Los cuatro factores con que Mainstream explicó en tribunales la reorganización judicial de sus operaciones en Chile

Energia Eolica

La compañía enumera la guerra en Ucrania; la sequía que afecta al país; el aumento exponencial de los costos sistémicos; y el retraso significativo en el desarrollo y construcción de líneas de transmisión. Sus deudas financieras ascienden a US$ 1.065 millones y entre sus principales acreedores destacan bancos de Alemania, Noruega y Japón, además del Banco Interamericano de Desarrollo. Las deudas relacionadas suman US$ 604 millones. Los últimos dos años han sido de pérdidas.


La crisis de las empresas renovables en Chile pasó a una nueva etapa, luego que este jueves el segundo mayor actor eólico y solar del país, Mainstream Renewable Power, anunciara que dos de sus sociedades, que agrupan a todos sus activos en operación, ocho unidades en total con una capacidad de generación de 1.112 MW, y uno de los dos que están en etapa de construcción, iniciaron un proceso de reorganización judicial.

Si bien la compañía afirma haber dado inicio al procedimiento concursal “en acuerdo con los bancos financistas”, la decisión de acudir al proceso podría concluir en la liquidación tanto de Huemul Energía SpA y Cóndor Energía SpA, las dos sociedades sometidas a reorganización, en caso que las partes no alcancen un acuerdo. Ello supondría un escenario inédito desde que el país ha logrado convertirse en protagonista global del proceso de transición energética hacia una matriz reducida en combustibles fósiles.

En esa línea, la compañía apunta a cuatro factores para explicar las razones detrás del delicado momento financiero que enfrenta la compañía controlada por el grupo europeo Aker Horizons. En los escritos ingresados ante el 6° y 15° Juzgado Civil de Santiago, donde se encuentran radicados los procedimientos de reorganización concursal, las argumentaciones son idénticas, afirmando que Mainstream “ha sido víctima de eventos extraordinarios que han afectado el normal desarrollo de sus operaciones comerciales”.

Entre los factores señalados en el escrito suscrito por Ricardo Reveco, abogado de Carey & Cia, se menciona en primer lugar el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, que “produjo una fuerte alza en los precios de los combustibles fósiles”, y éste a su vez, elevó el costo de compra de energía en el mercado de corto plazo “como consecuencia que el mercado eléctrico funciona a través de un sistema marginalista en el cual el costo de compra depende de la última unidad de generación despachada”. En esa línea, remarca que a pesar de que Mainstream no produce energía a partir de combustibles fósiles “sí debe adquirir energía en el mercado spot para cumplir con sus compromisos contractuales con sus clientes”.

En segundo término, Mainstream menciona que la sequía ha profundizado el problema de operación del sistema eléctrico, ya que “la falta de precipitaciones se ha traducido en que la generación de energía hidroeléctrica, más barata que la generación a partir de combustibles fósiles, es reemplazada por esta última, aumentando aún más los costos de servir los contratos de compraventa de energía con clientes”.

Sin embargo, a reglón seguido se señala que el mercado eléctrico ha estado impactado por un “aumento exponencial de los costos sistémicos”, asociados a la implementación de medidas para resguardar el funcionamiento seguro del Sistema Eléctrico Nacional, y agregan que “no ha sido posible traspasar hoy dichos costos a los clientes finales.

A todo lo anterior suman que “existe un retraso significativo en el desarrollo y la construcción de líneas de transmisión, lo que impide traer energía solar y eólica de un costo marginal significativamente más bajo desde el norte de Chile (donde se encuentra el 85% de la capacidad instalada de la sociedad) hacia los principales centros de consumo ubicados en la zona central de Chile, en donde el precio de la energía en el mercado spot está siendo fijado, como se dijo, por centrales termoeléctricas”.

En los escritos también se repite que Mainstream se vio en “la necesidad de iniciar el presente proceso de reorganización judicial, de forma tal de reestructurar sus activos, su estructura de capital, y renegociar sus deudas financieras, y hacer viable la inyección de nuevos recursos financieros frescos”.

Cóndor agrupa los parques eólicos Tchamma (157,5 MW), ubicado en Calama; Cerro Tigre (184,8 MW), ubicado en Antofagasta; y Alena (86,2 MW), en Los Ángeles; además del parque fotovoltaico Río Escondido (160,65 MW), emplazado en Tierra Amarilla. Por su parte, Huemul cuenta con un portafolio de cuatro centrales en operación: los parques eólicos Llanos del Viento (160 MW), ubicado en Antofagasta y Puelche Sur (160 MW), emplazado en Frutillar; y los parques solares Pampa Tigre (103,65 MW), Valle Escondido (107,66 MW), ubicados en Antofagasta y Tierra Amarilla, respectivamente. También tiene en construcción del parque eólico Ckhúri , ex Ckani, (109 MW), ubicado al norte de Calama.

El detalle de las deudas y las pérdidas

Las cifras de las acreencias, además, grafican la magnitud del problema financiero que enfrenta la compañía de capitales europeos.

De acuerdo al detalle de las deudas informadas a los tribunales en que se encuentran radicadas ambas causas, el total de las deudas de ambos procedimientos superan los US$1.670 millones. Mientras Cóndor declara deudas por US$784 millones, Huemul lo hace por US$885 millones.

Eso sí, al excluir las deudas con empresas relacionadas, las deudas financieras suman US$542 millones, en el caso de Huemul Energía, y a US$523 millones en el de Cóndor, sumando en total US$1.065 millones. Las deudas con empresas empresas relacionadas llegan a los US$604 millones.

En detalle, destaca que los principales acreedores financieros corresponden a bancos internacionales: El KfW Development Bank, de Alemania; el DNB de Noruega; y el SMBC, de Japón. Además, figura en la lista el Banco Interamericano de Desarrollo, a través de su filial BD Invest, enfocada al financiamiento de proyectos a privados.

Otra de los antecedentes que aporta Mainstream en sus escritos presentados ante tribunales son sus estados financieros correspondientes a los años 2021 y 2022. En el caso de Cóndor, las pérdidas por US$36 millones de 2021 se incrementaron hasta los US$42 millones en 2022. En tanto, Huemul pasó de US$39 millones en pérdidas en 2021 a US$64 millones en 2022.

El año pasado, aunque Huemul anotó ingresos operacionales por US$ 67 millones, sus costos fueron más del doble, con US$ 149 millones. El margen bruto, así, fue una pérdida de US$ 81 millones, cuatro veces más que los US$ 20 millones del año anterior.

Mientras, Cóndor anotó ingresos por US$ 74 millones, con costos operacionales por US$ 127 millones, el doble que los US$ 64 millones del 2021.

Minsterio de Energía: “Nos estamos haciendo cargo”

En tanto, desde el ministerio de Energía enviaron una declaración a medo señalando que la situación que afecta a empresas como Mainstream “se arrastra desde el 2021 y se explica por las distorciones existentes en el actual mercado eléctrico nacional”. En ese sentido, afirmaron que “como gobierno nos estamos haciendo cargo de la actual coyuntura que enfrenta el sector”, y recordaron que “el proyecto de ley de transición energética va en la línea de ir corrigiendo estas distorciones y, tal como lo han planteado las empresas del sector, es una importante señal para inversionistas y bancos extranjeros respecto de nuestro compromiso con la descarbonización de la matriz energética”.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.