Los precios de las materias primas se han disparado, pero las mineras no están invirtiendo

Cepal mantiene proyección para la economía chilena y prevé una contracción de 0,3% en 2023

Limitados gastos en nuevos proyectos han encendido las alarmas sobre una futura escasez de oferta, particularmente de metales usados para los productos bajos en carbón.


A pesar de que el boom de las materias primas está disparando las ganancias, las mineras no están poniendo efectivo en nuevos proyectos, encendiendo las alarmas sobre una futura escasez de algunos metales.

Se prevé que los llamados metales tecnológicos, como el cobalto, el cobre y litio, tengan particularmente grandes déficits, según los analistas, en medio de un aumento de la demanda por parte de los fabricantes de baterías, autos eléctricos y turbinas eólicas. La contracción de la oferta amenaza con ralentizar los planes de los países sobre reducir emisiones y hacerlos más caros, afirmaron.

A pesar de estar fuera de sus máximos, muchas materias primas mineras han alcanzado precios récord este año a medida que la economía se repone del covid-19, los gobiernos aumentan el gasto en infraestructura y la oferta de algunos recursos tambalea. Por ejemplo, el precio del cobre —usado en construcción y para conducir electricidad— ha casi doblado su precio en los últimos 12 meses a un récord de US$10,762 la tonelada métrica a principios de este mes.

Sin embargo, las mineras han estado reacias a invertir en nuevos proyectos, afirman los analistas y ejecutivos, porque sus inversores han querido en los últimos años dividendos más altos luego de ver cómo el sector quemaba dinero en efectivo después de la última carrera alcista de las materias primas. Esa duda ahora está haciendo subir el fantasma de caídas en la oferta.

“Estamos empezando a ver aparecer algunos puntos de apriete en los metales claves para la transición de energía, el cobre y el grupo de metales del platino, por ejemplo, donde hay muy poca oferta lista para llenar el vacío” afirmó el director financiero de Anglo American PLC, Stephen Pearce.

“Tienes que reinvertir continuamente para seguir llenando el armario de recursos, y toma mucho años el hacer que una nueva mina de frutos” agregó. Anglo, que cotiza en Londres, ha estado dentro de las que más han invertido en proyectos nuevos y existentes en los últimos años.

Sin embargo, en general, el gasto en la industria no sigue el ritmo de la demanda, y se espera que genere un déficit de muchos recursos, afirmaron los analistas. Se espera que el gasto en capital caiga en un 6% entre las minas mayormente diversificadas y un 10% en las mineras cupríferas este año, según el consenso de los analistas.

FOTO: ARIEL MARINKOVIC/AGENCIAUNO.

Mientras tanto, se predice un incremento en la demanda del cobre de un 40% para el 2030 —con la llamada demanda verde saltando hasta un 900%— según Goldman Sachs Group, dejando un déficit de oferta de 8.3 millones de toneladas métricas. A pesar de que los precios del cobre han estado en un rally los últimos 12 meses, no se han aprobado nuevas minas, añadió.

Con los precios actuales de los metales, Rio Tinto PLC, BHP Group Ltd., Anglo American y Glencore PLC podrían generar este año un combinado de US$ 140.000 millones en ganancias antes de los intereses, impuestos, depreciación y amortización, según el Royal Bank de Canadá. Eso se compara con US$ 44.000 millones en 2015, un año en que los precios de los metales estaban en o cerca de los mínimos.

Sin duda, ha habido inversión en algunas áreas de la minería, particularmente en el mercado del mineral de hierro. Pero el foco de las mineras ha estado en devolver efectivo a sus inversionistas.

El gasto de capital, incluido el dinero gastado en actual y futura producción, subió un 30% llegando a US$ 75.000 millones el año pasado entre las 45 mineras más grandes del mundo, según el banco de inversiones Liberum, mientras que los dividendos casi se duplicaron llegando a US$66.100 millones. El capital gastado fue un tercio más bajo que en 2012, al final de la última carrera alcista de las materias primas, mientras que los dividendos eran 125% más altos, afirmó Liberum.

Las mineras están devolviendo más dinero a sus inversionistas, según analistas y ejecutivos, después de gastar en exceso en proyectos y adquisiciones en la última racha alcista, que duró una década. Después, los inversionistas se salieron del sector, algunas mineras se fueron a quiebra, y muchos directores ejecutivos perdieron sus trabajos.

“Los inversionistas se mantienen muy conscientes de que la última temporada bajista estuvo impulsada por una construcción excesiva de nuevas capacidades” afirma Robert Crayfourd, quien invierte en mineras basada en Londres en el fondo CQS New City Investment Managers. “El punto aquí es que quizás están siendo demasiado precavidos”

Algunas mineras admiten que no hay suficiente dinero gastado en nuevos proyectos.

“La disciplina de capital de nuestra industria y la disminución en éxito de la exploración por varios años significa que hay menos proyectos de alta calidad y crecimiento en la cartera de la industria minera para satisfacer esta demanda”, afirmó Mike Henry, director ejecutivo de BHP en una conferencia de la industria la semana pasada.

El CEO (director ejecutivo) de Barrick Gold Corp., Mark Bristow, se ha quejado recientemente de que el clamor de los inversionistas por dividendos ha significado que la industria no está reemplazando lo que está minando.

Mientras que los analistas esperan que las mineras comiencen a invertir más en nuevos proyectos si es que el precio de las materias primas se mantiene elevado, las minas suelen tardar entre 10 y 15 años en desarrollarse. Eso ha llevado a algunos analistas y ejecutivos a preocuparse de que estos déficits puedan dañar los intentos de los gobiernos por bajar las emisiones de carbono.

Para lograr los objetivos del acuerdo climático de París de 2015, debe cuadruplicarse el suministro de minerales necesarios para las tecnologías de energía limpia para el 2040, según la Agencia Internacional de Energía. La administración Biden este año se reincorporó al acuerdo, que exige reducir las emisiones lo suficiente como para limitar el aumento de la temperatura global a menos de dos grados Celsius por encima de los niveles preindustriales.

“Los datos muestran un desajuste inminente entre las ambiciones climáticas fortalecidas del mundo y la disponibilidad de minerales críticos que son esenciales para hacer realidad esas ambiciones”, afirmó Fatih Birol, director ejecutivo de la IEA, en un informe el mes pasado.

Por ejemplo, el regulador de energía con sede en París dice que se estima que el suministro esperado de minas existentes y proyectos en construcción cubrirá solo la mitad de los requisitos proyectados de litio y cobalto para 2030. Ambos metales son componentes clave de baterías para automóviles eléctricos y almacenamiento de energía.

“Esto significa que probablemente la descarbonización podría costar más de lo que se estima actualmente y será una fuerza estructuralmente inflacionaria durante algún tiempo”, sentenció Tyler Broda, analista del Royal Bank de Canadá.

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