Alfredo Moreno, ministro de Desarrollo Social: "Las cosas que he hecho no las he hecho por buscar un rédito político"

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Foto: Roberto Candia

"Yo miro la encuesta y soy un ministro que no soy de los más conocidos. Tengo un nivel de conocimiento relativamente bajo", dice. Además, aborda la tarea que está liderando en La Araucanía y señala que "cada vez que uno toma un desafío difícil, si no te va bien, tiene costos, y esto implica riesgos".


Este sábado, cuando faltan siete días para que el gobierno cumpla cinco meses de gestión, el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, celebra su cumpleaños número 62 y aborda el acuerdo nacional que busca concretar en La Araucanía, tema que ha copado su agenda por estos días y que ha mantenido interesados a quienes lo ven como una de las probables cartas presidenciales. "Si no te va bien, tiene costos", reconoce respecto al desafío de lograr avanzar en una solución al conflicto en la zona, aunque descarta, nuevamente, tener aspiraciones presidenciales.

El 14 de agosto será la última reunión interministerial para afinar los detalles del plan para La Araucanía previo al 20 de agosto, cuando se entregará. ¿Qué expectativa tiene?

En La Araucanía ha habido un cambio muy importante, y eso ha significado un período de varios meses de trabajo con los ministerios, con la oposición, con parlamentarios y todas las fuerzas, de manera tal de tener un plan que tenga el apoyo de un sector amplio y que permita enfrentar los problemas que ha tenido La Araucanía, no solamente de violencia sino que también de atraso, pobreza, de enfrentar la diversidad que existe en la zona, y que no hemos podido resolver adecuadamente. Espero que podamos resolver las cosas e iniciar un camino positivo.

Al no ser una mesa transversal, como las otras, sino que un comité interministerial, ¿será más difícil llegar a acuerdos con la oposición?

No, al contrario. No hicimos una mesa porque la mesa ya fue hecha en las postrimerías del gobierno de la presidenta Bachelet, presidida por el obispo Vargas. Se llegó a muchas conclusiones importantes, todas ellas por unanimidad. El trabajo nuestro es construir sobre lo que ya se ha hecho, y ahí hay muchas conclusiones importantes y tenemos que trabajar en muchas de esas conclusiones. Eso ha significado una mayor facilidad para trabajar con la gente de la oposición, porque estamos incorporando sus puntos de vista.

¿Qué nivel de continuidad se les dará a las iniciativas de la mesa anterior que conformó Bachelet?

Esa comisión tomó un acuerdo muy importante, todas las conclusiones son por unanimidad. Por tanto, son transversales. Hay una parte también muy importante de esas conclusiones que la propia presidenta Bachelet asumió como propias del gobierno, y después naturalmente no hay mucha implementación, porque fue al final. Por lo tanto, tenemos una base común importante.

De los temas que se están abordando, ¿en cuáles cree que será más fácil llegar a acuerdos?

Hay aspectos legislativos relacionados con la ley indígena, proceso de entrega de tierras. Son muchos los aspectos involucrados. Creo que en todos ellos hay una base de acuerdos en los cuales hay que trabajar para tener un acercamiento mayor. En materia económica, hay un amplio acuerdo en que hay que poner a la región al nivel en el que está el resto... En el detalle, es posible que haya diferencias, pero en lo grueso no lo va a haber. También hay que dar un salto en materia de inversión privada, porque la inversión extranjera de los últimos años ha sido prácticamente cero.

Usted dijo esta semana que se la van "jugar porque esto se termine", aludiendo a la violencia en esa región y recalcando que lo harán "aunque nos traiga costos políticos". ¿Qué costos cree que pueden existir?

Lo que pasa es que es una tarea difícil, tiene muchos años en los cuales esto no se ha podido resolver. Esto no es una cosa de un mes o un día... Estamos haciendo todo de nuestra parte, convocándolos a todos, porque sabemos que es un camino que va a tener pasos hacia adelante y hacia atrás también.

¿Cree que si esto no resulta como el Presidente Piñera espera, podría haber costos políticos para usted?

Para cualquiera. Cada vez que uno toma un desafío difícil, bueno, si no te va bien, tiene costos. Y esto implica, digamos, riesgos. De hecho, en todos los intentos anteriores no ha resultado. Es así de simple.

Usted se reunió con Jorge Luchsinger y Aniceto Norín en Temuco. Tras eso, Luchsinger realizó un gesto respecto a que Celestino Córdova pudiera renovar su rewe. ¿Cuánto cree que contribuye eso con el pueblo mapuche?

El gesto de la familia Luchsinger, pero también el consejo de loncos, va mucho más allá del tema de Celestino Córdova. Lo que ellos han hecho es un gesto de humanidad que sirve de ejemplo al camino que tenemos que hacer en La Araucanía.

