La red secreta de tráfico de petróleo que financia la guerra de Rusia

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El gigantesco productor estatal ruso, Rosneft Oil, llegó a depender de empresas comerciales y navieras de propiedad y gestión opacas para llevar su crudo al mercado tras la invasión.

Un poco conocido comerciante de Azerbaiyán montó una red clandestina que mueve grandes cantidades de petróleo a China, India y otros nuevos mercados.


En los primeros días de la guerra de Ucrania, aparecieron datos que mostraban que una misteriosa empresa llamada Nord Axis se había convertido en uno de los mayores comerciantes mundiales de petróleo ruso.

La empresa parecía haber surgido de la nada. Se había constituido en Hong Kong nueve días antes de la invasión rusa. Un hombre de Belice que era uno de los directores nominales dijo más tarde ese mismo año que no sabía por qué se había fundado Nord Axis ni quiénes eran sus propietarios.

Mientras los compradores occidentales de petróleo ruso se batían en retirada, Nord Axis y varias otras empresas oscuras mantenían a flote la industria más importante del país encontrando nuevos lugares para vender el petróleo, generando miles de millones de dólares en ingresos para el esfuerzo bélico del Presidente Vladimir Putin.

Estados Unidos y otros países occidentales querían ahogar el dinero del petróleo ruso. Pero, ¿quién dirigía los negocios?

La respuesta: un comerciante poco conocido de Azerbaiyán llamado Etibar Eyyub, que rápidamente montó un imperio clandestino de comercio y transporte marítimo que ahora mueve grandes cantidades de petróleo a compradores de China, India y otros nuevos mercados, según personas que han trabajado con él o han hecho tratos con él. Reunió una flota de petroleros anticuados y disimuló el comercio utilizando un laberinto de empresas registradas en Dubai y Hong Kong, según esas personas.

Nord Axis y otras cuatro empresas que esas personas dicen que son operadas por Eyyub exportaron al menos US$ 33 mil millones en crudo y combustible ruso en 2023, según datos comerciales de la Escuela de Economía de Kiev, lo que representó una quinta parte de las exportaciones rusas capturadas por los datos. Esas personas señalaron que Eyyub también operaba otras empresas involucradas en el mercado ruso.

El gigantesco productor estatal ruso, Rosneft Oil, llegó a depender de empresas comerciales y navieras de propiedad y gestión opacas para llevar su crudo al mercado tras la invasión.

El uso de empresas fantasma y estructuras de gestión oscuras es una táctica habitual que emplean los regímenes para eludir las sanciones estadounidenses, según han declarado altos funcionarios del Departamento de Justicia. Estas prácticas dificultan el rastreo de quién organiza los envíos de petróleo desde países sancionados como Rusia.

Este relato de cómo la operación comercial secreta ayudó a Rusia a burlar los esfuerzos occidentales por reducir sus beneficios petrolíferos se basa en entrevistas con personas relacionadas con las actividades de Eyyub, incluidos colegas de trabajo actuales y anteriores, y ejecutivos del sector de la energía y el transporte marítimo que han hecho negocios con él o han competido contra él y las empresas que, según indicaron, dirige. The Wall Street Journal también revisó documentos en los que se detallaban transacciones y envíos de empresas que, según esas personas, formaban parte de la red comercial, y analizó datos de exportaciones rusas, datos de envíos y registros corporativos y legales en 12 países.

La red secreta de tráfico de petróleo que financia la guerra de Rusia

El subterfugio parece ser parte integrante de la operación. Desde sus oficinas en Moscú y Dubai, los operadores dirigían las transacciones a través de Nord Axis y otras empresas, lo que dificulta determinar quién se beneficiaba. Eyyub viaja a Moscú y desde Moscú en avión privado, según altos cargos petroleros de Medio Oriente.

Una de las cuestiones que han examinado los funcionarios estadounidenses que vigilan las operaciones es si en ellas están implicados empleados de Coral Energy, una empresa de comercio de materias primas con sede en los Emiratos Árabes Unidos para la que Eyyub trabajó en el pasado. Coral sigue operando en países occidentales, donde muchas empresas se han comprometido a no comprar ni financiar petróleo ruso.

