¿Evitar una guerra fría o alentarla? Las opciones de China y EEUU de cara al G20

Trump and Xi

Aunque Trump se muestra optimista sobre su encuentro con Xi Jinping el 29 de noviembre, su vicepresidente, Mike Pence, ha planteado exigencias difíciles de cumplir para Beijing.


De guerra comercial a guerra fría hay un solo paso. Eso de acuerdo a la percepción del vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence, el mismo que se confrontó con el presidente chino, Xi Jinping, en el marco de la Apec, complicando las perspectivas del encuentro que sostendrá este último con Donald Trump a fines de mes.

Aunque hasta el viernes el mandatario estadounidense era puro optimismo, asegurando que Beijing le envió "una gran lista de cosas que están dispuestos a hacer", las exigencias develadas por Pence pueden resultar difíciles de cumplir para el gigante asiático.

La lista iría más allá de asuntos puramente comerciales, de acuerdo a lo consignado por Washington Post.

Si bien la lista de Pence incluyen exigencias que han estado sobre la mesa en el marco del conflicto arancelario, como evitar el robo de propiedad intelectual y la transferencia forzada de tecnología que según ellos afecta a las empresas estadounidenses, también se abordan asuntos de orden geopolítico.

Entre las peticiones figura el que Beijing contribuya a limitar la libertad de navegación en aguas internacionales y que disminuya la "interferencia" del Partido Comunista de China en la política de países de Occidente.

La hora de la verdad.

Entre el optimismo del presidente estadounidense y la postura más intransigente mostrada por el vicepresidente, es este último el más cercano a la realidad, de acuerdo a Juan Carlos Hidalgo, analista de Cato Institute. "Las demandas que está haciendo EEUU sobre China no son realizables en el corto plazo.

Peor aún, China no va a aceptar hacer cambios sustanciales en su política exterior y económica bajo amenaza de EEUU, al final de cuentas el liderazgo de Beijing teme la percepción que esto pueda generar dentro de su pueblo", sostuvo Hidalgo a PULSO.

En todo caso, solo quedan 10 días para tener mayor claridad al respecto. Todas las fichas se jugarán el 29 de noviembre, cuando los mandatarios y sus equipos negociadores se vean las caras en Bueno Aires para el G20.

De hecho, aunque había fijada una reunión de alto nivel en Washington, de las que participarían Liu He, el principal asesor económico de Xi Jinping, y Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de EEUU, el encuentro fue postargado para llevarlo a cabo en la capital argentina.

Según consignó South China Morning Post, ambos equipos hicieron cambios de último minuto, reprogramado sus conversaciones, de modo que se garantice que las conversaciones tengan un efecto más directo en la reunión entre Xi y Trump.

De acuerdo a la agencia Anxios de Washington, en el mejor de los escenarios se podría lograr un alto al fuego, es decir, que EEUU desista de gravar con impuestos a otras US$267.000 millones de importaciones chinas (con lo que cubriría el total de los envíos del gigante asiático), y subir los actuales aranceles de 10% a 25% en enero.

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