El diseño de Montes para enfrentar la acusación constitucional por el lío de platas

El ministro de Vivienda sigue transmitiendo en público -y en privado a sus cercanos- que no pretende renunciar, incluso si es que avanza el libelo en la Cámara. Su plan, afirman en el oficialismo, es mantenerse hasta el final, a menos que el Presidente Gabriel Boric lo remueva.


Tras 35 días de espera, este martes la oposición presentó la acusación constitucional contra el ministro de Vivienda, Carlos Montes (PS). Con ello, Chile Vamos, el Partido Republicano y el Partido Social Cristiano consolidaron su ofensiva más fuerte en oposición al también expresidente del Senado.

El libelo -de 81 páginas y 5 capítulos- apuntó al titular del Minvu por su responsabilidad política en el lío de platas, escándalo ocurrido en la Seremi de Antofagasta de su cartera. En particular, se le sindica “ejercer el control jerárquico permanente del funcionamiento de los organismos y de la actuación del personal de su dependencia”. Además, también se le acusa por “no cumplir con las obligaciones de dirección y fiscalización en la delegación de firma a las seremis en el contexto de la ejecución del programa asentamientos precarios durante los años 2022 y 2023″.

Pese a ello, el primer diagnóstico que puede hacer Montes es favorable. Para que la acusación constitucional supere la Cámara de Diputados se necesitan 78 votos, cantidad a la que Chile Vamos, republicanos y el Partido Social Cristiano no llegan. Esto, porque tanto los cinco votos de la Democracia Cristiana como los cuatro parlamentarios de Demócratas -fuerzas no alineadas al Ejecutivo- no estarán dispuestos a aprobar el libelo.

De esto están al tanto en el entorno del ministro de Vivienda. De hecho, parte de su diseño ha pasado por resistir hasta el final, incluso ante una eventual aprobación de la acusación constitucional en la Cámara.

Carlos Montes se prepara para la acusación constitucional. En la imagen, el deputado Daniel Manouchehri.

Esto también se lo ha transmitido a los parlamentarios del Partido Socialista, colectividad en la que él milita. En dicha tienda ha estado en contacto constante con la directiva encabezada por la senadora Paulina Vodanovic, así como también con el comité de diputados, encabezado por Daniel Manouchehri.

“Yo no soy de aquellos que al primer problema parte para otro lado. Asumo la responsabilidad”, planteó Montes este martes desde el cerro San Cristóbal.

Montes ha transmitido lo mismo en privado a parlamentarios socialistas. “No va a renunciar”, ha dicho, según afirman en el PS.

Al respecto, Manouchehri planteó este martes que “el ministro Montes fue alguien que resistió los horrores de una dictadura, no lo va a amedrentar un show de políticos ociosos y mala leche”.

Una noticia que puede celebrar Montes es que desde el Frente Amplio han afirmado en la interna que no saldrán a golpear al titular de Vivienda. Esta decisión se tomó a contrapelo de lo que están realizando desde Socialismo Democrático contra el otro rostro del lío de platas en el gobierno, el jefe del Segundo Piso del Presidente Boric, Miguel Crispi.

Contra el fundador de Revolución Democrática hablaron esta semana tres de los cuatro timoneles de SD. La primera fue Paulina Vodanovic, quien afirmó que “es compleja la permanencia de él (Crispi), porque cuando están estos casos en que volvemos y volvemos sobre los temas, finalmente quienes están ocupando estos cargos están sujetos a la crítica y no los dejan trabajar. Entonces, yo creo que es un problema para él”.

Miguel Crispi en el Palacio de La Moneda.
Carlos Montes se prepara para la acusación constitucional. En la imagen, Miguel Crispi.

A ella se sumaron las voces de otros dos timoneles de dicho sector: Leonardo Cubillos (Partido Radical) y Juan Carlos Urzúa (Partido Liberal).

El respaldo del gobierno

Parte del diseño de Montes también se sustenta en el respaldo que le ha entregado el Presidente Gabriel Boric y su gobierno.

“Estoy aquí porque me lo pidió el Presidente Boric y si él estima que no debo seguir, no voy a seguir”, afirmó este martes en su vocería en el cerro San Cristóbal.

La declaración de Carlos Montes fue precedida por la vocería que este lunes entregó la ministra de la Segegob, Camila Vallejo, quien respaldó al secretario de Estado. “No hay ningún fundamento jurídico para una acusación constitucional contra el ministro (...). Después de las sendas especulaciones que se hizo sobre el informe entregado por la subsecretaria, quedó muy claro que en esa minuta se señalaba que no había ningún tipo de irregularidad. Entonces, el ministro ha dicho la verdad”, aseveró la vocera del gobierno.

En la misma línea, el titular de la Segpres, Álvaro Elizalde, manifestó que Montes es “un servidor público de toda la vida que ha sido muy activo en promover el éxito de las investigaciones que se están llevando adelante para que estos hechos que todos hemos condenado no queden en la impunidad”.

El también ministro socialista agregó que “esta es una acusación que carece de fundamento”.

A ellos también se sumó esta semana la jefa del gabinete y ministra del Interior, Carolina Tohá, quien sentenció que “no es cualquier cosa acusar a Montes”.

Hoy en el Ejecutivo central están trabajando muy de cerca con el titular del Minvu. Además de la colaboración de su equipo de gabinete, liderado por Sergio Henríquez, Montes ha contado con el apoyo constante de la Secretaría de Comunicaciones (Secom) del gobierno, equipo dirigido por Pablo Paredes. Desde ese espacio ha jugado un rol especial Juan Carvajal, además de la sectorialista de la Secom con Vivienda, Constanza Romo.

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