Startup china es la gran competencia de Starbucks en el país

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Inside a Luckin Coffee store in Beijing. Photographer : Gilles Sabrie/Bloomberg

Luckin significa eficiencia: sus tiendas no funcionan con efectivo y se supone que los clientes deberían poder tomar su café sin hablar con nadie.


Luckin Coffee, una startup China cuya apuesta es la venta de capuchinos a ejecutivos afanados, gasta millones de dólares al año en la apertura puntos de venta con el objetivo de desbancar a Starbucks Corp. como el mayor vendedor de café en el país.

Luckin Coffee abrió hace aproximadamente un año, el retador local confía en que tiene un modelo ganador: pequeños establecimientos de café que superarán en número a los cafés de Starbucks para fin de año, una aplicación que acelera las entregas en unos 18 minutos y montones de grandes descuentos. En su carrera por superar al arraigado rival, la startup ha quemado rápidamente US$130 millones por año, según la empresa con sede en Xiamen, en la costa sudeste de China.

"China es el mejor mercado de Starbucks ahora y el más rentable, pero les tomó nueve años de grandes pérdidas", dijo el jefe de estrategia, Reinout Schakel, en una entrevista en Pekín esta semana. "Seremos más rápidos que ellos". El éxito que Luckin ha tenido hasta ahora está ejerciendo presión sobre Starbucks, que a hoy no tenía un rival significativo y dominaba el mercado con más del 50% de participación.

Las compañías están empleando enfoques muy diferentes para participar en el mercado minorista de café de US$3.200 millones, el de mayor crecimiento y segundo más grande de Starbucks. Es probable que la competencia se caliente con la desaceleración del mercado en China.

Actualmente valuada en US$2.200 millones y respaldada por inversionistas, Luckin ha enfatizado la conveniencia de su modelo de negocios, apostando a que los ejecutivos chinos preferirían un acceso fácil que ciertas banalidades, y pagar aproximadamente 30 por ciento menos por una taza de café Luckin.

Mientras que el rival global se enorgullece de la calidez y el servicio que representan los cafés diseñados como un "tercer espacio" entre el hogar y la oficina, Luckin significa eficiencia: sus tiendas no funcionan con efectivo y se supone que los clientes deberían poder tomar su café sin hablar con nadie.

"Si yo fuera inversionista en Starbucks, también invertiría en Luckin para cubrir mis apuestas", dijo Schakel, quien también es director financiero.

La asociación de marca, la preferencia de gustos y las capacidades de investigación y desarrollo que Starbucks aporta son barreras mucho mayores para que Luckin pueda superarlas, dijo el socio de OC&C Strategy Consultants, Jack Chuang.

Al tratar de cambiar el enfoque de su competencia con Starbucks, Schakel dijo que China tiene el potencial suficiente para sostener más de una cadena. Los consumidores chinos actualmente beben solo de 4 a 5 tazas por habitante, en comparación con unas 300 tazas en países como Taiwán, Hong Kong y Corea del Sur, dijo.

A pesar de que se enfrenta a un gran desafío, Luckin sabe que Starbucks continuará liderando el camino con sus recursos considerablemente mayores para promover el consumo de café en China, un país tradicionalmente bebedor de té. Luckin se centrará en la expansión en ciudades de nivel 1 y 2, mientras ve cómo Starbucks se adentra cada vez más en las zonas rurales de China, dijo.

"Por supuesto que somos competidores, pero al final los dos queremos que el mercado crezca", dijo.

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