Nerd de las matemáticas o villano: comienza el juicio contra Sam Bankman-Fried, fundador de FTX

Sam Bankman-Fried, en primer plano, y el juez de distrito Lewis Kaplan mientras el fiscal Thane Rehn pronuncia su discurso de apertura. FOTO: JANE ROSENBERG/REUTERS

Lo que la acusación califica de delitos en la quiebra de la bolsa de criptomonedas FTX, la defensa lo describe como errores. El juicio, que podría durar seis semanas, es un caso de fraude financiero único en una generación que enfrenta al otrora niño mimado de las criptomonedas, con una fiscalía que ha tratado de posicionarse como el sheriff de una industria fronteriza.


NUEVA YORK- El tan esperado juicio penal del fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, comenzó el miércoles con la defensa y la acusación enfrentadas sobre si el líder cripto caído era un gerente de la empresa profundamente defectuoso o el arquitecto de uno de los mayores fraudes financieros en la historia de Estados Unidos.

En las declaraciones de apertura, el fiscal federal adjunto, Thane Rehn, dijo a un jurado de Manhattan de nueve mujeres y tres hombres que Bankman-Fried estaba en la cima del mundo hace un año, viviendo en un ático de US$ 30 millones, volando en aviones privados y codeándose con el gran jugador de la NFL Tom Brady y el expresidente Bill Clinton.

“Tenía riqueza. Tenía poder. Tenía influencia”, señaló Rehn. “Pero todo eso se construyó sobre mentiras”, acusó.

En cambio, Mark Cohen, abogado de Bankman-Fried, indicó a los miembros del jurado que el gobierno estaba presentando falsamente a su cliente como un villano caricaturesco, cuando en realidad era un “nerd de las matemáticas que no bebía ni salía de fiesta” y que actuó de buena fe al crear su criptointercambio en el emergente espacio de las criptomonedas.

“Como resultado, algunas cosas se pasaron por alto”, comentó Cohen.

Bankman-Fried, de 31 años, vestido con un traje gris y un corte de pelo recortado, se sentó tranquilamente entre sus abogados, a veces tecleando en un computador portátil, juntando las manos y mirando al jurado, compuesto por un funcionario de prisiones jubilado, una bibliotecaria y un asistente médico. Sus padres observaban desde asientos cercanos, sentados detrás de los dibujantes que dibujaban a su hijo. Se enfrenta a siete cargos penales, incluidos los de fraude y conspiración.

El juicio, que podría durar seis semanas, es un caso de fraude financiero único en una generación que enfrenta al otrora niño mimado de las criptomonedas, con una fiscalía que ha tratado de posicionarse como el sheriff de una industria fronteriza. Los procedimientos prometen arrojar nueva luz sobre el meteórico ascenso de FTX -que arrastró a atletas, modelos y políticos- y su implosión en noviembre, cuando los clientes descubrieron que miles de millones de dólares en inversiones habían desaparecido.

Rehn afirmó ante el jurado que Bankman-Fried robó al menos US$ 10.000 millones a miles de clientes de FTX, mientras estafaba a prestamistas e inversores del fondo de cobertura hermano de la empresa, Alameda Research. Bankman-Fried utilizó el dinero robado para comprar lujosas propiedades en primera línea de playa en las Bahamas, hacer donaciones políticas para conseguir influencia en Washington y cubrir apuestas arriesgadas de Alameda, según el fiscal.

La clave del fraude era Alameda, a la que Bankman-Fried enviaba en secreto dinero que los clientes entendían que estaba a buen recaudo en FTX, detalló. Bankman-Fried nombró a su novia intermitente, Caroline Ellison, jefa de Alameda, mientras que en realidad él controlaba los hilos, aseguró Rehn. Ellison, dijo, testificaría que robaba dinero junto a Bankman-Fried.

Bankman-Fried trató de cubrir sus huellas, dirigiendo la creación de estados financieros falsos, antedatando contratos y mintiendo al Congreso sobre la seguridad del dinero de los clientes, sostuvo.

