Virus sincicial: por qué es útil el uso obligatorio de mascarillas (y otros consejos para prevenir el contagio)

Virus sincicial. Ilustración: César Mejías

Aunque algunos padres e incluso ciertos médicos se oponen a esta medida, aquí explicamos —junto a muchos especialistas— por qué esta puede ser una medida muy útil para frenar las enfermedades contagiosas.




La muerte de varios menores de edad a causa del virus sincicial, además de la alta ocupación de camas pediátricas hopitalarias, ha generado una verdadera crisis. Hace unos días, la subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli, declaró que serían seis menores a un año de edad las y los fallecidos por causas asociadas al virus sincicial. Y recientemente, el miércoles 14, se sumó una nueva fatalidad: una niña de tres años en la comuna de Monte Patria, Región de Coquimbo. Si bien las causas exactas que provocaron su muerte aún no han sido aclaradas, sí se sabe que llegó al recinto asistencial con una afección respiratoria. El personal médico intentó estabilizarla, sin embargo no lo lograron.

Los virus respiratorios estacionales suelen atacar con más fuerza a niños y adultos mayores durante el otoño, ya que son los rangos etarios más vulnerables a estos contagios. Eso ocurre todos los años, pero este ha sido más intenso, por lo que hace poco la autoridad sanitaria decreto la obligatoriedad del uso de mascarilla en los colegios para todos los estudiantes mayores de 5 años.

Virus sincicial: información básica

El virus respiratorio sincicial, según la explicación del Ministerio de Salud, es una de las principales causas de infección aguda de las vías respiratorias inferiores en lactantes y niños en todo el mundo. Asimismo, cuenta con una carga importante de morbilidad y mortalidad. Tras el contagio, los síntomas se presentan dentro de los 4 a 6 días posteriores y se expresan con moqueo, apetito reducido (en niños y bebés), tos, estornudos, fiebre y sibilancias. En guaguas muy pequeñas, puede observarse irritabilidad, menor actividad y dificultad para respirar.

Aunque los síntomas iniciales son parecidos, hay que saber diferenciar entre un resfriado común y el virus sincicial.

El sincicial es un virus de alta transmisibilidad y se disemina por medio de gotitas de la saliva de personas sintomáticas, y puede durar hasta 15 días en la vía respiratoria. Para los padres y tutores de las niñas y niños, es importante reconocer cuándo se trata de este virus más complejo, en contraste con un resfriado común, justamente por las consecuencias que pueden implicar en la población de riesgo: niños, adultos mayores de 65 años, enfermos crónicos y embarazadas.

“Ellos pueden evolucionar de peor manera, hacer neumonías o cuadros respiratorios graves. Por eso, en el caso de la influenza o el coronavirus, es importante que se vacunen, porque disminuyen las complicaciones”, afirma la Javiera Kreft, broncopulmonar infantojuvenil de Clínica Santa María.

“Más del 90% de los niños, hasta los dos años de vida, ya ha tenido al menos una infección por virus respiratorio o sincicial”, asegura Bárbara Walker, broncopulmonar infantil de Clínica Alemana. Destaca que “una de las principales causas de hospitalización en los niños menores a seis meses es la bronqueolitis aguda”.

¿Cómo diferenciar?

El sincicial no es el único virus que anda dando vueltas. Son tiempos también de influenza, adenovirus, rotavirus, coronavirus y resfriado común, este último, en general, sin complicaciones graves. Aquí están las mayores diferencias entre ellos:

  • Resfriado común: entre sus principales síntomas se encuentran los estornudos, la tos ocasional, la secreción y congestión nasal, y posiblemente fiebre un par de días. “Debemos manejar la temperatura alta y el malestar con antigripales. Además, se aconseja mantener una buena hidratación, no sobre abrigar, mantener cómodo al enfermo y, si es que no hay tanto apetito, dar alimentos livianos y frescos”, comenta Daniel Gambarrotti, pediatra Clínica Dávila Vespucio.
  • Influenza: es una afección respiratoria aguda que puede desencadenar en cuadros leves o graves, como neumonía. En muy pocas ocasiones puede llegar a ser mortal. Entre la sintomatología que puede presentarse figura la fiebre, incomodidad en el pecho, tos, dolor muscular, cefalea, fatiga y debilidad. “Las señales de alerta de la influenza son distintas a las de un resfriado común. En términos generales, la influenza es peor, con síntomas más intensos pero que, al inicio de la enfermedad, se pueden confundir”, advierte Roberto Olivares, jefe de infectología de Clínica Dávila.
  • Virus sincicial: también tiene una sintomatología similar a la de un resfriado, porque abarca congestión nasal, tos seca, poca fiebre y dolor de garganta. Sin embargo, según explica Leonila Ferreira, jefa de la Unidad de Paciente Crítico de Clínica Biobío, “en algunos casos, puede extenderse al aparato respiratorio inferior, causando neumonía o bronquiolitis —inflamación de las vías respiratorias que ingresan a los pulmones—, produciendo fiebre alta, tos intensa, respiración rápida o dificultad respiratoria, con un sonido parecido a un silbido al momento de exhalar”.

Pero la sintomatología no es el único punto en común que tienen estos cuadros de afección respiratoria: la forma en la que se contamina también es la misma, mediante microgotitas de saliva que generalmente se transmiten en estornudos, al hablar muy cerca o mediante las manos contaminadas.

¿Es la mascarilla una medida efectiva de prevención?

Sí. Al menos eso aclaran desde el gobierno, al declararla como estrategia y anunciar su uso obligatorio en los establecimientos escolares hasta el fin de la alerta sanitaria, que en este momento es el 31 de agosto.

