La familia Eblen deja Latam Airlines

Ramón Eblen Kadis, junto a Ignacio Cueto, presidente de Latam Airlines.

Fueron socios históricos desde los inicios de la compañía. Los Cueto y los Eblen partieron juntos; traspasaron la firma a sus hijos y siguieron tras la principal aerolínea regional... hasta hoy. En septiembre salieron de la propiedad. Andes Aérea enajenó su 3,19%. La familia optó por no seguir en esta nueva etapa.


Hasta junio de este año, Andes Aérea SpA aparecía como el séptimo accionista del grupo Latam. Reportes de la CMF lo posicionaban con el 3,19% de las acciones. Tres meses después, esa presencia se diluyó. En septiembre, Andes Aéreo ya no aparecía entre los socios de la compañía. Había sido un secreto a voces: el grupo Eblen terminaría su historia en la aerolínea y dejaría de ser accionista.

Los socios históricos de la compañía operaban básicamente vía Andes Aérea, vinculada a Ramón Eblen. Además, estaba Inversiones Pía, de Clemente Eblen, con un 0,69% de la firma; y Comercial Las Vertientes, controlada por Jorge Eblen, con un 0,68%. En total, a diciembre de 2021, el grupo tenía un 4,56% de Latam. Hoy, ninguna de esas sociedades está en los registros de accionistas.

La Bolsa de Comercio refrenda esos movimientos. El 8 de septiembre, Andes Aérea enajenó su 3,19%, en total eran 19.339.670 acciones. Cada acción fue vendida en $48,16: hoy el papel vale $53. Recaudaron $931 millones. Tan solo US$1 millón.

La operación fue justo cinco días antes de que Latam Airlines abriera el período de opción preferente para que sus accionistas suscribieran nuevos papeles por US$800 millones y bonos convertibles por casi US$ 10 mil millones. Todo ese proceso reconfigurará completamente la propiedad de la aerolínea. Y la familia Eblen ya no estará.

Los inicios de la alianza

Fue Boris Hirmas quien invitó a Ramón Eblen Kadis a formar parte de la en ese entonces Lan Chile. Era 1993, la aerolínea se había privatizado unos años antes, y Juan Cueto junto a Sebastián Piñera habían puesto sus ojos sobre ella. Cercanos recuerdan que primero Cueto invitó a su amigo Boris Hirmas a formar un grupo para comprar la aerolínea. Este último había formado parte de Aeroméxico, por ende, les aportaría el conocimiento de la aviación comercial a una familia que siempre había estado vinculada al transporte de carga. Hirmas era primo hermano de Cecilia Hirmas, casada con Ramón Eblen. Hirmas invitó a este último a ser parte. Con Cueto y Piñera no se conocían.

Los Eblen Kadis son tres hermanos. Ramón (77) el mayor, seguido de Clemente (69) y Jorge, de 67 años. De familia libanesa, su padre tenía una hilandería. Al morir, los hermanos se hicieron cargo. A través de The Jeans Company (TJC) tuvieron por años la representación de Levi’s y Dockers.

Ramón, al ser el mayor, lideró los negocios. De hecho, él se involucró en Latam. Personas al tanto precisan que a Clemente y Jorge no se les veía en la firma. Ramón, en tanto, asumió como director en la aerolínea en 1994.

En Latam, si bien no conocía a sus socios, se forjó rápidamente una relación estrecha con los Cueto... primero con el patriarca, y luego con los hijos. Siempre fue parte del grupo controlador. Y nunca -aseguran testigos de aquellos años- se vio una discusión entre ellos.

Al morir Boris Hirmas -recuerdan cercanos- su sucesión quiso vender y Ramón se hizo de parte de ese porcentaje.

Un ex director lo recuerda así: “Ramón estaba siempre mirando lo fundamental y poniendo aviso cuando veía que no se estaba mirando lo central”, señala. Y ejemplifica: “Reconocía que podíamos ir mejorando, pero a renglón seguido agregaba, ‘Seguimos perdiendo plata en tal ruta. ¿Vamos a llegar a ganar plata en esto?, ¿cómo creamos valor?, etc.”.

Ramón Eblen dejó el directorio de la firma en 2017. Fue el segundo de sus hijos, Nicolás Eblen Hirmas (40 años), quien lo sucedió en el cargo. Ingeniero industrial con un posgrado en Administración de Empresas de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, Nicolás es hoy quien lleva las inversiones de la familia. Ramón Eblen -confidencian cercanos- ya no está en el día a día.

Nicolás Eblen es el gerente general de Inversiones Andes desde 2010, cuyo centro de operaciones está en Apoquindo 4499, Las Condes. Bajo este paraguas operan en variados rubros: desde la salmonicultura hasta la agricultura.

Ramón Eblen, de hecho, fue uno de los primeros salmonicultores locales. En 1989 -tras comprar un campo en Pucón, llamado La Cascada- estableció su primera piscicultura. Y si bien ha entrado y salido del rubro un par de veces -tras vender empresas- hoy es el controlador de Marine Farm, que produce salmón coho, salmón del Atlántico y trucha. Además de la naviera Río Dulce.

Asimismo, tiene la sociedad agrícola La Cascada, con dos áreas de negocio: la división de frutas y la de Wagyu. En este último negocio son los líderes nacionales. Se describen como la mayor empresa de cría, alimentación y exportación de carne de vacuno Wagyu. En 2016 ya exportaba 56 animales al mes, unos 20 mil kilos de carne a, básicamente, grandes hoteles y cadenas de turismo. La firma posee, además, más de 117 hectáreas de palta Hass; 53,8 hectáreas de naranjas y 52 de viñedos.

Nicolás es director de Granja Marina Tornagaleones S.A., Río Dulce S.A., Patagonia SeaFarms Inc. y Sociedad Agrícola La Cascada Ltda. Su mano derecha es el CFO y ex Moneda, Cristián Halabi. Contactados, él y Nicolás fue imposible obtener respuesta.

En mayo de 2020, Latam Airlines anunció el ingreso al Capítulo 11 de EE.UU. ante su compleja situación financiera producto del Covid-19. Ese mismo año, el grupo Eblen constituyó Andes Aérea SpA -vehículo a través del cual participaban en Latam-, tras la división de Inversiones Andes II SpA. Los controladores eran Inversiones Andes, Inversiones Santa Cecilia, Inversiones San Nicolás, Inversiones Santa Carolina e Inversiones San Ramón, todas sociedades que hacen alusión a los nombres de los hijos de Ramón Eblen. En 2021, Andes Aérea realizó un aumento de capital por $116.651 millones, quedando en $222.109 millones.

Con el Chapter 11, los actuales accionistas perdieron casi todo. Hubo una manera de recuperar algo, pero a alto riesgo: los Eblen aportaron US$50 millones al DIP (Deudor en Posesión, por sus siglas en inglés) para rescatar a la compañía. El financiamiento tenía una tasa de interés que promediaba el 25%. Ese monto fue pagado el pasado 14 de octubre a la familia. Ahora, ya no hay deudas pendientes con Latam. Y los socios históricos dan un paso al costado... de la propiedad y, en esa línea, del directorio. Tras la conversión de los bonos, la mesa se renovará. Nicolás Eblen dejará su puesto en la mesa; la última señal del término de la alianza Cueto-Eblen.

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