Cómo enfrentar la masturbación infantil: consejos para no traumar a tu hijo (ni menos escandalizarse)

Coppia di putti barocco

La exploración del cuerpo es parte natural del crecimiento y, aunque no lo creamos, algunos menores de seis años lo hacen por las mismas razones que los mayores: porque es agradable. "Desde el punto de vista social no es bien visto que un niño se toque, pero es parte del desarrollo y es importante que sus figuras de apego le enseñen", aconseja a Práctico una especialista.




La masturbación infantil es la estimulación de los propios genitales para obtener placer y satisfacción personal. Es importante que quede claro que es un acto completamente normal que se presenta en un tercio de los niños en edad preescolar, vale decir entre los 2 y 6 años.

Así que ante todo: tranquilidad. Si tu hijo o hija se toca, lo hace por la misma razón por la que se mete el dedo en la nariz. Sus genitales están ahí y les produce la misma curiosidad que el resto del fascinante cuerpo que están descubriendo.

¿Una conducta exploratoria o una compensatoria?

Sobre las causas, la masturbación hasta ahora no tiene un origen médico u orgánico que la explique, algunos niños se masturban cuando están aburridos o insatisfechos por algún motivo, desde falta de juguetes y chupete, hasta sueño y cansancio. En la mayoría de los casos forma parte de su desarrollo evolutivo, del descubrimiento de su propio cuerpo y de nuevas sensaciones agradables.

"Lo importante es saber distinguir si se trata de una conducta exploratoria o compensatoria. Hay niños que lo hacen solo porque es agradable, pero hay otros que se masturban en situaciones de estrés, cuando no son contenidos social y emocionalmente por sus figuras de apego y lo hacen para calmarse", explica a Práctico la psicóloga infantil Maribel Corcuera.

Cómo identificar la masturbación infantil: en general es la inspección que hacen a sus genitales cuando se están bañando. Es la frotación rítmica del área genital con sus propias manos o contra objetos (muñecos, peluches, brazos de sillones y pupitres), pueden mover todo el cuerpo o extender y flexionar las piernas.

Ante tal escena, si es pública o privada, primero no te asustes. Los expertos dicen que es algo completamente normal, y que no produce ningún daño físico o psicológico en tu pequeño o pequeña.

Cuando lo está haciendo, una opción es ignorarlo. Puede que le hayas explicado a tu hijo que tiene partes privadas que nadie más que él o ella puede tocar, pero lamentablemente para un menor de tres años el concepto de privacidad puede significar exactamente nada.

Entonces, si llamas su atención y le refuerzas mucho la idea, incluso puede que logres que se masturbe más. A esta edad les encanta medir los límites de los mayores por lo que, a veces, lo mejor que puedes hacer es hacer vista gorda.

[caption id="attachment_790610" align="alignnone" width="1735"]

Cuadro de Vincenzo Irolli.[/caption]

¿Qué hacer si se masturba en público?

Ahora, ¿qué pasa si entendiste que era normal y que muchos niños lo hacen, pero empieza a hacerlo en un lugar público y con más personas alrededor? No solo no puedes ignorarlo, tampoco puedes reírte de ello. Una recomendación es llamar su atención con algún distractor, los niños lo hacen porque están aburridos, su cuerpo está al alcance y tienen las manos libres.

Muéstrale con cariño y sin escandalizarte que puede hacer algo más para divertirse. Ofrécele un juguete u otro sustituto para así lograr que las manos de tu pequeño o pequeña estén ocupadas y no se vayan directo a su entrepierna.

"Si estás en esa situación, jamás hay que retarlo por lo que está haciendo. Se le debe decir que hay acciones que son privadas y partes que no se tocan en público. Puedes cambiar el foco de atención, pero jamás retarlo", puntualiza Corcuera.

Sé consciente de tus reacciones. La forma en que te tomas este asunto representa el riesgo más grande para el niño o niña y podrías comenzar a coartar su sano desarrollo psicosexual.

En la medida que se sientan culpables por explorar su cuerpo, porque les transmites que es malo, sucio o que "no se hace", será una razón para asociar placer con vergüenza y culpa. Y no queremos criar potenciales adultos con problemas en su vida sexual. No dejes que el desconocimiento derive en una razón para añadir inseguridad a tu hijo o hija.

¿La conducta de un niño puede alertar que fue abusado?

Es importante que sepas que la masturbación en los niños no es sexual porque básicamente no saben lo que es el sexo. "La conducta sexual es con erotización y esto es parte del desarrollo sexual", simplifica la psicóloga infantil Maribel Corcuera.

Sin embargo, siempre alertas: en los niños mayores los juegos que incluyen elementos sexuales explícitos pueden indicar que han estado expuestos a abusos sexuales o a material sexual explícito, por eso es importante estar atentos a los cambios de conducta en los niños pequeños.

"Los niños abusados pueden presentar cambios en su patrón conductual, los que pueden ser disonantes o extremos: desde dormir mucho, a dormir poco, aislarse o estar sobre estimulados. Por lo mismo, siempre hay que estar alerta y creer en la intuición, es mejor equivocarse por consultar de más que evadir", apunta la especialista.

Debes ser precavido para cuando, como en cualquier otro asunto en la vida, tu hijo o hija se masturbe constantemente o de forma excesiva porque podría ser un síntoma de ansiedad, agobio emocional y carencia afectiva, entre otros asuntos.

"Podría ser una conducta compensatoria que hay que revisar cuando el niño o niña se masturba todos los días, varias veces al día y también cuando empieza a incomodar la vida social de las figuras de apego. En esos casos se recomienda consultar con pediatra o con psicólogo", concluye la experta.

Sobre la autora:

Periodista, productora de La Tercera TV y madre de un niño de tres años.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.