Mi mascota no me deja dormir: qué hacer si tu perro ronca mucho

Los ronquidos de tu perro no solo son perjudiciales para ti: también perjudican su salud.

¿Tu descanso se ve interrumpido por los ruidos de tu fiel compañero? Descubre cómo manejar este problema, que puede tener graves consecuencias en tu animal, y lograr ambos un sueño reparador.




Para quienes tienen el sueño liviano, el ronquido ajeno —incluso si proviene de otra habitación o al otro lado del bus o avión— pueden sacarlos abruptamente del mundo de los sueños e impedir que regresen a él. Cuando es la pareja la que emite estos ruidos nocturnos, la batalla no está perdida: se puede conversar al respecto, tomar medidas, seguir tratamientos o técnicas —como las que enumeramos acá— o buscar distintas soluciones.

¿Pero qué hacer cuando el ronquido sale del hocico de tu perro, que duerme plácidamente a los pies de la cama? Si lo sacudes se despertará, si lo mueves quizá dejé de roncar por un rato, pero más temprano que tarde, cuando vuelva a conciliar su descanso, el carraspeo y los jadeos regresarán al mismo tiempo que tu incapacidad de retomar el sueño.

“El ronquido en los perros se produce por una obstrucción del aire dentro de las vías nasales”, comenta Josefa Ramírez, médica veterinaria y etóloga clínica. “Esto puede ser causado por alguna enfermedad o por la misma anatomía de la nariz”.

Gonzalo Chávez, médico veterinario y docente de la Universidad Santo Tomás, explica que la intensidad del ronquido “está directamente relacionada con su causa, como también del tamaño del perro, ya que eso aumenta su caja de resonancia”.

Hay razas que por su anatomía tienen más tendencia a roncar. Es el caso de los perros braquicefálicos, conocidos también como “los perros de cabeza chata”, donde los más comunes son el bulldog inglés, el bulldog francés, el boxer, el boston terrier y los pugs. “Son perros en general muy roncadores”, opina.

Que tu perro ronque mucho no es normal.

Al igual que en los humanos, el sobrepeso también puede ocasionar ronquidos, ya que las vías respiratorias, al relajarse ciertos músculos durante el sueño, quedan obstruidas. “A veces hay perros que roncan solo ocasionalmente, y que al acomodarse o al moverlos el ronquido cesa; en ese caso puede deberse a una mala posición de la cabeza”, comenta Karen Valenzuela, académica y coordinadora de la Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía de la U. de Las Américas.

Sin embargo, si el ronquido es permanente, “efectivamente puede deberse a una alteración en la anatomía del perro”, señala. Mientras que Jenny Rodríguez, académica y médico veterinario de la Universidad Mayor, ahonda en que “puede tener relación con ambas: tanto postura como anatomía”.

Reconocer las causas

Para saber por qué ronca tu perro, lo primero es observarlo mientras lo hace. “Puede que la causa sea el lugar en donde duerme: quizá nuestra mascota está incómoda en una cama muy pequeña para su tamaño, una superficie dura o poco confortable, o si comparte la cama con nosotros a lo mejor tiene poco espacio o queda en una posición extraña”. Si es así, podemos intervenir cambiando sus condiciones y logrando que su zona sea más confortable.

Si el origen es el sobrepeso —algo que se puede comprobar con un control rutinario en el veterinario—, la académica señala que la mejora ocurrirá en el mediano plazo y solo si somos capaces de mejorar su alimentación e incrementar la actividad física. “Siempre descartando otras enfermedades”, agrega, “ya que la obesidad puede ser signo de otra patología de base, por ejemplo alguna anormalidad endocrina como hipotiroidismo”. Por lo mismo, recomienda que esa baja de peso sea guiada por un profesional veterinario.

Otro escenario que menciona Valenzuela sucede cuando los perros mayores, en general sobre los siete años, comienzan con ronquidos o estridencias al dormir. “Eso puede deberse a la presencia de pólipos o masas en las vías aéreas, que deben ser confirmadas o descartadas por un médico veterinario”.

Razones anatómicas

Como bien explicamos al inicio, hay razas cuya genética las condiciona a roncar. Esta predisposición, explica Rodríguez, se debe a la conformación de su cráneo. “Las razas braquicéfalas —como los mencionados bulldog, pug y boxer; o los gatos persa e himalaya— se caracterizan por tener un hocico más corto y un paladar más largo o elongado, lo que favorece el bloqueo del flujo de aire al respirar”, cuenta.

Además de eso, es común que estas razas tengan malformaciones en los collares o los cartílagos de la nariz, ahonda Chávez. Y cuando existe alguno de estos problemas, “se dificulta el correcto paso del aire y se produce entonces el ronquido, que es más que el sonido: nos indica que no están oxigenando bien, algo que tiene fuertes consecuencias para ellos”.

Para mucha gente parece normal que los perros de estas razas ronquen, pero Jenny Rodríguez enfatiza en que “eso no es tan cierto”. El ronquido que aparece de un momento a otro, que ha sido frecuente durante la vida de una mascota, o que aumenta en intensidad con el paso del tiempo, se puede asociar a alguna patología y por ende se debe tratar”.