Por su parte, Cohen manifestó que la acusación había construido su caso en retrospectiva. Las relaciones comerciales entre FTX y Alameda eran legítimas, y Bankman-Fried no ocultó las transacciones entre las empresas, planteó. Las propiedades de las Bahamas se utilizaron para atraer y alojar a empleados de FTX, y los anuncios de famosos eran para construir un negocio, explicó.

“No es un delito intentar que Tom Brady salga en anuncios para tu empresa”, comentó Cohen.

Una serie de sacudidas del mercado en 2022 afectaron a todo el mundo de las criptomonedas, dijo Cohen. A medida que la crisis se intensificó en noviembre, los clientes de repente buscaron miles de millones en retiros, y Bankman-Fried tomó medidas razonables para abordar el problema, agregó.

“Era un momento frenético y el avión estaba entrando en el mismo ojo de la tormenta”, enfatizó Cohen.

Antes de la quiebra de FTX, Bankman-Fried atrajo la atención de los medios como un niño genio de pelo desgreñado que quería ganar tanto dinero como fuera posible para resolver los problemas de la sociedad. Como donante político de primer orden, cautivó a los legisladores de Washington y se ganó elogios como figura de confianza que impulsaba una legislación para aclarar las normas en torno a las criptomonedas. Famosos y deportistas profesionales, como Brady, la modelo Gisele Bündchen y el cómico Larry David, se unieron para promocionar FTX como una forma segura y sencilla de comprar y comerciar con divisas digitales.

Ambas partes se juegan mucho. Si es declarado culpable, Bankman-Fried se enfrenta probablemente a décadas de prisión. Las partes nunca se declararon culpables y nunca se llegó a un acuerdo, según dijo un fiscal ante el tribunal esta semana.

El fiscal federal de Manhattan, Damian Williams, que estaba sentado en primera fila junto a sus principales colaboradores, ha perseguido enérgicamente las acusaciones contra los presuntos malos actores de las criptomonedas en los últimos dos años. Pero Bankman-Fried es, con mucho, su mayor objetivo, y una derrota podría plantear grandes interrogantes sobre la capacidad del Departamento de Justicia para vigilar los nuevos mercados financieros.

Williams anunció una acusación contra el fundador de FTX un mes después de que la empresa se declarara en quiebra. Los abogados de Bankman-Fried han dicho que los fiscales se apuraron en acusarlo y se equivocaron en los hechos.

Se espera que tres antiguos miembros del círculo íntimo de Bankman-Fried, incluido Ellison, testifiquen contra él. Los tres se declararon culpables de fraude y otros delitos, y están cooperando con el gobierno. Cohen señaló al jurado que la cooperación del trío pesaba sobre su testimonio.

“¿Están dando vueltas a cosas que Sam dijo e hizo en su momento y que son decisiones empresariales de buena fe que a ellos mismos les parecían bien?”, preguntó Cohen.

Adam Yedidia, un amigo de la universidad de Bankman-Fried, testificó el miércoles por la tarde que trabajó como desarrollador de software en FTX y vivió en un ático en las Bahamas con Bankman-Fried y otras ocho personas. Yedidia, que admitió que los fiscales le habían concedido inmunidad, relató a los miembros del jurado que dejó su trabajo en noviembre de 2022 cuando se enteró de que Alameda había estado utilizando los depósitos de los clientes de FTX para pagar a sus acreedores.

Antes de que Yedidia subiera al estrado el miércoles, un cliente de FTX contó a los jurados cómo perdió más de US$ 100.000 cuando el intercambio se derrumbó.

Bankman-Fried no ha comunicado si piensa testificar en su propia defensa. Esta semana, el juez de distrito Lewis Kaplan, que preside el juicio, dijo al acusado que podía subir al estrado aunque sus abogados defensores se lo desaconsejaran.

“Si quiere declarar, se le permitirá hacerlo, independientemente del asesoramiento que haya recibido”, concluyó finalmente el juez.

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