Muchas de las cosas que usted hace, como todas estas actividades por el tema de La Araucanía y otras acciones que ha emprendido en semanas anteriores, generan interpretaciones no solo en la prensa, sino que también en Chile Vamos, en la oposición y entre los analistas políticos. Transversalmente, sus movimientos se interpretan con intereses presidenciales. ¿Cómo toma esas lecturas que provoca?

Las personas analizan de acuerdo a sus propias creencias y pensamientos. Y a veces nos falta meternos en entender las creencias y los pensamientos de otras personas. Yo estoy muy contento en el Ministerio de Desarrollo Social, porque no solamente ahora mientras estoy aquí, sino que desde antes, creo que esta es una tarea muy importante, creo que vale mucho la pena darle una mano y trabajar en conjunto para que cambie la situación de aquellas personas que son los más postergados en la sociedad chilena. Y creo que se puede hacer un cambio. Y esa es la tarea. No tiene que ver con una campaña política, que no he hecho nunca. Yo fui canciller cuatro años y después me volví al sector privado. Las cosas que he hecho no las he hecho por buscar un rédito político, no solamente dentro del gobierno, sino que en el período anterior. La gente saca conclusiones muy rápidas y lo compara con otros casos, pero en mi caso particular estoy en esto por el llamado del Presidente. Creo que se puede hacer una tarea importante, es interesante hacer realmente una diferencia, y eso es lo que me mueve.

¿Le complica, le molesta o, por el contrario, le gusta que se interprete así y que se piense que usted puede ser una carta presidencial? Lo que hace genera repercusiones, a diferencia de otros ministros cuyas acciones no provocan comentarios…

Pero mira, incluso respecto de eso. Efectivamente, sucede lo que usted dice en los medios, en la prensa.

Y en la dirigencia política…

Pero yo miro la encuesta y soy un ministro que no soy de los más conocidos. Tengo un nivel de conocimiento relativamente bajo. La gente evalúa de manera distinta, el chileno, digamos, común y corriente. Entonces, yo hago todo lo que me parece que es conducente al trabajo que me toca realizar, que es el trabajo que el Presidente me ha encargado, y si los comentarios son porque la gente ve que hay una buena tarea, magnífico, y si hay algo que se ha hecho mal y hay errores, bueno, cómo podemos corregir. Si hay más personas que podemos convocar a esta tarea, fantástico. Creo que lo otro es totalmente secundario.

Usted ha dicho que incursionar en una carrera presidencial no está en sus planes. ¿Lo descarta de plano?

Lo he dicho repetidas veces y se lo reitero.

Usted decía que nadie ha logrado solucionar el conflicto en La Araucanía. Usted está liderando, justamente, ese tema. ¿Es esa una de las grandes metas que tiene como ministro? ¿Cuáles son los objetivos que usted quiere lograr en su cartera?

El Presidente ha pedido que haya un sello social de la tarea del gobierno, que el gobierno se distinga por la preocupación de aquellas personas más vulnerables. Esa es una tarea que no la hace solamente el Ministerio de Desarrollo Social, se hace a través de múltiples carteras, pero la idea es que podamos hacer un cambio relevante en la situación de aquellas personas más postergadas…

Ahora, ¿por qué está el Ministerio de Desarrollo Social en La Araucanía? Porque La Araucanía es la región más postergada. Quizás en otro período esto lo hubiera conducido otro ministerio, más propiamente del área económica o de seguridad. Bueno, nuestra opinión es que aquí tenemos un área donde hay una postergación muy grande en muchos aspectos, y por esa razón el Presidente me ha encargado a mí.

Hay otro tema que ha sido prioritario para el Presidente Piñera, y así lo ha recalcado en sus discursos: la reactivación económica. Sin embargo, el gobierno no ha cumplido con las expectativas en esa materia. ¿A qué lo atribuye?

En materia de desarrollo económico, creo que una buena manera de mirar es que Chile en los últimos cuatro años creció menos que América Latina, menos que el mundo, la inversión cayó cuatro años seguidos; nunca le había pasado a Chile en décadas estar, digamos, en la cola del crecimiento de nuestro continente. Hoy, según los pronósticos, Chile va a ser el país que más va a crecer en el continente. Entonces, uno tiene que ponerse siempre en las circunstancias. Y yendo a lo grueso, me parece que el cambio que ha tenido Chile en esta materia es muy sustantivo, con todas las cosas que faltan hacia adelante, pero hemos pasado en pocos meses de ser el último a ser el primero en el continente. ¿Qué cosas uno quisiera que sucedieran? Bueno, obviamente que las condiciones internacionales fueran mejores, que el precio del cobre no se hubiera visto un poco afectado. Pero, más que eso, estamos viendo que hay mayor dificultad en que el crecimiento se transforme en crecimiento del empleo, que uno esperaría que hubiera sido más rápido. Y creo que aquí están afectando algunas de las cosas que todavía tenemos desde atrás. La reforma laboral influye sobre esos elementos, y eso requiere cambios que requieren tiempos más largos.

