Juan Sutil: “Hay un voto que es bien volátil. Si Republicanos no actúa de forma responsable, lo más probable es que vaya perdiendo adhesión”

11 Mayo 2023 Entrevista a Juan Sutil, empresario, ex presidente de la CPC Foto: Andres Perez

Su frustración -asegura- es por los 76.000 electores que, a su juicio, se quedaron sin representación. El domingo pasado, el presidente de Empresas Sutil y expresidente de la CPC quedó fuera del Consejo Constitucional por paridad. Pasadas las 21:30, asumió el resultado; que no comparte. Es, dice, “meter la mano en la urna”. Ahora, analiza el devenir del Partido Republicano y le pone paños fríos a su amplio apoyo. Y asegura que la centro-derecha debe armar un gran bloque, o si no puede terminar pereciendo.


El domingo 7 de mayo, Juan Sutil Servoin (61) estaba en el centro de evento Terra en Rancagua. En ese lugar esperaba junto a su equipo los resultados de las elecciones a consejero constitucional. El presidente de Empresas Sutil y expresidente de la Confederación de la Producción y el Comercio iba a candidato por la Región de O’Higgins como independiente, respaldado por Renovación Nacional. Con el conteo de las primeras mesas, vino su primera sorpresa: “Chuta, estamos más bajos de lo que esperaba”, pensó. Las encuestas que había encargado le daban una votación mayor. Al pasar los minutos, esa tendencia se fue afianzando… aunque tenía los apoyos suficientes para salir electo: 75.605 votos, un 13,73% de las preferencias. Pero pasadas las 20:30 horas, ese escenario cambió drásticamente. “El equipo, me dice: ‘hay riesgo de que nos perdamos por paridad’. Y yo les dije: ¿cómo?”, cuenta. Tenían un algoritmo en el computador que iba cargando la información del Servel. El sistema automáticamente planteaba que, si ocurrían ciertos escenarios, la paridad haría lo suyo. “En dos combinaciones yo me perdía y a las 9:30-10 de la noche, se confirmó”. La candidata por RN, Ivonne Mangelsdorff, con 9.325 votos -el 1,69% del total- desplazaba a Juan Sutil. En ese minuto había cerca de 50 personas en el comando. “Pedí que apagáramos el ruido de la televisión y dije: ‘bueno, hay que aceptar, son las reglas del juego’”. Juan Sutil quedaba sorpresivamente fuera del Consejo. Ahora, tiene más de 100 horas de grabación con su trabajo de campaña, propuestas que espera compilar como respaldo de sus ideas.

¿Cómo vivió ese domingo?

Primero, yo esperaba que me fuera un poco mejor, porque las encuestas me daban más votación y en las últimas dos semanas empecé a recibir ataques en redes sociales muy duros que se vieron reflejados en las elecciones.

Estaba acostumbrado a que me trataran de delincuente, ladrón, cuando era presidente de la CPC, pero nunca pensé que me iban a tratar de traidor. Creo que eso me mermó algo la votación, siendo buena de todas formas, incluso mayor que cualquiera de los senadores de la región.

¿A qué atribuye esos ataques?

A veces hay ciertos objetivos electorales y muchas veces se utiliza cualquier herramienta para lograrlo. Yo no las uso, pero otros sí. Lo que se hizo fue una campaña incorrecta.

Esa mala práctica política es muy destructiva y para mí es la principal frustración de haber estado en una campaña política, porque siempre he estado en políticas públicas de verdad. Pero esta cuestión partidaria de pelea chica, de perro quiltro de callejón, lo encuentro muy fome, decepcionante.

¿De quién vino este fuego amigo?

De gente un poco más dura del Partido Republicano. Y también de los sectores duros de izquierda, o sea, un fuego cruzado, donde para unos, uno es delincuente, y para otros, eres traidor, porque yo considero que hay que hacer un proceso constitucional y para ellos, más extremo, eso es traicionar no sé qué.

¿La demanda contra el diputado Ibáñez (CS) se enmarca en eso?

