La batalla legal que afina La Polar para tratar de cerrar el capítulo de ropa falsificada

30 Noviembre 2022 Fachada tienda La Polar, retail, centro, ropa. Foto: Andres Perez

La compañía presentará la próxima semana una querella por el presunto delito de estafa en contra de dos de sus proveedores a quienes acusa de venderle prendas falsas. Además, iniciará acciones legales civiles para buscar resarcir el daño reputacional. En paralelo, este viernes la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile A.C. (Conadecus) interpuso una segunda demanda colectiva en contra de la firma. En la acción patrocinada por el abogado Antonio Olivares, la agrupación acusó a la multitienda de “infringir abiertamente el deber de información que establece La Ley de Protección del Consumidor".


Una nueva batalla alista La Polar -ligada a Leonidas Vial y Anselmo Palma- para intentar poner fin a la campaña de desprestigio que ha significado el capítulo de la venta de ropa falsificada en sus tiendas.

La próxima semana la multitienda presentará la primera querella criminal por el presunto delito de estafa en contra de dos de sus proveedores: Global Brands, ligada a Gustavo Martínez, y Kiki Imports, propiedad de Nicolás Hites, hijo de Andrés Hites, exdirector de Empresas Hites. Se trata de la primera acción legal en contra de ambas compañías que vendieron prendas falsas de reconocidas marcas deportivas a la multitienda, según La Polar.

En paralelo, La Polar también iniciará acciones civiles, demandas que apuntan a resarcir el daño reputacional generado por el caso. Esto, luego de realizar una “exhaustiva investigación” de la trazabilidad de sus productos en Chile y Pakistán, lo que derivó en un cambio de estrategia legal. Bajo ese contexto, la compañía alcanzó un acuerdo con Under Armour, Adidas y Wrangler, pero ahora asoma un nuevo escenario.

En sede civil, la compañía evalúa dos caminos: exigir la nulidad de los contratos de compra de productos a Global Brands y Kiki Imports o, derechamente, exigir ser indemnizada por el daño reputacional ocasionado.

En la compañía insisten en que el número de reclamos ingresados en su contra es “acotado”. El 13 de diciembre de 2022, el Sernac, al anunciar su demanda colectiva, informó que había recepcionado 223 reclamos y a la fecha dicho número sería superior a 250. En tanto, Conadecus, agrupación no gubernamental que defienden a los consumidores, acumula 50 denuncias en contra de La Polar.

Por ahora, la compañía tiene la intensión de indemnizar a los consumidores que resultaron afectados y hacerse cargo principalmente de los clientes que adquirieron productos de Under Armour. En la empresa hacen énfasis, en particular, sobre este grupo, porque fueron ellos quienes adquirieron prendas de dicha marca en sus tiendas.

A cargo de la defensa legal en sede penal está el abogado Jaime Winter, socio de Winter Etcheberry. Mientras que las acciones civiles que se presentarán están siendo preparadas por Ariela Agosin, socia del estudio Albagli Zaliasnik.

Por lo pronto, la compañía seguirá con su modelo de comprar prendas originales de segunda selección, pero reforzando sus protocolos. De hecho, La Polar cuenta con marcas con licencias como Fiorucci y otras en las que la compañía tiene un acuerdo con la marca y mandan a hacer la ropa.

Mientras, KiKi busca evitar un conflicto legal. Insiste en que no ha existido un engaño a La Polar y busca alcanzar un mayor diálogo con la multitienda. Según ha señalado la compañia compró jeans a HBB, un produtor establecido en Panamá, el cual a su vez era el trader del saldo en Pakistán. Aparentemente la autorización para la venta de la marca sería falso. En definitiva, la empresa pakistaní no habría tenido el visto bueno de Wrangler para que la empresa lo use.

Segunda demanda

En paralelo, hoy la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile A.C. (Conadecus) presentará una segunda demanda colectiva en contra de La Polar. En la acción patrocinada por el abogado Antonio Olivares, la agrupación acusó a la multitienda de “infringir abiertamente el deber de información que establece La Ley de Protección del Consumidor.

“Lo mínimo que debió hacer La Polar es informar adecuadamente sobre el origen y características de las prendas de vestir comercializadas que, por tener incorporados estampados, logos o etiquetas pertenecientes a determinadas marcas del mercado debían cumplir con un determinado y elevado estándar de confección, lo que claramente no ocurrió en la especie, puesto que las prendas de vestir presentaban notorias deficiencias, al estar descocidas, con un logo fácil de remover o quitar, entre otras”, consignó el escrito al que tuvo acceso Pulso.

“En este caso, queda manifiestamente acreditada la gravedad de los hechos reclamados, toda vez que La Polar ha difundido a través de diversos medios comunicacionales la campaña Súper Marcas – Súper Precios, induciendo a error o engaño a los consumidores al enunciar que las prendas de vestir pertenecían a determinada marca comercial, siendo que en realidad: falsos, como lo reconoció la demandada en dos ocasiones”.

Lo anterior según Conadecus, ocurrió a través de “una escritura pública sobre los bienes rotulados como Columbia, y en la segunda, la comunicación de un hecho esencial ante la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) de los bienes comercializados como Adidas, Under Armour y Wrangler; y, corresponden a saldos de temporadas anteriores, deficientes o saldos de stock”.

Conadecus, a diferencia del Sernac, optó por un camino más largo y presentó una medida prejudicial para exigirle a La Polar que presente una serie de documentos para fundamentar de mejor manera la demanda y conocer la forma en que operaba en la cadena de adquisición de los productos. La agrupación pidió que la empresa revelara las actas del directorio de la compañía, pero sus abogados se negaron rotundamente.

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