La destacada experiencia de cuatro forestales que organizan redes de prevención comunitaria contra incendios

La destacada experiencia de cuatro forestales que organizan redes de prevención comunitaria contra incendios

La experiencia se basó en modelos internacionales, pero fue “chilenizada”. Dos de las firmas más reconocidas, Arauco y CMPC, además de otras dos de menor perfil público, Comaco y Vista Hermosa, patrocinan cerca de 450 comités comunitarios, con un gasto anual cercano a US$1,6 millones. Una cifra mucho menor a la que gastan en el combate de los siniestros, además de las medidas preventivas propias que desarrollan en sus predios. “Siempre invertir en prevención será mejor que invertir en combate”, destacan.


“Los incendios forestales se apagan en invierno”. Esa es una de las tantas frases que en la Red de Prevención Comunitaria, iniciativa conformada por cuatro empresas forestales, usan para convocar a vecinos de zonas de interfaz rural, las más expuestas al riesgo de los voraces incendios forestales que han asolado el país. Como ocurrió con los fatídicos eventos del fin de semana pasado en las comunas de Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana, dejando hasta el momento 131 personas fallecidas.

La idea de crear esta red, de hecho, surgió justo después de los primeros megaincendios que arrasaron con localidades completas. Fue en 2017, luego de los eventos de enero de ese año que redujeron a cenizas las 5.000 viviendas de Santa Olga, en la región del Maule.


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Conformada actualmente por cuatro empresas del rubro forestal -Arauco, del grupo Angelini; CMPC, del grupo Matte; Comaco, de la familia Zunino Besnier; y Vista Hermosa, relacionada un fondo de inversión administrado por BTG Pactual, que en 2021 adquirió 80 mil hectáreas pertenecientes a Arauco, de las más de 1.108.460 hectáreas que tenía por ese entonces en patrimonio forestal-, la red se basa en una idea que suena más simple de lo que es: desarrollar las capacidades de las propias comunidades para que, de manera organizada, adopten medidas preventivas por sí mismos.

Trabajo muy similar al que Conaf, junto a Caritas Chile, desarrollaron en la hoy icónica Botania, un barrio de 70 casas en Quilpué que salvó ileso de los megaincendios de hace una semana.

La destacada experiencia de cuatro forestales que organizan redes de prevención comunitaria contra incendios. En la foto, Botania, barrio que salvó de ser quemado gracias a medidas preventivas de Conaf y Caritas Chile.

La limpieza de terrenos, áreas verdes, creación de cortafuegos, despeje de empalmes eléctricos, vigilancia 24/7 y alertas tempranas a empresas de transmisión eléctrica, son parte de un conjunto de 15 acciones, enfocadas en tres ejes -prevención, educación y reacción coordinada- que los comités definen para realizar por parte de vecinos y actores del territorio dentro de un año calendario. Todas guiadas por gestores, que suman actualmente un total de 25 profesionales en todo el país -ingenieros en prevención de riesgos, trabajadores sociales, psicólogos, y profesores, entre otros- destinados para los cerca de 450 comités que se han constituido a la fecha, entre las regiones de O’Higgins y Los Lagos.

De ellos, 329 están patrocinados por Arauco, 100 por CMPC, 2 por Comaco y 13 por Forestal Vista Hermosa.

Pero ¿cuál el impacto? El 50% de los comités que trabajan con la Red de Prevención Comunitaria no han tenido nuevos incendios, de acuerdo a las propias estimaciones de la entidad.

La destacada experiencia de cuatro forestales que organizan redes de prevención comunitaria contra incendios. En la foto, el cinturón de protección en torno al hospital en Florida.

El costo para cada forestal de patrocinar dichos comité bordea, en promedio, de 7 a 8 UF mensuales. Así, en su conjunto, las compañías invierten una cifra que asciende a cerca de US$1,6 millones al año. Montos mucho menores al gasto propio que realizan cada una en forma individual para desarrollar tareas de mantención en sus predios, pero sobre todo en el combate directo de los incendios.

