Claudia Pascual (PC): "Esta elección es su decisión frente a las alternativas. No es una decisión inocua. No es algo que no va a tener consecuencia en el día a día"

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En entrevista con Ministra de la Mujer y equidad de género señala que "todas las decisiones políticas que se toman en las colectividades generan indudablemente consecuencias y uno tiene que estar dispuesto a que ellas se den".




La ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Claudia Pascual, parte diciendo que no es vocera del Partido Comunista. Sin embargo, como una de sus militantes más destacadas, hace un análisis del nuevo mapa electoral, el debut de la ley de cuotas en el Congreso y del rol que tendrá su colectividad tanto en el balotaje como en la etapa post 17 de diciembre. Asegura que el deber de su colectividad es "generar las alianzas desde las diversidades más amplias", incluso desde la DC al Frente Amplio. "Todo es posible", dice la secretaria de Estado.

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"Si uno revisa los resultados de las últimas elecciones, más allá de las candidaturas individuales, aquí hay una gran mayoría que quiere seguir transformando al país, que quiere seguir generando mayor cobertura de derechos sociales, que quiere tener un papel más importante", agrega Pascual.

¿A su juicio qué es lo que se juega en esta elección?

-Es una reelección muy relevante, que da efectivamente cuenta de un proceso de definición, de toma de decisión por proyectos de país muy distintos. Más allá de las figuras que encarnan esos proyectos. Creo que esta elección es muy clara la pregunta: ¿Nos estancamos y, en varios aspectos, retrocedemos con respecto de lo que se ha hecho hasta ahora o tenemos la posibilidad de consolidar lo que se ha logrado con el Gobierno de la Presidenta Bachelet y seguir proyectando y consolidando reformas que el país necesita?

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Qué le parece el desempeño electoral del Frente Amplio. Muchos ven en ellos a una nueva izquierda, que le hace sentido a un votante que hoy no apoya a la Nueva Mayoría.

-Es complejo hacer un análisis que pueda sopesar con tanta profundidad esto, precisamente porque tenemos sólo una elección y justo con la primera vez, que se instala este sistema electoral. Ya habían ido como conglomerado en las municipales y el desempeño no es exactamente igual. Por eso, es bien complejo llegar a conclusiones tan profundas. Caer en plantear que unos hacen la nueva política y otros la vieja política, es como descalificar a alguien porque tiene menos años o menos experiencia. Es la misma descalificación que se puede hacer de alguien que tiene más años de juventud acumulada, como dice la Presidenta, o más años de experiencia en estos ámbitos. Es, por supuesto, un conglomerado relevante. Personalmente, creo que hay muchas más cosas que nos unen que las que nos desunen y que por lo tanto, es posible absolutamente conversar, llegar acuerdos y demases. ¿Qué es lo que depara el futuro? Bola mágica no tengo y supongo que vamos a tener que ver el desempeño de todos y todas.

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Y en este escenario, ¿habría esperado más claridad en la postura del Frente Amplio para el balotaje con un apoyo más nítido a Alejandro Guillier?

-Así como no polemizo con mi partido ni con los demás partidos de la Nueva Mayoría, tampoco quiero hacerlo con el Frente Amplio. Lo que espero es que en la segunda vuelta, la ciudadanía pueda manifestarse y dar su opinión. Esta elección es su decisión frente a las alternativas. No es una decisión inocua. No es algo que no va a tener consecuencia en el día a día y en ese marco, a uno siempre le gustaría que dentro de la diversidad, que dentro de las diferencias legítimas que pueden haber dentro de colectividades distintas, existan proyectos e ideas en concreto que nos unan, tal cual como se ha hecho. Soy comunista y mi partido confluyó con los partidos de la Nueva Mayoría (NM) para sustentar el Gobierno de la Presidenta Bachelet y sin embargo, nosotros no pensamos igual a todos los partidos de la NM y ellos tampoco con nosotros. Creo que ha sido tremendamente relevante la capacidad de poder articularnos y poder llegar a tener temas en común con nuestra diversidad. Si uno logra colocar las decisiones que le hacen bien y mejor al país, cuánto de eso podemos avanzar más rápido o más lento, es siempre conversable.

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Pero, ¿le habría gustado que como bloque el Frente Amplio fuera más directo en su decisión?

