Bachelet asegura estar “disponible” para contribuir en un nuevo proceso constituyente, pero afirma que rol de los expresidentes debiese ser “consultivo” y no como “expertos”

U.N. High Commissioner for Human Rights Bachelet takes part in a meeting with Canada's PM Trudeau in Ottawa
REUTERS/Chris Wattie

La exmandataria se refirió a la solicitud que le hiciera la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic para colaborar con el proceso. Sobre la manera en que lo hará señaló que "en el futuro diré cuál es la mejor manera de contribuir".


La expresidenta Michelle Bachelet participó este martes del lanzamiento del libro “Profesión: soldado. Apuntes de un general del Ejército de Chile”, de Guillermo Pickering Vásquez.

Fue en este marco que la exmandataria abordó el nuevo proceso constituyente y la solicitud formal que le hiciera la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, para que pueda colaborar en la materia. En ese entonces, Bachelet aseguró que iba a evaluar “en su momento” la petición, respuesta que llegó esta jornada.

“Yo creo que es súper importante que haya habido un acuerdo, más allá de que algunos les gusta más parte del acuerdo que a otros, pero creo que es una tremenda oportunidad que podamos aprender de las lecciones del pasado y mirar como seguimos perfeccionando y mejorando nuestra democracia y el respeto a los DD.HH. Y que la Constitución nueva que sea una base común, debe llevar muy fuertemente estos componentes”, comenzó diciendo la exmandataria.

Bachelet agregó que “en ese sentido creo que va a ser clave tanto el proyecto de reforma a la Constitución que va a definir este consejo de expertos como por cierto luego la elección directa de constituyentes”.

Fue ahí que abordó la solicitud realizada por la directiva socialista: “Mi partido me ha pedido que contribuya como expresidenta de la república, obviamente uno está disponible a contribuir, pero de qué manera es la pregunta que decidiré en el futuro. Aunque creo que los expresidentes debiéramos, como lo hicimos en el proceso anterior, más que ser expertos que escribiendo una Constitución o algo así, poder ser consultados y dar opiniones, ese creo que debiera ser el rol de los expresidentes y no ser expertos. Esa es mi opinión personal”, indicó.

“Yo en el futuro diré cuál es la mejor manera de contribuir, pero también estamos en una democracia que necesita nuevas caras, nuevas voces, nuevas ideas, yo dispuesta siempre a contribuir, pero se necesita gente nueva”, cerró la expresidenta.

“Si el pasado nos distanció, el futuro debe reunirnos”

En la presentación del libro realizado en el auditorio de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Bachelet hizo una reflexión respecto al nuevo proceso constitucional que se vendrá en Chile el próximo año y la conmemoración de los 50 años del golpe militar perpetrado por Augusto Pinochet en 1973 en contra del gobierno de Salvador Allende.

En ese sentido Bachelet destacó que “esta publicación ocurre a pocos días de iniciarse un año que tendrá muchas conmemoraciones por el aniversario número 50 del golpe militar. Estamos, creo, convocados a un sano ejercicio de integrar lecciones para una buena convivencia y para no repetir tanto dolor”.

Y agregó que “además este próximo año iniciaremos un nuevo proceso para tener una Constitución que logre un amplio respaldo y dé forma a un pacto social para las próximas décadas”.

“Tenemos la oportunidad de poner en común la mayor cantidad de acuerdos y definir los marcos que necesitamos para los retos que están y los que vendrán”, aseguró la también ex-Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU.

Y continuó con que “en otras palabras, este próximo año tendremos la oportunidad de aprender del pasado para una mejor democracia y para resguardar los derechos humanos a todo evento. Chile se encuentra en un momento de decisiones de fondo. Si el pasado nos distanció, el futuro debe reunirnos”.

En esa misma línea aseguró que “el nuevo texto constitucional nos debe permitir recuperar nuestra tradición republicana de apolitismo de las fuerzas armadas, reafirmar su carácter no deliberante, pero además profundizar los mecanismos de transparencia, control y sujeción civil. Debe consagrar con radical fuerza la vigencia de los derechos humanos como mínimo ético de nuestra sociedad para asegurar libertad y dignidad”.

“Chile es una construcción incesante. Los aprendizajes, los avances, los pendientes, se reencuentran en la posibilidad de no repetir, de enmendar, de reencantar. Sepamos valorar lo vivido, demos cabida a la transmisión, trabajemos con humildad para acompañarnos unos a otros hacia un destino común”, cerró Bachelet.

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