Flanqueado por sus exministros, cambiando nombres y cargos y haciendo un llamado a los acuerdos: el día de Piñera ante el Consejo

Foto: www.procesoconstitucional.cl

El expresidente pisó por primera vez el órgano redactor de una nueva Constitución. Cuando fue Jefe de Estado tuvo que conformarse a ver el proceso desde La Moneda, pero en el actual proceso se transformó en el primer exmandatario en exponer ante la comisión de Sistema político. Marcó sus posturas tema por tema y emplazó directamente a los consejeros a llegar a un punto en común y de encuentro para que el texto final "pase el test de la ciudadanía".


El expresidente Sebastián Piñera se demoró dos años en poder ser invitado a un órgano redactor de una nueva Constitución. No lo pudo hacer como Jefe de Estado cuando, durante su segunda administración, le tocó apoyar el Acuerdo por la Paz y posteriormente ser la contraparte -desde la Segpres- del proceso de la fallida Convención Constitucional.

Aquella vez el exmandatario no tuvo una buena relación con una Convención que era controlada por convencionales independientes y de izquierda. Tanto así que Piñera nunca pudo pisar el organismo. Pese a que expresidentes como Ricardo Lagos o Michelle Bachelet sí lo hicieron, Piñera tuvo que conformarse a ver el proceso desde La Moneda y hacer valer su voz a través de su entonces ministro Segpres, Juan José Ossa, cuando expuso ante la comisión de sistema político.

Más de dos años después, Piñera tuvo su revancha. Este lunes fue el primer expresidente en llegar hasta la sala de lectura de la Cámara en Santiago para exponer ante la comisión de Sistema político. Llegó pasadas las 10.00 de la mañana, tuvo un primer encuentro con la mesa directiva -integrada por la presidenta Beatriz Hevia (republicana) y el vicepresidente Aldo Valle (Ind.-PS)-, con el secretario general del proceso Luis Rojas y el presidente de la comisión de Sistema político Edmundo Eluchans (UDI).

Luego entró a la sala de lectura. En sus documentos venía el anteproyecto de nueva Constitución que redactó durante tres meses la Comisión Experta. Lo llevó en una versión especial, con tapa dura, que exhibió ante los consejeros y comisionados presentes. Ese fue el texto que leyó con calma durante el fin de semana cuando estuvo preparando su exposición.

Adentro, en la sala, lo esperaba buena parte del piñerismo. Sentado a su lado izquierdo estaba su exministro Segpres y comisionado de RN Juan José Ossa, quien durante la Comisión fue el presidente de la subcomisión de Sistema político. Un par de asientos más allá estaba su exministro de Justicia y comisionado UDI Hernán Larraín. A ellos su sumaron otros exministros como la consejera de Evópoli Gloria Hutt y la asesora Cecilia Pérez.

En la segunda línea de sillas habían otros dos exsubsecretarios de su gobierno: el comisionado Máximo Pavez (UDI) y la experta Katherine Martorell (RN). También llegó a la sesión el comisionado designado por Evópoli Sebastián Soto, quien trabajó en la Segpres del primer mandato piñerista y durante el segundo gobierno asesoró en temas constitucionales. El grupo además incluía a la consejera Ivonne Mangelsdorf (RN) quien también trabajó en la Segpres de Piñera, la consejera Pilar Cuevas, intendenta de Aysén en su primer mandato y funcionaria de la división de municipalidades en la Subdere en el segundo gobierno, e incluso al integrante de la UDI en el Comité Técnico de Admisibilidad, Héctor Mery, quien fue el jefe de la División Judicial del Ministerio de Justicia.

Piñera, fiel a su estilo, le cambió el nombre y cargo a varios consejeros. A Valle lo nombró como “Aldo del Valle”, a la consejera UDI María Jorquera la llamó como “María Claudia Contreras” y al delegado republicano Luis Silva lo trató como “el concejal Silva”. Incluso al inicio cambió el género del cargo de la presidenta. “Saludo con mucho cariño a Beatriz Hevia y a Aldo del Valle, presidente y vicepresidente. Digo presidente y vicepresidente porque es lo correcto”, dijo Piñera al inicio de su exposición.

Las posturas de Piñera y su llamado a los acuerdos

El expresidente partió con una exposición que duró cerca de 30 minutos. A lo largo de sus palabras fue repasando cada una de las definiciones sobre sistema político que tomó la Comisión Experta.

El exmandatario celebró que los comisionados ratificaran el régimen presidencialista, el cual calificó como la mejor forma de gobierno para aplicar en Chile. Luego destacó que el anteproyecto fortaleciera la iniciativa exclusiva presidencial, mejorara los trámites de admisibilidad, arreglara las falencias de las urgencias legislativas con la incorporación de la agenda prioritaria, ya que “asegura el cumplimiento de las urgencias presidenciales”.