-Todas las decisiones políticas que se toman en las colectividades generan indudablemente consecuencias y uno tiene que estar dispuesto a que ellas se den. Espero, y estoy convencida, además que las temáticas en el corto y mediano plazo, nos unen más de lo que nos desunen. Por lo tanto, que tengamos la capacidad de efectivamente ponernos de acuerdo, porque lo que está en juego este 17 de diciembre, no es cómo quedo yo, sino cuál es el país que queremos construir. En ese sentido, creo que el bien de Chile, los objetivos de un país que se transforma y que sigue profundizando su democracia, es algo que tendríamos que tener todos en cuenta.

¿Es esencial para el futuro de la Nueva Mayoría el triunfo Alejandro Guillier?

-Creo que no es un problema esencial para una colectividad o no. Lo que me convoca son precisamente los cambios que Chile necesita y no sólo por los resultados de la elección, porque como ministra he hecho una gestión con mucho terreno, con mucha conversación con mujeres y con hombres en las distintas provincias, regiones y comunas. Y los he escuchado valorar los avances, pero también los he escuchado decir falta, que en vez de esto que hicimos podríamos haber hecho otra cosa más. En ese sentido, tengo la más plena convicción que este no es un problema de conveniencia individual ni colectiva de un grupo, esto es un ámbito donde de verdad está en juego el futuro del país. Qué país queremos construir, con qué derechos sociales, qué cosas queremos garantizar y en dónde podemos hacer esfuerzos más acelerados. Y quizás en otros tenemos que ir más gradualmente, pero cómo nos ponemos de acuerdos todos. Este no es un bien para mí o para la Nueva Mayoría, creo que es un tema de discusión donde está puesto en juego es el futuro de todos los chilenos y las chilenas.

¿El Partido Comunista y la Democracia Cristiana podrán convivir de nuevo en un gobierno?

-Hemos convivido, hemos conversado, hemos tenido diferencias y hemos tenido tremendos acuerdos también. He trabajado estos cuatro años con muchas personas, militantes y autoridades de la DC. Y creo absolutamente que es imprescindible ese camino de conversación. Lo que resuelva cada una de las colectividades es nuestro debate político interno, pero estoy absolutamente convencida que es posible.

En esta escenario, después de la primera vuelta el Partido Comunista entró en período de reflexión sobre su rol en el balotaje y en el escenario post elecciones, donde se ha hablado de privilegiar los puentes hacia la izquierda y el Frente Amplio, ¿cómo ve el rol del PC en esta etapa ?

-No me cabe la menor duda que el Partido Comunista, más que en un proceso de reflexión está en un proceso de actuación, porque le interesa que efectivamente que los cambios se sigan produciendo. Por lo tanto, está trabajando para el 17 de diciembre. También, no tengo dudas, que el PC está muy en sintonía y haciéndole honor a su tradición de trabajo político va a buscar las alianzas desde la diversidad. Eso ha sido algo que nos ha caracterizado como partido desde su construcción en 1912 con Emilio Recabarren y digo buscar las alianzas desde la diversidad, porque entendemos que somos un parte, que no somos la totalidad del país y por lo tanto, para poder lograr las transformaciones necesitamos unirnos, conversar y llegar acuerdos con otros y con otras.

¿El PC puede ser la bisagra natural entre la Nueva Mayoría y el Frente Amplio?

-Eso es delegarle una responsabilidad demasiado grande, cuando todos los actores y las actrices políticas tienen indudables responsabilidades en ese proceso. Por lo tanto, creo que todos tenemos que jugar nuestro papel. No me cabe duda que el PC va a ser fiel a su tradición de poder generar las alianzas desde las diversidades más amplias que permitan seguir transformando el país y eso ha sido parte de la construcción de nuestra historia.

¿Qué tan amplias? ¿Desde la Democracia Cristiana al Frente Amplio?

-Todo es posible. Aquí hubo gente que dijo que la DC no iba poder convivir con el PC y nosotros hemos incorporado y hemos sido parte del Gobierno de la Presidenta Bachelet y todo el mundo tiene la certeza de la historia, que hemos empezado y vamos a terminar juntos el Gobierno. Así que todo es posible.