Creo que lo de Ibáñez fue parte de la estrategia, porque fue reiterativo, lo dijo en El Mostrador, TVN, Mega, en varios lados. Y eso además lo condena, porque es una agravante en la causa, que espero que nos vaya bien, que se haga justicia, porque es un desprestigio.

Pero al final, saca la votación necesaria, pero queda fuera por paridad…

Son las reglas del juego. A mí no me parece, y no es una postura de ahora y tampoco es la del picado: yo lo dije claramente en dos debates previos. Dije que a mí parece bien la paridad de oportunidades, hombres y mujeres en la entrada, pero no me parece que en el mundo público se meta la mano a la urna.

Me parece que atenta contra la democracia representativa. Entonces, la frustración, más que en lo personal, es que hay 76.000 electores que se quedaron sin una representación, porque el hecho que haya una tendencia que comparta la compañera de lista no dice relación con la confianza del elector, si no, hubieran votado por ella.

¿Debe corregirse el sistema?

A futuro, sí, sin ninguna duda. Te puedo mostrar la cantidad de WhatsApp, cientos, de los cuales mayoritariamente son mujeres de todos los sectores políticos, en todos los ámbitos de la sociedad, que dicen: ‘esto no puede ser, o sea, la igualdad de oportunidad, de género, tiene límites, no puede ser vulnerada la urna’.

También hay otras distorsiones: su región de O’Higgins elige a tres consejeros, la misma cantidad que el Biobío, que tiene mucha más población. ¿Eso también debe cambiar?

Por supuesto. Y creo que también hay que cambiar, por ejemplo, la capacidad que tienen los gobernadores regionales y los Core. Toda la fiscalización de los gobiernos regionales, comunales e incluso de los ministros, siempre es expost, o sea, ocurre un acto de corrupción y la Contraloría lo determina y los tipos caen presos cinco años después. Entonces, lo que tenemos que pensar respecto a la modernización del Estado tiene que tener la lógica del sector privado, que lo que hace es que previene, porque tiene una virtud distinta, que en la empresa está el accionista, el dueño, que está preocupado de que no le roben la plata; y en el Estado, como la plata no es de nadie, cuando hay un escándalo la gente se preocupa.

¿Cómo evalúa el triunfo de los Republicanos sobre la centro-derecha de Chile Seguro?

El triunfo de Republicanos tiene mérito, pero también hay que tener mucho cuidado porque en la feria y en las caminatas, de repente me topaba con gente que me decía, ‘oiga, yo voy a votar Republicano’. Les respondía: ‘Y por qué, y no por mí, por Chile Seguro’. Me decían: ‘no, porque voté por Boric y ahora voy a votar Republicano’. Entonces, con esa anécdota, que no es una, son varias, se plantea una duda de que esto es pendular y que hay un voto que es bien volátil. Si Republicano no actúa de forma responsable, lo más probable es que vaya perdiendo adhesión.

Además, este voto es en gran parte una reacción al buen discurso respecto de la seguridad, que es un discurso que, de alguna forma, comparto, porque es inaceptable que estemos en los niveles de inseguridad que estamos; es inaceptable que este país haya sufrido la migración descontrolada que hemos sufrido. Entonces yo digo: ‘bueno, ese discurso tiene rédito’, obviamente si la gente está afectada, si tiene que vivir con eso, tiende a favorecer con el voto a quien plantea la reacción más dura.

¿Chile Seguro debió ser un poco más duro?

Chile Seguro está pensando en el futuro a largo plazo del país. Está pensando, y yo lo comparto, en que en Chile se tiene que hacer de una forma que genere unas bases que todos queramos respetar. Y creo que finalmente Republicano se va a tener que sumar a eso. Ahora, ellos tienen algunas posiciones más de bordes que, al final, van a tener que transar, porque si no es imposible gobernar. Uno tiene que pensar que la gobernabilidad es para todos los chilenos, no es para un sector y si no, mira cómo le fue a Boric gobernando solo para su sector hasta el día 4 de septiembre. De alguna forma, ese día le pone una lápida a su proyecto político y una lápida que, a mi juicio, va a ser por varios periodos.