“Con el uso de mascarilla cortamos la cadena de transmisión”, señala Gema Pérez, broncopulmonar infantil de Clínica Dávila. “Es recomendable usar mascarilla en la mayoría de los lugares concurridos que son cerrados, estemos o no estemos en vacaciones, mientras haya un brote de cualquier virus respiratorio”.

Minsal anunció el uso obligatorio de mascarillas para niños mayores en 5 años en establecimientos escolares

“El covid-19 nos dejó muchas enseñanzas. Una de ellas es el uso correcto de la mascarilla, el aseo y buen lavado de manos, y el uso de alcohol gel, todas medidas capaces de cortar la transmisión viral y de evitar contagios. Me parece una muy buena medida volver a usar las mascarillas mientras los niños deban seguir asistiendo al colegio o a los jardines infantiles”, puntualiza Walker.

Sin embargo, hay varios padres que se han manifestado contrarios a esta medida en redes sociales. Uno de los videos que está generando más controversia es el del médico Guillermo Guevara, quien además de declarar que es “una pésima medida”, dice que este es un brote producido porque “como no hubo circulación viral durante la pandemia, no se generó inmunidad en la población. Eso hace que las mujeres embarzadas no hayan pasado anticuerpos suficientes a sus hijos”.

Como sea, la medida es obligatoria y eventualmente podría bajar la tasa de contagios.

Otras medidas preventivas

Cuidados extremos para algunos

Los niños que son más vulnerables a infecciones graves, incluso potencialmente mortales, son aquellos que tienen condiciones de base como cardiopatías congénitas, niños con síndrome de down o los prematuros extremos”, dice Walker. Gracias a la Ley Ricarte Soto, existe un programa de administración de anticuerpos contra virus respiratorio sincicial en los prematuros menores de 31 semanas o menores de 1.500 gramos, que los protege en los meses de invierno de mayo a septiembre cada año”.

Vacunación

Aunque el virus sincicial no tiene actualmente una vacuna activa, “sí existe una vacuna de Pfizer en fase 3 que se aplicaría a las embarazadas para proteger, a través del traspaso de anticuerpos por la placenta y por la leche materna, a los lactantes de cero a seis meses”, dice Pérez. Las vacunas contra el covid-19 y la influenza “debería disminuir la probabilidad de co-infecciones de sincicial con covid o influenza, lo que haría un cuadro más severo”, aclara. Su sugerencia es revisar los calendarios de vacunación y, en caso de no estar al día —y de estar sano—, vacunarse tanto los padres como los niños (estos últimos de manera gratuita hasta 5º básico).

“Se aprobó vacuna para virus respiratorio sincicial para adultos en Estados Unidos, pero aún faltan los estudios que avalen que puedan aplicarse en niños pequeños”, comenta Walker. Sobre el efecto vacunación masiva, explica que “incide en la disminución del número de niños enfermos, probablemente el número de hospitalizados, y por lo tanto tendríamos menos colapso del sistema y podríamos concentrarnos en patologías como el virus sincicial, que no tiene vacuna y cuya prevención es la única forma de frenar su contagio”.

Si el niño está con síntomas de resfrío, mejor no enviarlo al jardín o colegio

Este criterio corre tanto para ir a la sala cuna, jardín infantil o colegio, así como para otras instancias sociales como actividades deportivas, cumpleaños o eventos en lugares cerrados. “Los padres pueden hacer mucho para favorecer el corte del contagio, y esto es evitando mandar a los niños menores con síntomas respiratorios al colegio o jardín infantil. Así poder cortar un poco la transmisión del virus”, asegura la especialista de Clínica Alemana.

Bajo la opinión médica de Walker, es mejor “propiciar que se suspenda o que se posterguen las celebraciones infantiles hasta una época en la que haya disminuido la transmisión viral, porque los cumpleaños infantiles son un factor de riesgo para contagiarse los virus”.

Cuidado con las vacaciones de invierno

Vacaciones de invierno es sinónimo de niños, tiempo libre, aglomeraciones y juegos. A simple vista, no se percibe como un buen panorama para madres y padres temerosos de los contagios. “Aumentan la oferta de actividades recreativas, como películas en el cine o cumpleaños en recintos cerrados. Ahí recomiendo considerar el uso de mascarilla, en especial si van a estar en contacto con más niños y con poca circulación de aire”, aconseja Walker.

Volver a activar mascarilla, lavado de manos y distancia social

Durante la emergencia sanitaria de covid -19 aprendimos casi religiosamente que el uso de mascarilla, el lavado de manos y el distanciamiento social era la forma de hacerle frente al virus. Con el sincicial esta estrategia funciona de la misma manera, ya que como explicamos antes, este es un virus que se transmite en formato de pequeñas gotitas voladoras. “Si disminuimos el contacto, el distanciamiento social, el lavado de manos frecuente entre las personas, entre cuidadores, entre padres o entre educadores, disminuimos esta contagiosidad. Si usamos mascarilla, no existe vacuna en este caso para el virus sincicial , pero para otros virus sí, por eso debemos tener este tema asociado. Lo mismo que la ventilación”, añade Pérez.

Protocolo de limpieza al llegar

En caso que tu hijo esté asistiendo al jardín, colegio o sala cuna, y teniendo en cuenta el contexto del virus respiratorio, es que es positivo si se aplica una estrategia de limpieza al llegar al hogar. “Debe cambiarse la ropa completamente, hacer un extenso lavado de cara de antebrazos y manos para poder reducir la carga viral de los virus que vienen adheridos en la piel y en la ropa”, sugiere Walker. Estas medidas debería cumplirlas cualquier habitante de la casa al salir, en especial si tienen integrantes lactantes o tercera edad, ya que son los más vulnerables a la infección.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.