Una representante de Coral comentó que la empresa había dejado de hacer negocios con Eyyub a principios de 2022, cuando decidió salir del mercado ruso, y que no tenía ninguna relación con Nord Axis ni con las otras empresas afiliadas a Eyyub.

En entrevistas, sin embargo, personas que trabajan o trabajaban para Coral describieron esas firmas como “satélites” de Coral, porque algunas personas trabajaban tanto para ahí como en el comercio de petróleo ruso. Los responsables de Rosneft utilizan el nombre Coral para referirse a la red de empresas dirigidas por Eyyub.

El Departamento de Justicia se ha centrado en Eyyub, Coral y el fundador de Coral, Tahir Garayev, en una amplia investigación sobre presuntas violaciones de las sanciones sobre el petróleo ruso, manifestaron personas relacionadas con el asunto.

Garayev, también natural de Azerbaiyán, fundó Coral Energy en Singapur en 2010. En ese momento, la compañía petrolera nacional de Azerbaiyán estaba buscando comerciantes para encontrar compradores globales para su petróleo, según un ejecutivo actual de Coral.

Garayev contrató a Eyyub en 2014. Eyyub sabía poco sobre los mercados del petróleo, pero aprendió rápido. Eyyub, a quien antiguos colegas describieron como un negociador muy duro y el segundo al mando de Garayev, estableció el negocio de Coral en Rusia.

La red secreta de tráfico de petróleo que financia la guerra de Rusia

Una foto publicada en Facebook muestra a Eyyub con cuello alto negro y gafas sin montura. Decía a sus socios que su ambición era entrar en la lista de multimillonarios de Forbes, relató una de las personas que han hecho negocios con él.

En 2018, dejó Coral para convertirse en consultor de trading, pero siguió trabajando para la empresa a comisión. La portavoz de Coral sostuvo que tras la marcha de Eyyub, la empresa “le contrató para proyectos específicos” hasta principios de 2022.

Para cuando Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, Coral comerciaba con petróleo de Rosneft y de empresas privadas más pequeñas, según los datos de exportación, el ejecutivo y documentos judiciales del Reino Unido.

Coral era un jugador más pequeño que los comerciantes occidentales que dominaban el mercado ruso. Rosneft necesitaba a esos operadores para encontrar compradores, financiar operaciones y organizar el transporte. Su salida más importante al mundo era el grupo suizo Trafigura.

La invasión rusa de Ucrania provocó una avalancha de sanciones por parte de los países occidentales. En marzo de 2022, Estados Unidos prohibió las importaciones de petróleo ruso y la Unión Europea tomó medidas para restringir las relaciones con Rosneft.

De repente, los bancos occidentales temieron tocar nada ruso, y muchos intermediarios petroleros abandonaron Rusia. Trafigura puso fin a su relación con Rosneft. Seguir haciendo negocios con el productor estatal ruso habría puesto en peligro sus negocios con muchas otras naciones y sus relaciones con los bancos occidentales.

Las exportaciones rusas de petróleo y combustible -que representaban casi una décima parte del petróleo mundial- empezaron a agarrotarse. Sin los intermediarios y temerosos de las sanciones, los refinadores sólo comprarían petróleo ruso con grandes descuentos, amenazando el presupuesto de Moscú.

Rosneft pidió a Coral que ocupara el lugar de Trafigura, revelaron personas relacionadas con la petición. Trafigura había tratado antes con Coral, y Eyyub conocía el sistema de suministro ruso, según personas familiarizadas con esas relaciones comerciales.

“Consideramos inapropiado y además inútil comentar la variedad de rumores y especulaciones presentados por ustedes”, sostuvo un representante de Rosneft en respuesta a preguntas del Journal.

La representante de Coral afirmó que la compañía, “desde el primer día de la guerra”, expresó claramente su intención de retirarse del mercado ruso.

Coral no quería poner en peligro su capacidad de obtener préstamos de los bancos occidentales. Así que, al igual que sus rivales más grandes, dijo que dejaría de operar con Rosneft en mayo y que cerraría todo su negocio petrolero ruso. Las incertidumbres regulatorias y logísticas también influyeron en la decisión, según el representante de Coral.

