El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo se enfrenta a una votación de destitución por acusaciones de mala conducta

El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Mauricio Claver-Carone ha dicho que cooperó en la investigación. Foto: Juan Karita/ AP

Mauricio Claver-Carone, nombrado por el gobierno de Trump para dirigir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), violó las normas de ética, según una investigación. Había mantenido una relación con una empleada que dependía de él. Además le subió el sueldo en 45%.


Se espera que los principales Estados miembros del Banco Interamericano de Desarrollo voten a favor de la destitución del presidente del banco, Mauricio Claver-Carone, después de que una investigación descubriera una relación romántica no revelada entre él y una empleada del banco, según altos funcionarios de los países con grandes participaciones en el banco.

Personas relacionadas con el asunto comentaron que los accionistas del banco apoyaron unánimemente la destitución de Claver-Carone después de que un bufete de abogados que realizaba una investigación para el banco encontrara pruebas de que había mantenido una relación con una empleada del banco que dependía de él. La investigación también descubrió que Claver-Carone aprobó un aumento de sueldo del 45% para la empleada de alto nivel en menos de un año, según dijeron las fuentes.

Claver-Carone no pudo ser localizado para hacer comentarios al respecto. En una declaración publicada en el sitio web del banco a principios de esta semana, aseguró que apoyaba y cooperaba en la investigación. Negó tener una relación con la empleada y dijo que la investigación no corroboraba las “acusaciones falsas y anónimas” que se hicieron contra él en los informes de prensa.

“A pesar de la ausencia de un proceso legal, cooperé plenamente sin renunciar a mis derechos constitucionales”, añadió Claver-Carone.

Por su parte, un representante del banco señaló que no tenía información sobre la votación del consejo de administración del banco. Sin embargo, personas familiarizadas con la situación dijeron que la junta recomendó el jueves que Claver-Carone fuera removido.

Claver-Carone, un cubano-estadounidense que se había desempeñado como director senior para asuntos del hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad Nacional durante el gobierno de Trump, se convirtió en el primer ciudadano estadounidense en dirigir el BID, lo que enfureció a los gobiernos de la región ya que su nombramiento rompió la tradición de que un latinoamericano dirigiera la institución. Antes de incorporarse al equipo de Trump, Claver-Carone había presionado a favor del embargo comercial de Estados Unidos a Cuba. Y en la Casa Blanca, fue un arquitecto clave en el endurecimiento de las sanciones a La Habana y Venezuela.

A mediados de 2020, el gobierno de Trump lo nombró para dirigir el BID, un prestamista multilateral con sede en Washington que el año pasado concedió más de US$ 23.000 millones en préstamos en toda la región para apoyar programas de lucha contra la pobreza, salud, educación e infraestructuras.

La decisión final sobre la destitución de Claver-Carone la tomará la junta de gobernadores del banco, que está formada principalmente por los ministros de finanzas de los países miembros. Se espera que Estados miembros como EE.UU., Brasil, Argentina, México y Colombia, que juntos suman más del 60% del total de votos, aprueben la destitución la próxima semana, tal como dijeron las personas relacionadas con la situación.

“Después de que una investigación exhaustiva, independiente y creíble descubriera una mala conducta que violaba los principios y valores del Banco Interamericano de Desarrollo, y tras consultar con los socios, Estados Unidos apoya la destitución del presidente del BID”, declaró el representante del Departamento del Tesoro estadounidense, Michael Kikukawa.

Junto con esto, personas familiarizadas con el asunto aseguraron que Estados Unidos estaba preocupado por lo que se consideraba una falta de cooperación por parte de Claver-Carone durante la investigación, incluido el rechazo a entregar su teléfono emitido por el banco y otros registros.

“La denegación del presidente Claver-Carone a cooperar plenamente con la investigación, y su creación de un clima de temor a las represalias entre el personal y los países prestatarios, ha perdido la confianza del personal y los accionistas del banco y hace necesario un cambio de liderazgo”, señaló Kikukawa.

El nombramiento de Claver-Carone para dirigir el prestamista multilateral rompió con una tradición de seis décadas en las que un latinoamericano ocupaba la presidencia de una institución que también proporciona asesoramiento técnico a los Estados miembros.

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