Entonces cuando tú te pones en una posición al otro lado, también muy extrema, como lo quiso plantear Johannes Kaiser de saltarse las reglas del proceso, ese tipo de posiciones son tan arrogantes como la posición que tuvo Giorgio Jackson cuando dijo que tenía superioridad moral. Vamos a ver si por el otro lado empiezan a surgir las voces de que son superiores moralmente, o bien si van a ser mesurados, como son probablemente la gran mayoría que apoya intelectualmente a Republicano.

Republicanos sacó una votación aplastante. ¿Qué debe hacer Chile Seguro?

Chile Seguro tiene un gran riesgo: o se unen como un referente de centro derecha de tomo y lomo, saliendo de la rencilla, y se forma una gran alianza y un gran movimiento, o le puede pasar que termine pereciendo, como hoy está el Partido Radical, el Partido Demócrata Cristiano, el PPD.

Hay que tener un gran referente de centro-derecha claro, como es el PP español, con un discurso sostenido con nuestros valores, nuestros principios, nuestras formas, pero también con aquellas reformas pensando en que las materias sociales también son muy importantes.

¿Qué riesgo se corre con que el Partido Republicano tenga poder de veto?

Eso lo va a hacer correctamente. Creo que no va a haber extremos tipo el diputado Kaiser en la Convención, porque es gente inteligente y esos vetos no los veo, porque eso también les va a impedir a futuro eventualmente aspirar a ser gobierno. La primera prueba de gobernabilidad la tienen que dar en la Convención. Es importante hacer una buena Constitución, salir de la martingala de que todo es culpa de la Constitución del 80, porque eso también es falso, además la Constitución es del 2005 y es la Constitución del Presidente Lagos, entonces yo creo que hay que salir de ese concepto cultural y hacer una Constitución equilibrada.

¿En qué pie quedan las reformas del gobierno?

El proyecto de refundación de la izquierda murió el 4 de septiembre. Hoy día el proyecto tiene que ser hacer una Constitución equilibrada para que el 60%, 70%, 80% de los chilenos, diga ‘está bien, demos vuelta la hoja’. La piedra angular es una buena Constitución, que a lo menos el 60% o el 65 % de los chilenos digamos: ‘ok, estas son las reglas del juego’.

¿Se ve posible llegar a ese porcentaje?

Va a depender de cuán responsables sean quienes tienen la responsabilidad de construir esta Constitución. Y después tiene que haber un pacto tributario de largo plazo, donde, en la medida que Chile vaya creciendo, vaya aumentando la base tributaria de las personas.

Hasta hace poco usted estaba en contacto con Hacienda y el ministro Marcel, ¿Qué rol ha jugado usted en la reforma tributaria?

Cuando me retiré de la CPC, el actual presidente, Ricardo Mewes, dijo que ‘Juan iba a ayudar en el proceso tributario’. Y he ido cumpliendo ese propósito que él me pidió. Y lo voy a cumplir hasta cuando mi presidente lo indique.

Le he hecho ver al gobierno y al ministro Marcel la tozudez de instalar la reforma tributaria por encima de las tasas que son competitivas mundialmente, tal es el caso de la minería, aplicar el 45 y medio a la mediana minería y el 46 y medio a la gran minería como topes de impuestos, cuando en Perú, Canadá, Australia, Estados Unidos, son levemente más bajas, genera un desincentivo de invertir a largo plazo. Entonces, si una empresa va a salir a buscar, quizás es mejor buscar en otro lugar. Dicho esto, creo que la reforma tributaria ya fue, lo que hay que hablar es de un pacto tributario, donde tienes que tener un justo equilibrio entre recaudación y crecimiento, y para eso hay que poner a Chile en marcha.

¿Qué espera hacer ahora? ¿Seguirá ligado a las políticas públicas?