En julio de 2022, Trafigura anunció que Nord Axis había comprado su participación del 10% en el emblemático proyecto ruso de exploración petrolífera en el Ártico, denominado Vostok Oil. Eyyub y Garayev organizaron la compra con Igor Sechin, un hombre de confianza de Putin que dirige Rosneft, señalaron personas familiarizadas con el acuerdo. Los datos de transporte y exportación muestran que Nord Axis comenzó a exportar grandes cantidades de petróleo de Rosneft.

Una representante de Trafigura aseguró que Nord Axis era una empresa independiente. Dijo que la diligencia debida de Trafigura determinó que ni Nord Axis ni sus propietarios beneficiarios eran objeto de ninguna restricción de sanciones en vigor en el momento de la compra.

Los documentos públicos de Nord Axis en Hong Kong, donde está registrada, no mencionan a Eyyub ni a Garayev. Muestran que la empresa era propiedad de una sociedad de cartera de los Emiratos Árabes Unidos con accionistas anónimos. Los archivos indican que esos accionistas habían comprado Nord Axis a otro comerciante azerí, un mes antes de que Nord Axis comprara las acciones de Vostok. En ese momento, ese operador también actuaba como representante de Coral en Turquía, de acuerdo a los mensajes, actas de reuniones y documentos internos de la empresa revisados por el Journal. Coral afirmó que el comerciante había actuado como agente de la compañía en “algunas transacciones”, pero que no era un empleado.

Un representante de Nord Axis indicó que la empresa trabajó directamente con Trafigura en la compra de Vostok, y que Nord Axis no está relacionada ni con Eyyub ni con Garayev.

El Journal intentó durante más de dos semanas enviar preguntas a Garayev a través de la representante de Coral y de un número de teléfono móvil confirmado por un ejecutivo de Coral. Tanto Coral como el ejecutivo dijeron que habían informado a Garayev de que el Journal deseaba ponerse en contacto con él. Más tarde, una persona que decía representar a Garayev, pero que no facilitó ni su nombre ni su número de teléfono, envió un correo electrónico al Journal invitándole a hacer preguntas. Esa persona no respondió a las preguntas ni a un correo electrónico posterior.

El representante de Coral aseguró que Garayev no tenía ninguna relación, directa o indirecta, con la transacción, y que no tiene ninguna relación con Nord Axis ni con ninguna de las otras entidades que comercian con petróleo ruso. Eyyub ya no participa en los negocios de Coral, sostuvo, por lo que la empresa no podía hacer comentarios sobre sus actividades.

Apuntó que Garayev no ha participado en la gestión de Coral desde hace más de un año. “Cualquier intento de vincular directa o indirectamente a Garayev con Coral Energy no refleja los hechos”, enfatizó la representante, que describió a Garayev como un “inversor minoritario pasivo”.

Tanto Coral Energy como Garayev, dijo, “condenan inequívocamente la invasión de Ucrania y apoyan plenamente y se adhieren a todas las sanciones aplicables.”

En el verano de 2022, Rusia recibía nuevos ingresos del petróleo de compradores asiáticos que no habían tomado partido en la guerra. Las refinerías chinas, indias y turcas compraban la mayoría de los barriles.

Pero se avecinaba un nuevo peligro: Estados Unidos, junto con el resto de los países del G-7, estaba preparando sanciones que intentarían limitar el precio del petróleo ruso. La idea era mantener el flujo de petróleo ruso a los mercados mundiales para mantener bajos los precios de la energía, al tiempo que se reducían los ingresos de Moscú.

Las sanciones previstas permitirían a Rusia seguir utilizando petroleros y compañías de seguros occidentales, pero sólo si vendía petróleo a un precio igual o inferior a US$ 60 el barril, sustancialmente por debajo de los precios de referencia. Para vender crudo a precios superiores a US$ 60 el barril, Rusia tendría que construir su propia flota.

Compañías operadas por Eyyub se hicieron con petroleros, revelaron personas familiarizadas con las actividades de esas firmas y ejecutivos que vendieron los barcos. Armadores europeos y asiáticos dijeron que esas empresas les ofrecieron precios generosos por petroleros de 25 años destinados a la chatarra.

Mediante compras y fletamentos, las empresas dirigidas por Eyyub reunieron más de 80 buques, una de las mayores flotas del mundo, aseguraron algunas de las personas relacionadas con las operaciones. Los corredores detallaron que se gastaron más de US$ 1.000 millones en reunirla.

