Contralor Jorge Bermúdez: tras el plebiscito el proceso constitucional “debería quedar cerrado por los próximos 30 años”

A ocho días de dejar el cargo que ocupó durante tres mandatos presidenciales -Sebastián Piñera, Michelle Bachelet y Gabriel Boric-, el contralor general de la República, Jorge Bermúdez, sostuvo que el proceso constitucional que llegará a su fin el 17 de diciembre “debería quedar cerrado por los próximos 30 años”.

Sobre la próxima consulta, que coincide con la fecha en la que deja la Contraloría, Bermúdez añadió que “por la estabilidad del país, por el desarrollo económico, por la tranquilidad espiritual de sus ciudadanos, ojalá se cierre el proceso”.

Y recalcó que “ese día debería quedar cerrado por los próximos 30 años, porque de verdad que esto desgasta mucho y entraba cualquier otra discusión”.

En entrevista con el diario El País de España, fue consultado por la importancia del cierre del tema constituyente, ante esto respondió que la “sociedad necesita tranquilidad para hacer un proyecto de vida. ¿Qué persona va a querer proyectarse en una sociedad donde no sabe cuáles son las reglas fundamentales que la rigen?”.

Sin embargo, precisó que “no digo que no haya reformas a la Constitución”. El contralor se inclinó por una vía legislativa para reformar la Carta Magna: “Lo que digo es que abrir de nuevo toda una discusión constitucional con órganos nuevos fuera del Congreso y con plebiscitos, es muy estresante para la ciudadanía, a diferencia de lo que puede pasar en el Congreso”.

Asimismo, Bermúdez demostró inquietud por el contenido del borrador constitucional en cuanto a las instituciones fiscalizadoras. " ¿Qué me preocupa? La Agencia Anticorrupción que coordinará a los órganos que tienen competencias anticorrupción. El artículo (de la propuesta) es tan escueto que todo dependerá de cómo quede configurada la agencia en la ley”.

El contralor se refirió también a los problemas de probidad que ha enfrentado el gobierno del Presidente Gabriel Boric y fue crítico al exponer que desde Contraloría ofrecieron capacitaciones para los funcionarios, pero que nunca fueron aceptadas.

“Fue un episodio un poco frustrante. Habíamos preparado una capacitación muy bonita para todos los ministerios y subsecretarios con un programa que nos les iba a quitar más de tres horas”, señaló Bermúdez.

Y añadió: “La programamos y la reprogramamos varias veces hasta que en algún momento tuvimos que decir, ¿sabes qué? otro día la hacemos y nunca se hizo. Cambiaron cuatro veces la fecha”.

Al ser consultado sobre si se percibió la falta de experiencia del Ejecutivo en el sector público, el líder del organismo fiscalizador sostuvo que “se notó absolutamente”.

“A diferencia de lo que me ocurrió en los dos gobiernos anteriores (Bachelet y Piñera), cuando los ministros y subsecretarios solicitaban reuniones permanentemente. Si tenían un problema con una concesión o con los tiempos de los decretos, por ejemplo, me preguntaban. Esas cosas están dentro de la colaboración que tiene que haber entre el fiscalizador y el fiscalizado y eso nos ha faltado en este último tiempo”, añadió.

En ese sentido, precisó que dicha falta de experiencia se hacía evidente “en no conocer bien la manera y la incidencia que tiene la Contraloría en el funcionamiento del Estado. Creo que fue no haber visto que la Contraloría no solo es el ente fiscalizador, sino también colaborador de la gestión pública”.

Bajo esa misma línea, emplazó la gestión de el Ministerio de Educación y su relación con la Contraloría.

“En dos años, vi una vez al antiguo ministro de Educación (Marco Antonio Ávila) cuando vino a una visita protocolar y al actual (Nicolás Cataldo) no lo conozco. Los ministros de Educación que tuvo el presidente Piñera venían cada dos meses”.

“Cómo no vas a tener algo que ver con la Contraloría si tienes problemas con la construcción de jardines infantiles, con la educación superior, con el crédito universitario, hay universidades en quiebra y súmale y súmale”, argumentó el funcionario.