En esto fui muy claro: yo era candidato para el Consejo Constituyente porque quiero, y espero, que Chile tenga una buena Constitución. Y dije en mi campaña que yo era candidato a eso y que no iba a ser candidato ni a concejal, ni alcalde, ni gobernador, ni diputado, ni senador, porque además de no desearlo, me bloqueaba el proceso por cinco años.

Claro, pero ese bloqueo era si resultaba electo…

Está bien, pero en la práctica yo estaba sometido a ese bloqueo, estaba feliz de hacerlo, porque yo siempre pensé que iba a salir electo. Entonces, mi compromiso con la región está. Y creo que lo que voy a seguir haciendo es contribuir desde mi posición empresarial, como corresponde en los temas gremiales. De hecho, soy miembro del consejo de desarrollo agroindustrial de Inacap, que sesiona en Rancagua, en esas materias voy a estar siempre conectado. Y voy a apoyar también al mundo político y probablemente a los candidatos que corresponda en la próxima elección municipal.

¿Apoyar en qué sentido?

Se los puede apoyar con recursos como la ley lo permite, los puedo apoyar en sus campañas, del punto vista estratégico, los puedo apoyar de mil formas, y voy a estar presente porque hay 76 mil electores que me dieron una preferencia y eso a uno le va generando ciertos niveles de compromiso. Y esos compromisos uno los tiene que devolver con cosas concretas.

¿Pero postular a cargos de elección popular?

No, y tampoco estoy dispuesto a seguir en una tribuna pública, en un escenario que es tan destructivo y tan sucio, o sea, yo había estado siempre en políticas públicas, en roles gremiales, en cosas que son un poquito más elevadas, pero cuando tú empiezas a caer en la rencilla chica, destructiva, con malas prácticas, creo que eso es muy complejo porque va generando muy malos ambientes. Eso como que me cansó. En política es bien duro, porque nadie te llama, nadie te dice, oye, disculpa. Es importante entender que esto es una descripción de la realidad, yo estoy en paz, no tengo ningún problema, esto lo he hecho como todo en mi vida por responsabilidad, si mi función es ser empresario y no hay nada que me guste más que ser empresario. Y eso es lo que me motiva, entonces hoy día estoy muy, muy feliz porque vuelvo de lleno a hacer eso.

¿Vuelve de lleno a sus empresas?

Siempre he estado, ahora voy a estar más presente. En materia de mi vida pública, creo que ya cumplí o sea, asumir el rol que asumí en plena crisis del 18 octubre, haber asumido la crisis del Covid y haber respondido correctamente, haber respondido en la crisis económica, en la crisis política e institucional, haber participado también activamente del día 4 de septiembre, de la campaña del Rechazo.

No hay que olvidarse que en algún minuto el 80% de los chilenos votó porque querían una nueva Constitución: obviamente yo no fui del 80%, yo fui del 20% y lo dije públicamente. Entonces, es muy doloroso que te traten de traidor, de vendepatria, con esas prácticas, yo no le veo viabilidad a largo plazo a ese tipo de proyectos políticos, porque fueron las mismas prácticas que usó el Frente Amplio, generando destrucción y mira cómo está.

¿Es la minoría de Republicanos o es un porcentaje importante?

Yo creo que es una minoría, pero bueno, las minorías son las que llevan a los desastres. Hitler y la SS eran una minoría, que representaban menos del 3% de Alemania, y llevó a Alemania a la masacre más grande en la historia de la humanidad. Y Stalin llevó a la humanidad a un gran desastre, donde también murieron millones de personas. Hay que tener mucho cuidado cuando la minoría intelectual de repente lleva a un pueblo a un mal camino.

¿Qué pasa si esta Constitución se rechaza?

Si la Constitución se rechaza, creo que va a quedar vigente la Constitución actual, que la firmó el Presidente Lagos el año 2005. Y hay que hacer reformas en el Congreso, de una vez por todas, y que el Congreso asuma su responsabilidad. Y que la izquierda termine con ese discurso de que esto no es democrático.

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