Y aún no sale humo blanco: Nexus y Colmena presentan tres pliegos de mitigaciones para viabilizar su fusión

27 de febrero 2017 Fachada, isapre Colmena Foto : Alejandra De Lucca V.

La FNE debería haber dado su veredicto a fines de noviembre. Sin embargo, días antes, el análisis se suspendió, luego de que las isapres ingresaran un primer paquete de medidas. Desde mantener planes equivalentes entre ambas compañías hasta sumar programas de cumplimiento aparecen entre los ofrecimientos. Sin embargo, no fue suficiente para la fiscalía. Y ya hay nuevos intentos por mejorar la oferta.


El 12 de noviembre fue la primera vez que Nexus y Colmena presentaron medidas para contrarrestar los efectos a la libre competencia que detectó la Fiscalía Nacional Económica (FNE) respecto a la fusión de ambas isapres.

En abril del año pasado, Nexus Chile, controladora de Nueva MasVida, firmó un acuerdo de compra por la totalidad de las acciones del grupo Colmena Salud, operación que incluía la adquisición de Isapre Colmena, Colmena Seguros de Vida y Servicios Médicos Dial, entre otras empresas. Para concretar la transacción, debían primero tener el visto bueno de la FNE.

Las partes ingresaron la consulta de la operación al organismo antimonopolio, que –dado los riesgos detectados- decidió, el 8 de junio, extender el análisis a Fase II. A siete meses de aquello, aún no sale humo blanco. La Fiscalía ha sido crítica de la transacción: “Se eliminaría la presión competitiva entre Nueva Masvida y Colmena, dotando a la entidad resultante de la capacidad e incentivo para principalmente aumentar precios o deteriorar otras variables competitivas respecto a los planes de comercialización”, subrayó en una presentación. Ambas compañías tendrían el 60% del mercado de planes colectivos, y un 27% en el caso de las afiliaciones individuales.

El 8 de octubre y el 9 de noviembre, la FNE se reunió con los abogados de las compañías en cuestión para profundizar en todos esos problemas. Tres días después de ese último encuentro, el abogado Benjamín Mordoj, por Nexus, y Francisco Bórquez, por Colmena, ingresaron un documento de ocho páginas con mitigaciones, cuyos detalles están tarjados. “A través de la presente, las partes ofrecen formalmente a la FNE la adopción de las medidas descritas a continuación”, se lee en el documento. Y añaden: “Las medidas de mitigación propuestas buscan hacerse cargo de aquellos riesgos que, en opinión de las partes, son atendibles a la luz del Informe de Riesgos de fecha 8 de octubre de 2021, y buscan que la FNE llegue a la convicción de que, sujetándose la operación a tales medidas, ésta no resulta apta para reducir sustancialmente la competencia y antes bien la promueve”.

En primer término, ofrecieron mantener coberturas equivalentes para los planes que ofrecen ambas isapres. Respecto a la calidad del servicio, apuntaron a crear un Comité de Casos Especiales e Innovación Tecnológica, junto con mantener los estándares de atención en todos los canales, entre otras. A su vez, propusieron que, una vez materializada la operación, la entidad resultante adopte un programa de cumplimiento de la normativa de libre competencia. En ese marco se desarrollaría una capacitación anual a directores y ejecutivos, quienes deberán suscribir una declaración jurada acreditando que han entendido sus contenidos. Se designará a una persona como Oficial de Cumplimiento, encargada de velar por la observancia del programa. Todo ello será informado a la FNE.

En la misma línea, propusieron realizar auditorías de libre competencia, mantener un procedimiento de denuncia anónima para revelar al Oficial de Cumplimiento atentados al programa, etc. Y, además, nombrar a un supervisor “expost” que fiscalice el cumplimiento de los remedios conductuales que formen parte del escrito de medidas.

“Las partes confían en que la Fiscalía estimará que estas medidas de mitigación son efectivas, factibles de implementar, ejecutar y monitorear y proporcionales al problema de competencia detectado”, señalaron las compañías.

Pero no, no fueron suficientes.

Dos intentos más

La Fase II incluye la extensión del análisis por 90 días hábiles, plazo que se suspende por 15 días cada vez que las partes ingresan mitigaciones a ser analizadas, como lo ocurrido en noviembre. Tal es así, que el tiempo se puso en pausa justo en el día 82, hasta el 3 de diciembre. De no haber existido mitigaciones, el organismo debería haber resuelto el caso el 24 de noviembre, justo el día en que la FNE entregó su visión sobre las medidas planteadas a las empresas.

“A nivel general, las medidas no mitigan todos los riesgos contenidos en el informe de riesgos, y no son idóneas para mitigar riesgos de carácter horizontal de incremento en precios y de disminución de calidad, especialmente en mercados con altas barreras a la entrada como el analizado”, señalaron. Y agregaron: “El riesgo de incremento de precios no está abordado por las medidas”.

Respecto a mantener coberturas equivalentes para la comercialización de los planes de ambas isapres, y de mantener aranceles adicionales a los de Fonasa, la Fiscalía estimó que el incentivo de las compañías podría ser el inverso: que empeoren su oferta mediante precio o que la fuerza de ventas ofrezca planes con condiciones desmejoradas.

Además, apuntaron a que hay medidas planteadas de manera imprecisa, por lo que no permiten una completa evaluación de ellas, como una que hace alusión a la emisión automática de bonos en el domicilio de los prestadores.

“Las medidas ofrecidas, remediando las deficiencias observadas en lo que se refiere a diseño, monitoreo y fiscalización, podrían ser complementarias a otras que las partes puedan ofrecer y que sí remedien íntegramente todos los riesgos”, les señaló la FNE.

Y, las compañías volvieron a la carga.

El viernes 3 de diciembre, pasada las 19:00 horas, ingresaron un segundo pliego de mitigaciones. Adjuntaron, además un documento Word, haciendo un comparativo entre la propuesta del 12 de noviembre y la nueva propuesta. Si bien ese documento aún no es publico, en él se habrían precisado mejor las medidas planteadas, junto con sumar otras adicionales destinadas a no alterar los valores de los planes.

La suspensión del proceso se extendía nuevamente; ahora hasta el 27 de diciembre. De haber terminado ahí, el análisis de la operación hubiese concluido el jueves pasado. Sin embargo, las compañías ingresaron dentro del plazo un tercer paquete de mitigaciones que, esperan, ahora sí permita viabilizar la operación, lo que -sin embargo- no elimina un escenario que las partes quieren evitar: tener que deshacerse de algunos activos para obtener finalmente luz verde de la FNE.

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