El aporte de nueva la Línea 3 a la reducción de emisiones

Usuarios del metro ocupan la nueva línea 3 en Universidad de Chile
SEBASTIAN BELTRAN GAETE/AGENCIAUNO

Según un estudio realizado por el área de Planificación y Desarrollo del Ministerio de Transportes, sólo para el caso del CO2 el nuevo trazado evitará el equivalente a más de 30 mil vehículos a gasolina o 27 mil diésel durante el año. PM10, PM2.5 y NOx están entre los elementos químicos más peligrosos para la salud.


La reducción de emisiones contaminantes con el inicio de la operación de la nuevaLínea 3 en Santiago -que fue inaugurada el 22 de enero- será de más de 211 mil toneladas en 2019, según un estudio del Área de Planificación y Desarrollo del Ministerio de Transportes (MTT) (ver gráfico).

Sólo en el caso del CO2, el ahorro equivaldrá a 30.657 vehículos a gasolina o 27.120 a diésel. "Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de millones de chilenos, con una reducción de sus tiempos de traslado, más prestaciones para hacerlos cómodos y entretenidos, y con tecnologías para optimizar la experiencia de viaje y reducir las emisiones contaminantes en nuestras ciudades, tal como también sucede con los buses eléctricos y ecológicos que estamos introduciendo en Santiago y que replicaremos en regiones", dice Gloria Hutt, ministra de Transportes.

Para hacerse una idea, se estima que cerca de un tercio de la energía consumida en Chile se destina al transporte, donde, principalmente, se utilizan derivados del petróleo, quienes representan el 20% de las emisiones de CO2.

"Con la expansión histórica de Metro, junto con la incorporación de la electromovilidad, estamos cambiando paradigmas en el transporte público, fomentando un servicio limpio, sostenible y altamente valorado por las personas", manifiesta Hutt.

De esta manera, el Ministerio de Transportes busca que la incorporación de estas nuevas tecnologías permitan el desarrollo de una ciudad más sustentable y limpia, en línea con los tratados internacionales a los que está suscrito Chile. "Estamos cumpliendo con parte de los compromisos del Acuerdo de París, que buscan reducir en 30% las emisiones contaminantes y los gases con efecto invernadero hacia 2030", asegura Hutt.

Es importante destacar que hoy la Región Metropolitana cuenta con 200 buses eléctricos, sin embargo, la meta es que el 100% del transporte público utilice esta energía al 2040.

Análisis de impactos

Los contaminantes considerados por el estudio son aquellos identificados como perjudiciales para la salud y el bienestar de los humanos: PM10, PM2.5, NOx, HC y CO, y también de otras emisiones responsables del cambio climático, como el CO2.

Dentro de estos elementos químicos, se destaca el PM10, PM2.5 y NOx como los más peligrosos. Sus mayores efectos sobre la salud y elevada presencia en el área, en 1996 se declaró a la Región Metropolitana como "Zona Saturada por Ozono" y área de latencia para los óxidos de nitrógeno.

Cabe destacar que la reducción de emisiones y consumo de combustible atribuido a la puesta en marcha de la Línea 3, proviene del traspaso de la demanda de viajes desde los modos motorizados de superficie (buses, taxis, taxis colectivos y automóviles) hacia el metro.

Uno de los factores clave es el traspaso de usuarios de automóviles particulares, pues al reducirse la cantidad de kilómetros recorridos, se ajusta la oferta de buses en aquellos servicios que compiten con el trazado del Metro.

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