Las claves para recuperar la inversión

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¿Sabía usted que más del 80% de las empresas no logra retornos que compensen el costo de capital para sus inversionistas?

Según un estudio publicado en Forbes, en enero de 2018, salvo la industria de tecnología, ninguna otra ha logrado retornar el "costo de oportunidad" del capital en el último año. Es decir, el retorno que pudo haber obtenido el inversionista si hubiera destinado su capital a otra inversión de similar riesgo.

En Chile esto ocurre en muchas industrias. Es un tema crítico en aquellas más intensivas en el uso de capital (como minería, energía e infraestructura) donde la caída en los niveles de productividad, el aumento sostenido en costos y los mayores riesgos por temas regulatorios, laborales, ambientales y sociales, nos han llevado al punto en que cada vez son menos los proyectos y empresas que logran retornos suficientemente atractivos para sus inversionistas.

¿Qué se puede hacer frente a este escenario? En primer lugar, un esfuerzo importante por mejorar la eficiencia en el uso del capital. Todas las empresas conocen bien sus ingresos. Una gran mayoría conoce sus costos, sus márgenes y su utilidad.

Pero son muy pocas las que realmente conocen el costo de oportunidad del capital que están utilizando. Esto es, el retorno que tendría invertir el valor de los activos, propiedades, equipos, inventarios, capital de trabajo y caja, en otras inversiones de similar riesgo.

La pregunta ácida que todo directorio y ejecutivo debe hacerse es: ¿y si vendiéramos estos activos (o la empresa entera) y devolviéramos el capital a nuestros accionistas, podrían ellos obtener un mayor retorno con similar riesgo?

Segundo, mejorar el gobierno corporativo de las empresas. Los accionistas, o los dueños del capital, deben tener una voz y ejercer un contrapeso real en la gestión de la empresa. Esto pasa, primero que nada, por entregar más información y tener una mayor transparencia en la gestión.

Es altamente recomendable también que exista un directorio balanceado, con directores independientes y con prácticas de gobierno corporativo rigurosas, que protejan el valor del negocio.

La pregunta ácida en este caso debe ser "¿están protegidos de manera adecuada los intereses de los inversionistas, que son tan legítimos como los de los trabajadores, los clientes y la sociedad?".

Finalmente, se debe promover un escenario donde exista mayor competencia e innovación. Lograr esto es responsabilidad compartida.

Los inversionistas deben empoderarse; los directorios deben elevar el nivel del juego; los ejecutivos tomar decisiones de gestión balanceando los intereses del capital con los demás intereses de la empresa; el Estado o regulador procurar que haya competencia sana, y reglas del juego claras y estables; y las universidades transformarse en actores claves que promuevan una mayor competitividad e innovación en el mundo empresarial.

Queda claro que hay trabajo por hacer. Pero si todos los actores trabajamos en conjunto, cada uno en su rol, seguro podremos hacer que Chile retome su posición de liderazgo como destino de inversión.

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