Según CMPC, el presupuesto para la presente temporada de incendios ronda los US$40 millones, un 15% más que lo destinado a dicho ítem en la época anterior. En cambio, para financiar los 100 comités se destinan cerca de $350 millones al año

Arauco invierte cerca de US$13 millones en tareas preventivas, pero el gasto en combates es mayor. Para la presente temporada de incendios, por ejemplo, las brigadas contra incendios están conformadas por 119 profesionales, cuentan con 16 brigadas profesionales con transporte aéreo por medio de helicópteros, dos de ellos para realizar puentes por aire y un super puma. Para patrocinar los más de 300 comités, la inversión ronda los US$1,2 millones.

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“Nos hemos estado preparando para la próxima temporada de incendios con una estrategia exhaustiva de prevención y extinción de incendios”, detalla en su última presentación corporativa la firma del grupo Angelini.

Trabajo con las comunidades

Angelina Castillo, jefe de prevención de incendios en Arauco, e integrante del comité ejecutivo y operativo desde los inicios de la red, describe que tras los primeros megaincendios han tenido mayor receptividad de parte de las comunidades. “Como todo es un proceso, las comunidades que han sufrido una catástrofe en general están dispuestas y se hacen más rápidamente parte de este modelo”, y agrega que el trabajo coordinado con las municipalidades ha sido clave para mejorar aún más los resultados.

“Dentro del modelo, se hacen reuniones al inicio y al término de la temporada de incendios con el alcalde para contarle cuáles son las comunidades que tienen comunidades, cuáles fueron las medidas y cuál fue el porcentaje de cumplimiento”, detalla.

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Cristóbal Palazuelos, subgerente de prevención de incendios en CMPC, quien además trabajó cuatro años en las tareas de combate de los siniestros, cuenta que el modelo “es una copia chilena de un modelo sudafricano”, y que desde su inicio, ha demostrado ser exitoso.

“Lleva seis o siete años, y en este tiempo la ocurrencia en general ha ido en aumento, pero en los lugares donde está la red, en sus áreas de influencia, ha ido bajando”, destaca.

Si bien remarca que el crecimiento de los comités ha sido mayor tras los incendios de 2023, cuenta que su sueño es que la red siga creciendo y se involucren más patrocinadores.

“Tienen que pasar estas tragedias (...) en 2023 crecimos un 26% en los comités, y con grandes hitos. Mi sueño es que esto siga creciendo a escalas bien exponenciales, pero que involucren patrocinantes diversos. Este año la Municipalidad de Los Ángeles creó comités, pero por qué no el día de mañana que sean eléctricas o asociaciones agrícolas. Para que esto siga creciendo, no tiene por qué ser sólo al alero de las forestales”, señala.

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Comaco y Vista Hermosa, de mucho menor tamaño que Arauco y CMPC, no se quedan atrás.

Alejandro Ordoñez, ingeniero forestal de la firma ligada a BTG Pactual, cuenta que se integraron apenas se creó la nueva compañía, en 2021 ya que él previamente conocía la experiencia de los comité.

“Yo la vengo siguiendo desde el año 2017 y efectivamente ha habido una reducción de los incendios, y cuando han habido incendios el daño ha sido menor, porque básicamente las medidas de mitigación han sido muy efectivas”, explica.

Silvia Hormazábal, jefe de protección de incendios y trabajo comunitario en Comaco, detalla que recién en 2023 comenzaron a patrocinar comités, convencidos en que el trabajo preventivo permite disminuir la ocurrencia de los incendios.

“Siempre invertir en prevención va a ser mejor que invertir en combate, porque cuando uno invierte en eso, tiene que pagar el combate y pagar el daño; recuperar casas, recuperar vegetación, la flora, la fauna. En cambio cuando uno evita un incendio, uno evita esos costos”, resume.

Si bien enfatiza en que los presupuestos de una firma familiar son menores en comparación a las grandes forestales, subraya que los incendios de Santa Olga marcaron “un antes y un después” en la industria. “Todos hemos tenido que invertir más en recursos, pero también hemos invertido en prevención. Yo creo que el gasto de prevención se ha incrementado mucho más en relación al gasto de combate, que lamentablemente siempre va a ser mayor hasta que no logremos bajar la ocurrencia”.

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