“Si está condicionado por una condición anatómica”, añade Chávez, “se debe consultar con un especialista para evaluar la necesidad de realizar un proceso quirúrgico para corregir algunas de estas alteraciones, como el paladar blando alargado o las narinas”, puntualiza el docente Santo Tomás. El ronquido no solo afecta al que lo escucha, sino que también perjudica el descanso de los perros y por lo tanto a su salud.

Mala postura

Tal como los humanos, los perros también son susceptibles de roncar por una mala postura. “Si se obstruyen las vías aéreas por las que fluye naturalmente la columna de aire, que no debiese tener ningún tipo de obstáculo, se generará una turbulencia que provocará este sonido”, analiza Chávez. Por eso, si nuestro perro se acuesta en una posición en la que tenga el cuello torcido o la cabeza inclinada en un mal ángulo, “lo más probable es que se genere algún ronquido, que puede ser muy tenue o tan fuerte que nos pueda llegar a despertar”.

Si los ronquidos son solo esporádicos, y es evidente que se producen cuando el perro está en una postura chueca, podemos ayudarlo realizándole algún cambio. “Si estos cesan, es porque solamente está asociado a la postura al dormir”, argumenta Rodríguez. Si continúa con el escándalo, entonces hay que evaluar otras causas.

Si ronca mucho, ¿significa que está enfermo?

Lamentablemente, está relación es muy probable. “Se debe tener presente que un ronquido persistente e intenso no es normal e indica, con altas probabilidades, la presencia de alguna patología o síndrome”, afirma Valenzuela. “Incluso en los perros de razas donde los ronquidos son considerados ‘normales’”.

El ronquido constante y sonante “seguramente es una patología, por ejemplo a nivel respiratorio o bien anatómico, como paladar blando elongado, o incluso por alergias”. Por eso es importante “notificar al veterinario cuando tu perro ronca mucho”.

“Los ronquidos siempre dificultan el proceso respiratorio”, profundiza Chávez. De ahí la importancia de la observación por parte de los tutores, ya que en algunos casos esto se puede tratar de apnea. “Cuando se trata de una malformación, el ronquido será permanente, con muchas probabilidades de que también se presente durante el día, mientras el perro está despierto”, aunque en la noche, mientras duerme, será cuando aparezca con mayor fuerza y, también, más molestias para el entorno.

Entre otras causas de salud mencionadas por el académico Santo Tomás figura la inflamación de las vías aéreas superiores. “Podría ser un aumento de secreción mucosa en general, debido quizá a alguna reacción alérgica, la que dificulte el correcto paso del aire”, señala.

Los ronquidos intensos no son normales ni inocuos

Cualquiera de los siguientes síntomas o señales pueden ser suficiente evidencia de que tu perro tiene un problema de salud que debe ser tratado.

  • No es normal que el perro ronque durante todo el día o en posiciones que no están generando obstrucción de la vía aérea, o que el ronquido aumenta en intensidad en situaciones cotidianas, como paseos o juegos.
  • Si además de los ronquidos vemos decaimiento, pérdida del apetito, jadeos o ruidos agregados —como un silbido al respirar— o secreciones y mucosidades por la nariz.
  • Si de pronto deja de tolerar el ejercicio o ya no tiene ánimos para jugar, y además sube de peso.

Últimas recomendaciones

  • No dar por sentado que el ronquido está asociado a su raza: “No conviene esperar a que mí o a alguien más le moleste, ni que genere algún conflicto porque no puedes descansar de noche”, plantea Chávez. Es importante reconocer que el perro, al roncar mucho, está atravesando un problema que debe ser corregirlo en favor de su bienestar. Si se trata de un perro de raza braquicefálica, cuyos ronquidos suelen ser considerados normales, es importante consultar con un médico veterinario, idealmente con experiencia y formación en estas razas, para evaluar e intervenir en caso de ser necesario.
  • Control de peso: “La obesidad, entre muchas otras cosas, puede causar trastornos respiratorios. Por lo tanto, controlar el peso es un factor que sí o sí debe evaluar y manejar el tutor de un perro que ronca”, menciona Valenzuela. Es importante, como decíamos antes, que el mismo médico veterinario entregue una recomendación de alimentación para casos de sobrepeso.
  • Prueba siempre corrigiendo: A veces, un ronquido se soluciona solo acomodando o moviendo al perro. Sin embargo, si el sonido persiste la recomendación de todos los profesionales es siempre acudir al veterinario. Incluso puedes grabar su ronquido, para que así el médico pueda entender de mejor manera qué es lo que está pasando.
  • Evitar la reproducción de perros braquicéfalos con problemas respiratorios: “Estas son condiciones en ciertas razas y que las heredan en sus hijos”, dice Chávez. Por ende, “es altamente probable que su descendencia tenga los mismos problemas y que también requieran de cirugías”.

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