Reseña | Belkin Soundform Flow: audífonos para entrar al mundo inalámbrico

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Reseña audífonos Belkin Soundform Flow

Con la promesa de ser más económicos que otros modelos inalámbricos, la marca estadounidense irrumpirá en el mercado en los próximos días con un modelo que ofrece facilidad de uso y una buena cancelación de ruido. Sus carencias, sin embargo, limitan su proyección en consumidores más experimentados.




A fines de este mes se espera el estreno en Chile de los Soundform Flow, el nuevo modelo de earbuds inalámbricos de la aún joven marca estadounidense Belkin, fundada en 1983. Para quien escribe, se trata de toda una novedad, pues no había tenido la oportunidad de probar ninguno de sus productos anteriormente.

En el papel, los Soundform Flow presentan características que le asemejan a los Airpods de 3ª Generación, aunque en un valor más económico: mientras el modelo de Apple supera la barrera de los 150 mil pesos, los Belkin tendrían como tope los 100 mil.

Especificaciones técnicas

  • Tamaño de diafragma: 12 mm.
  • Cancelación de ruido:
  • Sonido ambiente:
  • Control táctil:
  • Conectividad: Bluetooth 5.2
  • Rango de distancia: 10 metros
  • Duración de batería auriculares: 7 horas
  • Duración de batería estuche de carga: 24 horas
  • Resistencia al agua: IPX5

Primeras impresiones

Al interior del empaque se pueden encontrar un par de almohadillas de silicona extra, totalizando tres alternativas de diferentes tamaños —chicos, medianos, grandes—, además de un cable cargador USB-C de apenas 20 centímetros, una extensión muy corta que, para malestar de quien escribe, se ha estandarizado pese a no ser la más práctica: más vale contar con una superficie despejada cuando necesites cargar tu dispositivo.

Dentro del empaque también se puede encontrar el estuche cargador, un dispositivo de diseño moderno, limpio y a estas alturas tradicional, pues sigue la línea de varios otros modelos y marcas. Sus dimensiones (unos 7 centímetros de ancho, 6 de profundidad y otros 3,5 de altura) lo hacen muy apropiado para llevar cómodamente en bolsos o bolsillos, aunque quizá un poco grande para el bolsillo de un pantalón. Quedan algunas dudas sobre la resistencia que puede ofrecer la tapa de la funda, de un material plástico y delgado, considerando la presión a la que se puede ver enfrentada este tipo de objetos.

Visto en perspectiva, el estuche cargador parece la miniatura de un estadio moderno de fútbol o de una arena de conciertos. Y dentro de éste, boca abajo, los encargados de ofrecer el espectáculo: los auriculares Soundform Flow, de tipo in ear y diseño tradicional . Quizá su tronco es algo más largo que, por ejemplo, el que se puede ver en los Huawei Freebuds y los Redmi Buds Pro de Xiaomi, que de frentón son cortos, pero bastante parecido a los AirPods de Apple.

En su cabeza semiovalada se esconde lo que, en términos de presentación y cifras, resulta la primera sorpresa: transductores dinámicos de nada menos que 12 milímetros, prácticamente el doble del tamaño de los drivers del Sony WF-1000XM4, y también de mayor volumen que los diafragmas contenidos en los Freebuds 5i y los Redmi 4 Pro, de 10 y 11 milímetros, respectivamente.

En teoría, un diafragma de mayores dimensiones puede ofrecer una mejor calidad de audio, sobre todo en lo que refiere a frecuencias graves. Pero esto no es más que la teoría y la práctica ha demostrado que no siempre se da. Habrá que probar.

Funcionamiento y usabilidad: simple y efectiva

En lo que respecta a la ergonomía, los Soundform Flow pasan la prueba sin problemas, consiguiendo un ajuste sólido en el pabellón auditivo. Ejercen una presión tolerable sobre éste, lo que genera una cámara cerrada que aporta una cancelación de ruido pasiva: en sí, los auriculares funcionan como tapón del ruido externo, sin provocar una sensación de encapsulamiento, como ocurre con otros modelos de otras marcas. Esto parece un buen indicio, por ejemplo, para quienes buscan auriculares que les acompañen en actividades deportivas.

Sobre el lomo de los auriculares, una pequeña luz azul indica que están cargados y listos para emparejar. Los Soundform Flow cuentan con conectividad Bluetooth 5.2, una especificación que, si bien no es la más reciente, resulta idónea para dispositivos de audio, dado que la compresión y descompresión de datos es altamente eficiente, y cuenta con Low Complexity Communication Codec (LC3). Todo esto redunda en mayor fluidez, menos interrupciones en la comunicación y menor latencia, en un radio de 10 metros de distancia alrededor del dispositivo “madre” o fuente.

A lo anterior se agrega la posibilidad de emparejar dos dispositivos en simultáneo; por ejemplo, al smartphone y al ordenador, algo bastante útil en el escenario laboral. También tiene una súper buena duración de batería, que ofrece hasta 31 horas de autonomía, entre los audífonos y el estuche. En ese sentido, supera la oferta de los modelos anteriormente mencionados, con excepción de los Redmi 4 Pro, que llegan a las 36 horas de carga.

Durante el testeo, todas estas particularidades tuvieron, en general, un buen funcionamiento, aunque los auriculares se mostraron algo sensibles en lo que refiere a la estabilidad de conexión a distancia, generando algunos saltos en la reproducción de audio.

