Ratificación del convenio 169, el principal desafío de Moreno en el MDS

alfredo moreno

Como próximo ministro de Desarrollo Social, el saliente timonel del empresariado deberá revisar además el cumplimiento de la Agenda de Desarrollo Sostenible de la ONU, la implementación de la ley de inclusión laboral de discapacitados, la preparación de la encuesta Casen 2019 y el nuevo Ministerio de la Familia. En lo inmediato, ya se alista la incorporación de la cartera al comité político.




De un perfil marcadamente sectorial a una cartera con influencia política y estratégica. Ese es el nuevo sello que tendrá el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) a partir del próximo 11 de marzo, con la llegada de Alfredo Moreno como titular de la cartera.

Si bien durante el primer gobierno de Sebastián Piñera se modificó la orgánica del entonces Ministerio de Planificación (Mideplan) -pasando a ser el MDS e instalándose el gabinete ministerial al lado del estratégico "segundo piso" del palacio de La Moneda-, ahora la apuesta de la nueva administración es más ambiciosa: la incorporación de la cartera que comandará Moreno al influyente comité político de ministros que ya integran Interior, Segpres, Segegob y Hacienda.

[ze_adv position="adv_300x100" ]

Con ese nuevo estatus, el saliente timonel de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) tendrá "línea directa" con el nuevo gobernante y un peso más estratégico al interior del gabinete.

Su llegada al comité político, que sucedería durante las primeras semanas de la instalación del nuevo gobierno, aparece hoy como la tarea más inmediata del ingeniero industrial UC y MBA de la Universidad Chicago, dentro de un conjunto de otros desafíos que también deberá enfrentar.

"Fierro caliente"

En materia de definiciones institucionales, uno de los desafíos más complejos que deberá enfrentar el futuro ministro de Desarrollo Social es la eventual no ratificación por parte de Chile del Convenio 169 de la OIT, que establece una serie de obligaciones que deben cumplir los Estados suscritos en favor de los pueblos originarios, así como la consulta obligatoria en temas vinculados a proyectos de inversión.

Según establece el propio tratado suscrito por Chile en septiembre de 2008 -durante el primer gobierno de Michelle Bachelet- y que entró en vigencia en septiembre de 2009, cada 10 años el convenio debe ser ratificado por el país firmante.

[ze_adv position="adv_300x250-A" ]

El tema aparece como una materia sensible para el próximo gobierno. Las comunidades indígenas abogan por mantener a Chile dentro del tratado, mientras el sector privado ve el Convenio 169 y el proceso de consulta como un obstáculo al desarrollo. En tanto, ha trascendido que la implementación del tratado no tendría conforme al próximo mandatario.

El retiro de un convenio internacional como el 169 es una atribución exclusiva del Presidente de la República, que debe ser tratada a través de un proyecto de ley en el Congreso. Entre mitad de este año y septiembre debiera ser zanjada esta discusión.

[ze_adv position="adv_300x250-B" ]

El actual titular del MDS, Marcos Barraza, señaló ayer a La Segunda que "retirarse del convenio 169 sería una pésima señal. Sería involutivo desde el punto de vista de la convivencia".

Según lo regula el propio tratado de la OIT, si un miembro no hace uso de su derecho a "denuncia" quedará obligado durante un nuevo período de 10 años.

Otra de las materias sensibles que deberá analizar Moreno en conjunto con otros ministerios es el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En septiembre de 2015, Chile -como parte de 193 países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU)- adoptó la Agenda 2030, que es un plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad que tiene por objeto fortalecer la paz universal dentro de un concepto más amplio de la libertad. De acuerdo al último diagnóstico realizado por el actual gobierno, la agenda aún "plantea desafíos persistentes para Chile, como es la reducción de la desigualdad en sus distintas dimensiones, en los planos económico, social y medioambiental, por grupos específicos de la población (considerando vulnerabilidades y ciclo de vida) y en sus distintas áreas geográficas".

[ze_adv position="adv_300x250-C-net" ]

Por otro lado, con la publicación de dos reglamentos, durante el primer trimestre de este año, la Ley de Inclusión Laboral para Dispacitados entrará en vigencia. Dicha implementación también deberá ser abordada por Moreno en conjunto con el Ministerio del Trabajo.

Otros desafíos del futuro ministro es el envío y aprobación del proyecto de ley que transformará al actual MDS en el Ministerio de la Familia y el Desarrollo Social y la preparación de la encuesta Casen 2019. Respecto de ese último punto, Moreno deberá definir si la Cepal seguirá calculando la tasa de pobreza por ingresos.

Desde el mundo de la organizaciones ligadas a la lucha contra pobreza y las políticas sociales aún no se han querido referir a las expectativas que tienen con la llegada de Moreno al MDS. Se espera que a más tardar la próxima semana Alfredo Moreno se reúna con el saliente ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.