Piñera valoró el umbral del 5% y, en la misma línea de los consejeros de Chile Vamos y republicanos, dijo que no estaba convencido de trasladar la elección parlamentaria a la segunda vuelta presidencial: “Tengo dudas sobre eso, puede significar que se provoquen ciertas avalanchas”.

Respecto de las acusaciones constitucionales, valoró que los expertos elevaran los quórums para que el Senado las apruebe. Agregó que esto era necesario debido a que es una herramienta política de la cual han abusado los parlamentarios. Pidió a los consejeros que se puedan detallar y especificar mejor las causales.

Piñera también destacó la robusta regulación que hizo la Comisión Experta sobre los partidos políticos. “No hay una democracia sana con partidos políticos enfermos”, dijo ante los consejeros. En esa línea apoyó la norma antidíscolos para que los parlamentarios que renuncien a sus colectividades pierdan el escaño, pero dijo que no le parecía correcto que esa misma sanción se aplicara ante los casos de expulsión: “Hay que revisar bien el sistema de tribunales en los partidos porque puede terminar siendo un instrumento para deshacerse de adversarios”.

El exmandatario valoró que se eleve el quórum para reformar la Constitución pasando de los 4/7 actuales a 3/5. Añadió que le hace ruido que la propuesta considere normas para reemplazar la Constitución, ya que dijo que las cartas magnas deben ser duraderas y, haciendo una metáfora, dijo que incluir estos artículos era como hacer un matrimonio y regular al mismo tiempo el divorcio.

Pese a eso valoró el mecanismo de reemplazo diseñado por los expertos. También pidió que los tratados internacionales de derechos humanos tengan rango constitucional, pero con una ley que fije el listado de los tratados que corresponden a esa categoría. “No implica debilitar la soberanía, es una forma de ejercer la soberanía”, dijo Piñera.

El expresidente comentó que tiene “simpatía” con la propuesta republicana y UDI de reducir los escaños parlamentarios, pero al mismo tiempo afirmó que no todo debe estar regulado en la Constitución y ese análisis más fino debe hacerse para saber delegar a la ley lo que tiene que regularse vía legislativa.

Lo mismo hizo ante una pregunta del comisionado Gabriel Osorio (PS) sobre limitar el financiamiento de los partidos políticos solamente a aportes del Estado, ante la enmienda de la UDI que pretende eliminar esa cláusula del anteproyecto. “No soy partidario de que las empresas aporten a la política”, respondió Piñera agregando que consideraba que era algo que debía quedar en manos de la ley.

Piñera se tomó la libertad de abordar temas ajenos a la comisión de Sistema político. Hizo una dura defensa a la libertad de elección en derechos sociales. “El mejor modelo en mi opinión es que haya provisión mixta”, afirmó el exmandatario. También pidió hacer una mejor definición de las implicancias de la cláusula que define al Estado social.

Piñera recibió 16 preguntas, de consejeros y comisionados, y se dio el tiempo de ir respondiéndolas todas. Las intervenciones de varios de los consejeros oficialistas apuntaron a saber su opinión sobre los riesgos que implica gran parte de las enmiendas republicanas -el oficialismo utilizó el concepto de “mayorías circunstanciales”- para conseguir un texto que sea fruto de un pacto político transversal.

Ante la seguidilla de preguntas, el exjefe de Estado respondió tomando una clara postura a favor de los acuerdos: “Yo creo que el ánimo que hemos visto es de intentar de buena fe ese acuerdo, el cual requiere sesiones, acuerdos, diálogos y requiere también entender que no todo tiene que estar en la Constitución, pero lo fundamental sí tiene que estar”.

“Saquemos los prejuicios de la cabeza, tratemos de entender qué parte del otro tiene razón y con buena voluntad veamos si hay espacio para un acuerdo en lo fundamental. El acuerdo no tiene por qué ser equivalente a un programa de gobierno. Está en sus manos hacer un esfuerzo muy grande para que el Consejo llegue a un acuerdo el cual deberá pasar por el test de la ciudadanía”, afirmó Piñera.

Luego hizo un llamado a no perder esta oportunidad: “Es absolutamente fundamental para Chile que logremos éxito en esta segunda oportunidad. Que logremos una Constitución que entienda que tiene que definir lo básico, pero no tiene que definirlo todo. No tiene por qué pretender ser un programa de gobierno, ni mucho menos la legislación futura de las próximas generaciones”.

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