Marcas Village, Rhein y Argos salen a la venta por quiebra

Rhein y Argos iniciaron su proceso de liquidación voluntaria.

A inicios de diciembre, Grupo Rhein solicitó la liquidación voluntaria de sus filiales Rhein SpA y Argos Chile SpA., tras acumular deudas por US$17 millones y sufrir las consecuencias de la pandemia y el "estallido social". Entre los interesados en comprar las marcas están diversas empresas de los rubros de cuadernos, librerías y también de los sectores de cumpleaños y fiestas en Chile. Desde el exterior, un grupo brasileño planteó consultas sobre la venta de las marcas.


Un intenso cierre de año tiene la liquidadora Loreto Ried a cargo de la quiebra de Rhein SpA y su filial de artículos de cumpleaños Argos. A inicios de diciembre, ambas compañías que forman parte del conglomerado Grupo Rhein S.A. decidieron bajar la cortina de sus operaciones, informando deudas por casi $16 mil millones (unos US$17 millones). Sus principales acreedores son los bancos Security, Santander, Scotiabank y de Chile.

La semana pasada, la interventora inició el proceso de venta de las marcas Village, Rhein y Argos a fin de conseguir recursos para pagar las deudas de la compañía. En conversación con Pulso, la liquidadora señaló que el objetivo es conseguir interesados que ofrezcan el mayor monto para poder cubrir parte de las obligaciones pendientes de pago. En paralelo, se mantiene el deseo de que las tres marcas sigan operando en Chile debido al alto nivel de reconocimiento en los mercados de librerías y artículos de fiestas y cumpleaños.

Los potenciales interesados han comenzado a sumarse a la carrera para comprar las marcas, ad portas de que se realicen las primeras juntas de acreedores que se realizarán con pocos días de diferencia en enero de 2024, el 11 de enero en el caso de Rhein y el 18 de enero en el caso de Argos. Por ahora se sigue evaluando la modalidad en que los oferentes harán llegar sus propuestas a la liquidadora.

Entre los interesados están diversas empresas de los rubros de cuadernos, librerías y también de los sectores de cumpleaños y fiestas en Chile. Desde el exterior, un grupo brasileño planteó consultas sobre la venta de las marcas.

En el proceso de quiebra, Rhein develó sus activos y también sus inventarios de productos que mantiene en la bodega de Lo Echevers N°550, Lampa. Se trata de 2.919 productos, entre los cuales están peluches, pizarras, estuches, mochilas, tijeras, agenda y libros, entre otros.

Según cuentan conocedores del proceso, la familia Ordóñez contaba con informes de valorización de las marcas y cada una tendría avalúo estimado en $2.000 millones, aunque el monto puede ser mayor si se considera que dichos estudios datan de 2019.

Origen

En 1939 comenzó la operación de Rhein Chile, fundada por la familia Ordóñez, con un pequeño local en Santiago Centro destinado a la venta de máquinas de escribir y artículos de oficina. Hoy es la segunda generación la que está a cargo de la empresa, los hermanos Fernando, Eugenia, Teresa, Cecilia, Lucía y Roberto Ordóñez Sanhueza.

Marcas Village, Rhein y Argos salen a la venta por quiebra
Marcas Village, Rhein y Argos salen a la venta por quiebra. Foto: Facebook Village.

La quiebra derivó en la salida de 103 trabajadores. Algunos de ellos acumulaban una dilatada experiencia en la empresa: en la lista de trabajadores figuran personas que ingresaron a la compañía en 1982 y 1984, por ejemplo.

Las deudas de Rhein SpA ascienden a $11.592 millones y Fernando, Eugenia y Teresa Ordóñez figuran en el listado como acreedores valistas. A cada uno de ellos la compañía adeuda $592.782.000, dicen los reportes oficiales de la firma. Mientras, a los hermanos Roberto, Cecilia y Lucía la empresa debe $89.896.000.

Rhein es una empresa tradicional en Chile y que cuenta con amplio reconocimiento por sus cuadernos.

La firma adeuda, según el listado expuesto al tribunal, $269 millones al estudio Aylwin Asociados Abogados, el cual prestó asesoría a la compañía durante los últimos 20 años.

Con todo, estas deudas estarían fundadas bajo la lógica de que, en la etapa final, la administración buscó préstamos con familiares, y es complejo que puedan recuperar dichos fondos, porque primero se les paga a los trabajadores, luego a los bancos y en tercer lugar los acreedores valistas.

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