Por otro lado, los Soundform Flow cuentan con comandos táctiles, otra característica que en los últimos años se ha transformado en un estándar, sobre todo en los auriculares true wireless stereo (tws) diseñados para permanecer la mayor cantidad de horas posibles ajustados a los oídos de usuarios habituados a la hiperconexión. La idea es que no haya necesidad de quitárselos —a menos que los dispositivos necesiten carga o haya llegado la hora de dormir— ni de sacar el celular para contestar una llamada o pausar o darle play a la música.

En este aspecto, el funcionamiento de los auriculares resultó correcto. Los Soundform Flow emiten una señal audible tras recibir cada comanda: como si se tratara del código morse, un dit representa un punto y dah, al guión. Un dit para reproducir o pausar, y para contestar o terminar una llamada; dos para ir a la pista siguiente y tres para ir al track anterior; un dah para activar la cancelación de ruido, el modo ambiental o desactivar la función. Esto permite cierta orientación que en otros modelos se echa de menos, pues no hay mayor referencia que el acierto o el error luego de intentar comandar de forma táctil.

En el uso del touch, este modelo posee una muy buena sensibilidad: basta un suave toque sobre el lomo de los auriculares para dar la orden deseada. Pero por otro lado, se hace evidente la economía tras los materiales de construcción que llevan, indefectiblemente, a que el toque —sobre todo cuando es más de uno, como al adelantar la pista— tenga un impacto percutivo al interior del pabellón auditivo que, tarde o temprano, resultará desagradable.

Sonido moderado, con alguna sorpresa agradable

Lamentablemente, Belkin no entrega información respecto a los códecs que soporta este modelo. Sin embargo, queda claro que no se trata de auriculares de audio con alta resolución. Al compararlos frente a otros modelos Hi-Res económicos, como los Sennheiser HD 250BT, los Soundform Flow tienen menos definición e imagen sonora, incluso al reproducir música desde plataformas como Tidal, reconocida por streamear en alta calidad: hasta 24 bit y 192 kHz.

Tampoco poseen demasiada potencia, aunque el volumen que soportan es suficiente y no genera ruido ni distorsión. Podríamos pensar que Belkin apuesta por algo moderado y seguro para la salud de nuestros oídos, tanto en lo que refiere a frecuencias graves como agudas, con un sonido que si bien no es tan definido, posee ciertas cualidades que lo hacen agradable al oído. Por ejemplo, la manera en que sus transductores dinámicos procesan los bombos.

Estos aparecen con un grosor y aire muy bien medidos, con un buen balance de graves y medios que le aportan naturalidad e incluso presencia física a la percepción: golpean suavemente en el pabellón auditivo, tal como ocurriría en una presentación en vivo.

Se extraña, eso sí, algo más de brillo en las voces, cuerdas y bronces, así como una limpieza en el sonido general que aporte más claridad y realce la musicalidad de cada instrumento. En definitiva, los bombos son, probablemente, lo más destacable del sonido que ofrecen los Soundform Flow.

En lo que respecta a la función de llamada, el modelo respondió de buena manera, tanto para la escucha como para la captura de la voz del usuario, permitiendo que las experiencias fueran fluidas y sin interrupciones causadas por problemas técnicos.

Cancelación de ruido y modo ambiental

Más positiva y consistente es la evaluación sobre la función de cancelación de ruido activa en este modelo. Para su funcionamiento, los auriculares cuentan con un micrófono de avance que filtra de manera inteligente el ruido exterior. Al activar el noise cancelling —con un toque sostenido durante un par de segundos en uno de los auriculares—, la diferencia se hace bastante perceptible respecto a la modalidad en off. Si bien no anula el sonido ambiente, lo disminuye lo suficiente como para escuchar música sin mayores interrupciones provenientes del tráfico o de conversaciones ajenas.

Más notable y efectiva resulta la función de modo ambiental, denominada en este caso por Belkin como Hear-Thru. Es una modalidad pensada para mantenerse alerta a lo que ocurre en el entorno, sin necesidad de quitarse los auriculares, incluso mientras se reproduce audio o se tiene una llamada.

En esta función, en vez de filtrar el sonido exterior, el micrófono de avance se abre y lo realza para hacerlo pasar por los auriculares. El resultado es bastante positivo: las voces del exterior, de hecho, se escuchan con mucha claridad y, a diferencia de otros modelos, no se produce una sensación de encapsulamiento o artificialidad que fatigue el oído ni provoque una sensación desagradable. Es decir, el modo ambiental cumple.

Veredicto Práctico

Los Soundform Flow de Belkin son una alternativa de entrada al mundo wireless. Ofrecen simpleza y facilidad en el uso y una muy buena ergonomía. Su ajuste los hace propicios para la práctica de actividades deportivas, algo en lo que también resulta muy útil su resistencia a chorros de agua, sudor y polvo, ya que cuentan con certificación IPX5.

Su conectividad Bluetooth 5.2 y nivel de autonomía, además, le hacen una buena herramienta de trabajo o estudio, al permitir conectarse a dos dispositivos en simultáneo y garantizar un tráfico de datos fluido y sostenido por hasta 31 horas de uso continuo.

Sin embargo, quienes buscan un modelo más avanzado, tanto en lo que respecta a audio de alta definición como en la compatibilidad con asistentes de voz o una aplicación que permita configurar a gusto el funcionamiento del dispositivo, podrían quedarse cortos con los Soundform Flow y su oferta.

En definitiva, este modelo es una alternativa a los AirPods de base, en especial al de 3ª generación, con el que se pueden encontrar más similitudes en los features. Su verdadero valor y peso para los potenciales usuarios estará dado una vez que en el mercado defina su precio.

Nota: ⭐⭐⭐★★

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