráneo tiene características que son muy compatibles con el sexo masculino de las poblaciones actuales”, que incluía un mandíbula “robusta”.

“Una vez que teníamos el rostro básico, generamos imágenes más objetivas y científicas, sin colorear (en escala de grises), con los ojos cerrados y sin cabello”, dijo Moraes. “Luego, creamos una versión especulativa con piel pigmentada, ojos abiertos, pelaje y cabello. El objetivo de la segunda es brindar una cara más comprensible para la población en general”.

Parte del proceso de recontrucción del rostro de la mujer. Crédito: Cícero Moraes

El resultado es una imagen realista de una mujer con cabello oscuro y rizado y ojos marrones.

“Buscamos elementos que pudieran componer la estructura visual del rostro solo a nivel especulativo ya que no se aportaron datos sobre cuál sería el color de piel, cabello y ojos”, dijo Moraes.

Reproducción de la mujer. Crédito: Cícero Moraes

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