El dispar segundo trimestre del retail en medio de la caída del consumo y la amenaza a Falabella

Tasa de ahorro de los hogares sigue aumentando ante alza en los ingresos y menor consumo

Uno de los resultados más esperados fueron los de Falabella. La compañía informó que los ingresos trimestrales ascendieron a US$3.354 millones, con una caída de 12,5% con respecto al periodo abril-junio de 2022. S&P dejó clasificaciones de Falabella en “Revisión Especial Negativa”, esto por las “débiles tendencias operativa y de apalancamiento”. En tanto, la firma que mostró mejor desempeño fue Cencosud.


Ventas a la baja en medio de una caída del consumo ha golpeado a la última línea de los principales retailers del país. No obstante, en algunos casos se empiezan a ver mejoras y las proyecciones para los siguientes trimestres parecen ser más optimistas.

“A nivel general, se vio un segundo trimestre donde las empresas reportaron caídas de doble dígito en ventas, con algunas mejoras respecto al primer trimestre. A pesar de que se mantuvo un consumo bastante deprimido en este segundo trimestre y una alta inflación, las empresas lograron una disminución en sus inventarios y eficiencias importantes en los Gastos de Administración y Ventas (GAV)”, dicen desde Bice Inversiones.

Por su parte, Cristián Araya, gerente de estrategia de Sartor, sostiene que en el agregado, “veo foco en costos para mantener márgenes. Pero la primera línea denota debilidad y no veo construcción de inventarios. No me sorprende, y creo no mejoraría hasta después de septiembre, época de descuentos. Aunque también es cierto que la exposición a la banca (de los resultados a las filiales bancarias) denota cautela más que optimismo”.

Uno de los resultados más esperados por el mercado era el de Falabella, firma que llevaba varios trimestres con resultados negativos. Para el segundo cuarto del año, la compañía informó ganancias por US$61 millones, lo que implica una caída de 50% con respecto al mismo periodo del año previo. Sin embargo, la cifra se vio impulsada por el cambio contable que generó un ajuste positivo neto de US$ 108 millones en el período.

En tanto, los ingresos trimestrales ascendieron a US$3.354 millones, con una caída de 12,5% con respecto al periodo abril-junio de 2022, mientras que el resultado operacional completo -incluyendo el negocio bancario- descendió 79%, hasta US$ 34 millones, en el segundo trimestre.

A pesar del ajuste contable, a nivel semestral la empresa anotó pérdidas por US$ 6 millones .

Al respecto, en Bice Inversiones dicen que “los resultados nuevamente estuvieron arrastrados por retail, donde el foco estuvo en la presión sobre el ratio de endeudamiento Deuda Financiera Neta/Ebitda de 8,6 veces (vs 7,3x en el primer trimestre del año). En ese sentido creemos es positivo el avance que realizó la compañía en GAV (-8% año a año) y el plan de venta de algunos activos, sin embargo, el mercado está expectante de otras formas que la empresa está trabajando aún”.

En ese contexto, el pasado 31 de agoto S&P dejó la clasificaciones de Falabella en “Revisión Especial Negativa”, esto por las “débiles tendencias operativa y de apalancamiento”. Según la clasificadora, ”durante la primera mitad de 2023, los resultados operativos de Falabella fueron más débiles de lo esperado”, y que “el ritmo de la mejora de los resultados ha estado por debajo de nuestras expectativas”.

Por ello, apuntan a que “esperamos que la empresa registre un margen Ebitda de alrededor de 7% y un apalancamiento de alrededor de 6 veces en 2023, tomando más tiempo para converger a niveles que estén en línea con una clasificación de grado de inversión”.

Así, la agencia sostuvo que el estatus de Credit Watch “refleja un mayor riesgo de que Falabella no sea capaz de recuperar las utilidades y los indicadores de apalancamiento durante los próximos dos años a los niveles que esperábamos anteriormente”.

“Tenemos la intención de resolver la Revisión Especial durante los próximos 90 días a medida que obtengamos una mayor visibilidad de las decisiones estratégicas de la empresa, dados los recientes cambios en el consejo de administración, para mejorar el financiamiento, que podrían incluir medidas anticíclicas, reasignación de capital y posibles ventas de activos”, indicó S&P.

Ripley y Cencosud

Otras de la compañías que mostró una última línea mermada fue Ripley. La empresa reportó pérdidas por US$47 millones al cierre del primer semestre del 2023, en relación al mismo periodo del 2022, cuando obtuvo ganancias de US$16,9 millones. El Ebitda pasó de US$6,1 millones a una cifra negativa de US$23 millones.

Guillermo Araya, gerente de estudios de Renta4, señala que sobre la compañía “las expectativas eran mayores. En el segundo trimestre registró un Ebitda de -$6.851 millones, que se compara negativamente con los $21.881 millones del segundo trimestre de 2022. En tanto, a nivel de última línea (Utilidad/Pérdida Neta Controladores), registró un pérdida de $19.686 millones, que se compara negativamente con la utilidad de $2.160 millones. Todo a pesar del proceso de reestructuración y racionalización de costos”.

En Bice Inversiones apuntan que “en Ripley aún no se ve una recuperación en el segmento retail en primera línea, mientras que el banco en Perú estuvo por debajo de lo esperado por nosotros. El segmento bancario se encuentra en un proceso de normalización de los indicadores claves y Centros Comerciales sigue compensando positivamente los resultados, tal como se esperaba, con especial atención en los nuevos malls: Iquitos y San Juan de Lurigancho (aprox 106.000 m2)”.

Sin duda, la compañía que mostró un mejor desempeño en el segundo cuarto el año fue Cencosud. Para el período registró ganancias por US$179 millones en el período, cifra que representó un aumento de 163% frente a igual lapso del año anterior.

En el acumulado a junio, las ganancias cayeron 1,4% respecto de 2022 a $138.578 millones.

Para Bice Inversiones, en “Cencosud, se vio un trimestre resiliente, donde la consolidación de la cadena The Fresh Market siguió impulsando el crecimiento del Ebitda consolidado, a pesar de estar mostrando leves presiones, mientras que en Chile la resiliencia en márgenes estuvo impulsado por centros comerciales y en menor medida supermercados”.

En tanto la supermercadista SMU, controlada por el grupo Saieh -también controladores de La Tercera y Pulso-, alcanzó un Ebitda de $127.278 millones en el primer semestre, mayor en un 3,4% con respecto a igual periodo de 2022, y ganancias por $40.295 millones.

Pero para Araya, “dado que la cadena cuenta con supermercados focalizados en precio y a pesar de que se tenían expectativas que ante la desaceleración sería la empresa más resiliente del retail, y si bien a nivel de Ebitda en el segundo trimestre alcanzó los $59.577 millones, lo que implicó un alza de 3%, la última línea bajó a $18.784 millones, lo que implica una caída de 13,4%. Por lo tanto, a nivel operacional fue capaz de mantenerse, pero igualmente acusó la desaceleración”.

Otra de las cadenas que reportó fue La Polar. La empresa controlada por Leonidas Vial informó de pérdidas por $13.229 millones en el segundo trimestre, mayores en 117,7% al saldo negativo de $6.076 millones anotado en igual periodo del año anterior. En tanto, los ingresos consolidados cayeron 26,6% a $70.484 millones en el trimestre

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