Los buques se unieron a lo que la industria denomina flota en la sombra: cientos de petroleros de propiedad poco clara que transportan petróleo de productores sancionados, a menudo sin transpondedores de seguimiento.

El límite de precios impuesto por Occidente al crudo ruso entró en vigor el 5 de diciembre de 2022.

Se dice que las empresas operadas por Eyyub estaban ocupadas tratando de eludir la medida. A finales de 2022, personas que realizaban operaciones para esas empresas en Moscú discutieron formas de ocultar las ventas de petróleo por encima del límite, dijo alguien que trabajaba para Coral en ese entonces y otra persona familiarizada con el asunto. Trabajaban desde una oficina que estaba registrada a nombre de una empresa cuyo director era un alto ejecutivo de Coral en ese momento, de acuerdo a los registros corporativos.

Los directivos dijeron a quienes trabajaban en esa oficina que eliminaran las menciones a Coral de LinkedIn, según esas personas. Cuando el personal de la oficina utilizaba sus cuentas de correo electrónico de Coral, se suponía que no debía mencionar a Rosneft. Las direcciones de correo electrónico de Nord Axis y Bellatrix Energy que utilizaban para comunicarse con Rosneft no incluían sus nombres completos, sostuvo la persona que trabajaba para Coral.

La representante de Coral afirmó que era “infundado y falso” decir que alguien que trabajaba para Coral había discutido formas de eludir las sanciones. “Coral Energy dejó de comerciar con petróleo ruso tras la aplicación del límite de precios”, manifestó.

Señaló que la empresa registrada en la oficina de Moscú había prestado servicios a Coral. Coral cerró esa empresa cuando salió de Rusia, y le comentó a los empleados de Coral con sede en Moscú que actualizaran sus perfiles de redes sociales para reflejar esa retirada.

Garayev vendió el 60% de las acciones de Coral que poseía a los directivos de la empresa a principios de 2023 y no ha participado en la gestión de la empresa desde entonces, sostuvo la representante.

En una señal de que la red comercial improvisada estaba funcionando, las ventas rusas de petróleo superaron los US$ 180.000 millones el año pasado, según la Agencia Internacional de la Energía. Esa cifra fue inferior a los más de US$ 230.000 millones de 2022, cuando la invasión provocó un aumento de los precios del petróleo, pero sólo US$ 5.000 millones por debajo de los ingresos de 2021, antes de la guerra. Los precios del petróleo ruso han subido en relación con la referencia mundial del crudo.

Los contratos de Nord Axis en Rusia terminaron en julio pasado, dijo Murat Sayin, un abogado en Turquía que era el director de Nord Axis en ese momento. Pero el petróleo siguió fluyendo vía distintas empresas. Eyyub, a través de Voliton, Guron Trading, Pontus Trading y otros vehículos, se convirtió en el principal intermediario de Rosneft, contaron personas relacionadas con las exportaciones de la empresa rusa. Un portavoz de Pontus dijo que la empresa no tenía ninguna relación con Eyyub.

Una señal de la relación cada vez más estrecha de Eyyub con Moscú: ha acompañado a Sechin a reuniones con homólogos extranjeros en Qatar, y los dos hombres pasaron tiempo juntos en un pabellón de caza en Tula, al sur de la capital rusa, comentaron personas familiarizadas con las actividades de los hombres.

Garayev mantuvo reuniones con funcionarios de Rosneft en Moscú a finales de 2023, dijeron fuentes relacionadas con el asunto. La representante de Coral sostuvo que la empresa ya no tenía conocimiento de las actividades de Garayev.

Las autoridades estadounidenses que investigan la red de comercio creen que está conectada con Coral, indicaron personas familiarizadas con el asunto. Ni Eyyub ni Garayev han sido sancionados por EE.UU. La representante de Coral aseguró que la empresa no ha recibido ninguna consulta de funcionarios estadounidenses.

En diciembre, el Departamento del Tesoro sancionó a Bellatrix y Voliton, dos de las empresas. Inmediatamente, la actividad comenzó a desplazarse a las distintas firmas que gestiona Eyyub, según declararon algunas de las personas familiarizadas con sus actividades.

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