"Este Gobierno, no el anterior, ha tenido un compromiso férreo en la atención a la violencia (contra la mujer)"

El 23% del nuevo Congreso son mujeres, ¿cuál es su balance del debut parlamentario de la ley de cuotas?

-Es un balance positivo por dos cosas. El primero, porque los partidos pudieron cumplir con la legislación y por lo tanto, llevaron como mínimo un 40%. Esto se puso en duda cuando tramitamos la ley, e incluso, se puso en duda meses y semanas antes de la propia inscripción. Y en segundo lugar, porque hemos logrado con los resultados de las elecciones parlamentarias aumentar en 7% la presencia de las mujeres en el Parlamento. Eso nos hace aumentar el ritmo de una elección a otra, estábamos cerca del 2%, y por lo tanto, no nos hemos equivocado cuando hemos dicho que con voluntad política y con los incentivos, se puede lograr. Espero que esto vaya in crescendo. Indudablemente, no digo que estoy satisfecha, porque no, porque me habría gustado más mujeres y que fueran mucho más paritaria la representación en el Congreso.

Hubo dispares resultados en el oficialismo. En el caso del PC, logró aumentar la bancada de diputados, pero no logró llegar al Senado, ¿cómo ve rol de su partido en esta nuevo Parlamento?

- Me parece que la nueva conformación del Parlamento da cuenta de algo que era muy anhelado en nuestro país y que era romper con la lógica del sistema electoral binominal. Esto obligaba a los ciudadanos a tener sólo dos representantes, por cada distritos y circunscripción. Muchas veces la verdadera elección era el proceso de nominación para ser candidato, ya fuera vía primarias o vía interna. Una vez que ya eran candidatos o candidatas, prácticamente ya se sabía quiénes iban a ser los electos. En ese sentido, tenemos ahora un Parlamento mucho más competitivo. Sí, se está haciendo historia, sí está marcando opciones y alternativas. Es indudable que es más diverso y por lo tanto, tendrá tremendos desafíos, que tienen que ver con la capacidad de poder generar acuerdos y proyectos que puedan ir beneficios de las grandes mayorías.

¿Se arrepiente de no haber competido por un cupo parlamentario?

-No me arrepiento. Es algo que conversamos mucho con mi partido. Si hay algo de lo que me siento tremendamente orgullosa es de poder ser parte y carne de esto, de terminar un gobierno. Es la tercera vez en la historia de Chile que somos parte y poder terminar dentro de un gobierno, me parece que es fundamental para dar también una imagen de que los comunistas damos gobernabilidad y que somos responsables también para conducirlo.

Se ha hablado mucho del legado de la Presidenta Bachelet, donde la despenalización del aborto en tres causales es uno de los pilares...

-En el ámbito del legado no sólo tiene que ver con la tramitación de una ley que permite hoy entregar alternativas, respetar las decisiones de la niñas, las adolescentes y las mujeres como es el caso de las despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales. Es un legado mucho más amplio, porque la Presidenta en los ámbitos de géneros va a dejar establecido un ministerio y nuevo Servicio Nacional de la Mujer, va dejar establecida también esta nueva ley electoral parlamentaria que permite tener un criterio de paridad de género y tener un financiamiento público mayor para las campañas de mujeres candidatas. También tener legados tan importantes como la creación del delito del maltrato corporal único relevante y haber eliminado la precalificación del maltrato habitual, por parte de los tribunales de familia y por lo tanto, poder pasar como un apoyo al incentivo de las denuncias en caso de violencia contra las mujeres.

Desde Chile Vamos, han criticado que a este ministerio por "centrarse en el aborto" y dejar de lado otras temáticas. De hecho, en su programa Sebastián Piñera habla de recuperar el protagonismo del ministerio en la lucha contra la violencia...

- Me parece injusto no valorar la profunda agenda de género del programa de gobierno de la Presidenta Bachelet. Precisamente en el ámbito de la atención a la violencia. Este Gobierno, no el gobierno anterior, ha tenido un compromiso férreo en la atención a la violencia, duplicando las casas de acogidas para pode atender la violencia más extremas que viven las mujeres. La Presidenta en su primer gobierno creó las primeras 23 casas de acogida, las mismas 23 recibimos el 11 de marzo de 2014. A esta fecha, tenemos 20 nuevas casas y tenemos asegurado en la presupuesto 2018, los recursos para las últimas cinco casas.

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