Pero analistas de Moody's dijeron que el deterioro comenzó en 2010, en el primer gobierno de Piñera…

Chile ha tenido por muchas décadas un manejo muy serio de sus finanzas, se convirtió en un país que era acreedor neto, como lo han dicho estas mismas clasificadoras: Chile llegó a tener una posición, que para el tamaño que tiene y en una economía que depende tanto de un producto como el cobre, es casi imposible tener esas clasificaciones. Entonces, realmente nuestra política fiscal había sido extraordinaria por un tiempo muy largo, y eso incluye el primer gobierno del Presidente. Eso significa que por supuesto se estaba mejor cuando el precio del cobre estaba más arriba, pero durante el período del último gobierno de la presidenta Bachelet el gasto fiscal y los déficits son números ya conocidos por todos. Los déficits fueron muy importantes, tanto efectivos como estructurales; la deuda se duplicó: Chile pasó de ser acreedor neto a ser deudor neto, y por cantidades no tan chicas; bueno, esos son los hechos concretos. Si la deuda comenzó en tal año o no, bueno, si el precio del cobre cae, naturalmente la deuda sube, y está previsto así dentro de las reglas.

Esta semana estuvo marcada por las frases desafortunadas -como las calificó el Presidente Piñera- de los ministros Varela y Valente. En ese escenario, él hizo un llamado de atención, diciendo que se requiere de un "buen equipo". ¿Cómo toma esas palabras? ¿Cree que, a cinco meses de gobierno, están para seguir cometiendo errores?

En cualquier parte, por supuesto que el resultado depende del equipo. Nadie trabaja solo, particularmente en el sector público, donde la relevancia de lo que se hace es grande y está en los ojos no solamente del Presidente, sino que de la opinión pública. O sea, son trabajos en los cuales uno está mientras el Presidente estime que se está haciendo una buena tarea… Así que eso no me sorprende, y creo que es parte de tener una buena gestión.

¿Deberían ser más cuidadosos los ministros desde ahora?

Sin duda, uno comete errores. Y todos cometemos errores, es parte del ser humano cometer errores. La ventaja que se ha tenido en este gobierno es que los errores, cuando se cometen, se corrigen, se reconocen, se cambian y se sigue adelante. Además, son errores que tienen que ver con cómo se expresa una cierta cosa y que, por lo tanto, han sido relativamente fáciles de corregir.

Pero son errores recurrentes de parte de algunos ministros…

Vuelvo a insistir: lo importante cuando se comete un error es reconocerlo, corregir y seguir avanzando.

¿Y así debería ser la política todo el tiempo?

Es parte del trabajo.

Hay errores que pueden ser considerados más graves que otros. En el gobierno decían que Varela, con sus dichos, apuntaba mucho más al tema social, contradiciendo lo que quería transmitir La Moneda al proponer bingos para reparar colegios. Entonces, ¿cuánta tolerancia debiera tener el gobierno? ¿Cuánto se puede sostener eso en el tiempo?

Le vuelvo a insistir: en la medida en que uno está abierto a, si hay o no hay errores, reconocerlos y corregirlos, las cosas se hacen más fáciles. Los trabajos de los ministros los evalúa el Presidente, y me parece que en lo grueso el trabajo que ha hecho el gobierno y todos sus ministros es muy positivo, por supuesto que no exento de errores comunicacionales y eventualmente de otros, y no solamente en los ministerios que usted menciona sino que todos cometemos errores. Todos podríamos hacer las cosas mejor.

¿Usted se mantendrá como independiente?

Yo no he participado nunca en un partido y no pienso participar en ninguno tampoco.

¿Por qué no?

No sé, nunca he participado en un partido, no tengo relación con la política partidista. Yo llegué acá el 2010, cuando el Presidente me pidió que hiciera una tarea bien particular, que era ser canciller, y como una cosa personal del Presidente que me pidió, pero no he estado nunca en la tarea política.

¿Se siente identificado con algún partido de su coalición?

Me siento identificado con todos ellos, con Chile Vamos. Creo que Chile Vamos ha creado una coalición que funciona bien en su conjunto y que, además, tiene un planteamiento de sociedad que yo comparto plenamente. Es decir: por un lado, que la gente sale adelante por su trabajo, talentos y esfuerzos, y por otro lado que aquellas personas que no pueden salir adelante por sí mismas, que tienen dificultades, no las dejamos atrás.

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