Todo lo que siempre quisiste saber (pero te avergonzaba preguntar) sobre la depilación masculina

Aunque cada vez se ven más cuerpos de hombres sin ningún vello, hablar de ello abiertamente sigue siendo un peliagudo tabú. ¿Cómo conseguir un rasurado suave y sin ardor? ¿Es más higiénico que los genitales queden sin pelos? Dermatólogos y especialistas en depilación de varones explican los cuidados y precauciones que hay que tomar.




“Creo en la antigua tradición de usar un orgulloso, erizado, brillante y grueso matorral púbico. Así es como la madre naturaleza lo quiso. La depilación masculina me parece una abominación. En mi opinión, hombres y mujeres deben dejar esas áreas donde nace la vida en un ambiente pantanoso, expidiendo un olor caliente que prácticamente se pueda saborear”, opina el actor, escritor y carpintero Nick Offerman, el popular Ron Swanson de Parks and Recreation, escandalizando a su interlocutor, el conductor de televisión Conan O’Brien, que prácticamente lo tilda de ser un cavernícola.

Aunque hoy en día, como dice Offerman, es más cuestionado o reaccionario llevar el vello al natural en todas las partes del cuerpo, al mismo tiempo casi no se habla de la depilación masculina, a pesar de que —como se ve en los cuerpos de los futbolistas, los modelos o los cantantes— cada vez se la demande más.

Es la definición de un tema privado —peliagudo, si quieres hacerte el gracioso—, pero que en público se vuelve masivo, con los jóvenes preocupados de mantener sus pieles libres de vellos, pelos y motas. Según un informe de la Cámara de la Industria Cosmética de Chile, el segmento masculino representa el 1,5% del volumen de ventas de cosméticos en el país. Para Meridian, marca de productos asociados a la depilación masculina, la cifra indica que “tímidamente los hombres chilenos están empezando a darle protagonismo a su cuidado personal, especialmente desde el punto de vista estético. Si bien entre sus principales áreas de interés destacan la perfumería, el aseo y el afeitado, la depilación va tomando un espacio cada vez más importante”.

Rasuradora inalámbrica Meridian The Trimmer


El siguiente es un cruce de datos para nada académico. Es algo intuitivo, especulativo quizá, aunque también basado en la experiencia. Pero si consideramos que solamente el 1,5% de los productos cosméticos son consumidos por hombres, y al mismo tiempo cada vez es más raro que ellos no se acicalen aunque sea un poco la vellosidad corporal, podemos concluir que buena parte de los varones se preocupa de su depilación de una manera autodidacta, quizá un poco secreta y bastante garage, sin los conocimientos ni menos los productos y herramientas necesarias para un procedimiento seguro y correcto.

Conversamos con expertos en el tema, desde la dermatología a la tecnología, para entender el tema desde su raíz. Sin pelos en la lengua.

Un ritual espiritual

Para Fauadz Kassen, cofundador de MyCocos, marca dedicada a la promoción y la venta de artículos para la depilación masculina, el tema es bastante profundo.

“La evolución de la humanidad, y esta apertura de conciencia en la que actualmente transitamos, nos ha llevado a que los hombres dejen de ver la depilación o el acicalarse como algo netamente femenino”, reflexiona. “En MyCocos tenemos como foco principal derribar esas barreras. Nos hemos sumado a esta nueva realidad donde intentamos abrir esa ventana de conciencia”.

Apuesto a que nunca habías pensado en eso mientras te rebajabas, afeitabas o depilabas alguna zona sensible.

Finalmente, amplía Kassen, es una cosa de amor propio. “La depilación masculina tiene que ir de la mano con la seguridad, de sentirse bien. Si como hombre te sientes más seguro con tus áreas sensibles podadas, cuidadas o rasuradas, está perfecto”.

El entusiasmo del co-creador de MyCocos no debe ser confundido con un talibanismo depilatorio. “Al contrario: si te hace sentir bien estar con tus áreas llenas de vello púbico o pelo, bien por ti también”. Ni peludos ni lampiños deben ser discriminados. Pero ya es hora de que estos últimos no se avergüencen por dedicarle tiempo, energía o productos a que su cuerpo se mantenga libre de vellosidad.

La depilación, dice Kassen, es un ritual de autocuidado que debe hacerse en relajo y con los elementos adecuados. “Es un momento para dedicarse a uno mismo, de manera calmada y tranquila. Nos preocupamos mucho por comunicar la idea de que, en la depilación, quien gana la carrera es el que más lento va. Esto es algo que no se puede hacer con apuro”.

Pelos y señales

Que el acicalamiento sea un ritual consciente y relajado no tiene que ver solamente con una búsqueda espiritual. Es también un tema de salud.

Matías Gompertz, dermatólogo egresado de la Universidad Católica, advierte que “una mala técnica depilatoria estará asociada a irritación, picazón, enrojecimiento y dermatitis, además de aumentar el riesgo de infecciones como la foliculitis. En las pieles más morenas puede dejar manchas que luego cuesta borrar o lesiones que generan cicatrices”.

Marlene Rubio Betancourt, especialista de la piel en Medismart, complementa que un mal rasurado puede provocar alergias. Con el uso de cera puede surgir dermatitis de contacto y hasta quemaduras si se hace a una temperatura muy elevada. Ambos coinciden, eso sí, en que últimamente reciben más consultas respecto a depilación masculina que hace algunos años.

“Es un tema bien en boga”, dice Gompertz. “Los pacientes cada vez consultan más, muchas veces para mejorar su aspecto pero también por comodidad”. Rubio asegura que hay bastante desinformación al respecto y que ha notado “un incremento en las consultas en relación a esto”.

En un mundo ideal, señala Gompertz, sería bueno que todas las personas que se quieren depilar lo hagan con láser, pero que por un tema de costos es poco probable.

Fauadz Kassen se peina en el tema. Dice que es importante separar entre depilado, afeitado y rasurado. “Son procesos distintos, aunque todos buscan sacar o disminuir el vello de la piel. La depilación, que saca el pelo de raíz, es más dolorosa, sobre todo si es con cera. El afeitado clásico, en cambio, raspa la piel para sacar el vello, mientras que el rasurado es la poda con una máquina eléctrica. En esto último nos especializamos nosotros, con un modelo que rebaja y recorta el vello corporal”.

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Su rasuradora My Cocos 3.0, por ejemplo, puede incluso usarse en la ducha, ya que es resistente al agua. “Es más fácil dominar el vello ahí, porque está humedecido. Igual hay personas a las que les gusta usar gel o espuma, pero ahí tiene que ver con los gustos. Luego siempre hay que enjuagarse y terminar con crema o un after shave sin alcohol. Por ahí va el ritual”.

Respecto de los cuidados, Gompertz relata que son bastante parecidos a los consejos que nos dio hace unas semanas respecto al afeitado de la barba. “Siempre tratar de hacerlo sobre pelo húmedo, que se puede humedecer con agua tibia para ablandar. Si se va a hacer con una afeitadora manual, que sea siempre en el sentido del pelo, con crema o solución afeitadora. Posteriormente, lo ideal es hidratar la piel para recuperar la barrera cutánea y desinflamar”.

Si vas a usar una afeitadora manual, el dermatólogo aconseja que tenga una cabeza móvil y un mayor número de hojas. Con una pasada lenta, la presión se distribuirá de manera homogénea. De todas formas, siempre será más aconsejable rasurar que afeitar al ras. “Y que una máquina eléctrica tendrá mejores resultados que una manual”.

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Rubio sugiere enérgicamente usar máquinas nuevas cada vez que se realice la depilación, para luego evitar el riesgo de irritación en la zona. “Luego se pueden ayudar con loción limpiadora, aunque no recomiendo las que son a base de alcohol”.

Una decisión personal

Aparte de quedar suave como estrella de la lucha libre, ¿hay otro beneficio al remover el vello corporal? Según Kassen, el principal es la higiene. “Se evitan los malos olores, característicos de la sudoración producida por la acumulación de vello”.

Gompertz rebate. “La piel está colonizada por bacterias, hongos y parásitos que conviven en una suerte de armonía llamada microbioma cutáneo. Es como la flora y fauna de la piel, que de por sí no es una superficie limpia. Por ende, decir que el depilado produce más o menos higiene no aplica. Al contrario: si nos depiláramos todos, habría más problemas asociados de irritación, resequedad, ardor, infecciones o foliculitis”.

En conclusión, es una cosa de gustos, una decisión estética. También espiritual, si quieres. Pero si andar libre de pelos te acomoda y te hace feliz, no deberías avergonzarte por ello. “Pero para eso es importante convertirlo en un hábito frecuente”, dice Kassen. “Si lo haces cada seis meses, la rasuradora se va a encontrar con abundante vello, el proceso se tornará más difícil y será como empezar de cero. Los mejores resultados se obtienen cuando se toma como un ritual de autocuidado y amor propio”.


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 12 de mayo de 2022. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.

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