Un banco de leche para Chile

Imagina que eres madre, tienes un parto prematuro y no tienes leche. Pero tu hijo queda bien alimentado porque todas las mañanas recibe una mamadera con leche materna del depósito del hospital. Todo gratis y seguro. Esto que parece tan natural y es norma en muchos países del mundo, en Chile recién se comienza a debatir.




Paula 1155. Sábado 30 de agosto de 2014.

Chile es de los pocos países en el mundo que no tienen un banco de leche. Y en la región es el único. Bolivia, Uruguay, Argentina y Perú nos llevan la delantera. Y Brasil, con 212 bancos, es uno de los referentes mundiales en esta materia. En Estados Unidos de la leche materna, incluso, se hace un concentrado para fortificar aún más la misma leche humana.

Promocionados especialmente como una estrategia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para disminuir la mortalidad infantil en el mundo, los bancos de leche materna cumplen el importante rol de recolectar, analizar, almacenar, conservar y suministrar leche materna donada para entregársela a los recién nacidos, en especial a bebés prematuros extremos –bajo 1.500 gr de peso, con menos de 32 semanas gestacionales–. En ellos, la leche materna combate enfermedades como displasia broncopulmonar, enterocolitis necrotizante, rinopatía y sepsis del neonato. "En esta etapa la leche materna es insustituible porque, además de ser un súper alimento, es el más potente de los medicamentos", asevera la doctora Patricia Mena, neonatóloga y especialista en nutrición del recién nacido.

La leche humana es un fluido bioactivo que, además de sus componentes nutricionales, tiene más de 250 otros, como factores de crecimiento, hormonas, enzimas y leucocitos vivos –glóbulos blancos–, que fortalecen las defensas y los anticuerpos, cualidades que la hacen especialmente importante para prematuros, que están más expuestos a infecciones. "La diferencia entre la cantidad de sustancias que contiene la fórmula es de 80 contra 300 de la leche materna", señala la doctora Mena quien agrega: "No se trata aquí de denostar a las fórmulas infantiles, que son cada vez mejores y tienen un valioso sentido. Solo que en el caso de los prematuros la leche materna, al ser un producto vivo sirve como medicina, al contrario de la fórmula, que solo sirve como alimento".

Y aunque en Chile la tasa de mortalidad infantil es baja, los 2.500 niños prematuros extremos que nacen al año aportan una mortalidad que bordea el 20%. "Una cifra que podría disminuir drásticamente con la creación de bancos de leche en hospitales", afirma el doctor Carlos Becerra, encargado nacional del Programa de Salud de la Infancia del Ministerio de Salud.

"¿Por qué los niños en situación de abandono no pueden recibir leche materna?", se pregunta la diputada Karol Cariola quien, junto a Camila Vallejo, presentó un proyecto para crear un Banco de Leche gratuito en Chile.

UN BANCO PARA EL SÓTERO DEL RÍO

Pionero en esta iniciativa es el Hospital Doctor Sótero del Río, que ya en 2000 había logrado que madres hospitalizadas donaran su leche consiguiendo formar un banco a pequeña escala, pero que tiempo después dejó de funcionar por presiones de grupos ligados al VIH. Tras este proyecto estuvo la doctora Patricia Mena, especialista en nutrición del recién nacido. Con 36 años trabajando en el hospital, la doctora ha constatado la mejoría de los prematuros que son alimentados con leche materna y ha sido ella la más acérrima defensora de la creación de un banco de leche en el recinto. Un proyecto que volvió a ver la luz tras años de investigación y reuniones con las autoridades que le dieron el vamos para concretarlo: desde Francia llegará una moderna máquina pasteurizadora y se espera que a finales de octubre se inaugure este primer banco de leche en Chile, que tendrá como finalidad atender a los 150 prematuros extremos que nacen al año en el recinto. "Para este objetivo, si logramos tener 10 madres donantes vamos a reunir el volumen de leche que necesitamos. Además, la idea es que un mismo niño reciba leche de no más de tres donantes con perfiles similares. Es un procedimiento muy focalizado", explica la doctora, quien no descarta aumentar la cifra de madres donantes para luego atender a otros recién nacidos, como aquellos con alergia a la proteína de la leche de vaca o con posoperatorio gastrointestinal. Y va por más: "En el futuro, lo ideal sería hacer concentrados de leche materna para fortificar aún más la leche que reciben los beneficiados".

La puesta en marcha partirá con la captación de donantes a través de folletos informativos repartidos en los consultorios y dirigidos a madres que han parido recientemente. Tal como se hace en otros países, a ellas se les hará una acuciosa encuesta –similar a la que se hace con los donantes de sangre– para detectar hábitos como el consumo de alcohol, tabaco, medicamentos contraindicados en la lactancia y drogas, e incluso si se han hecho tatuajes. Además, se deben someter a un examen sanguíneo para descartar la transmisión de VIH, hepatitis B y virus linfotrópico –asociado a enfermedades hematológicas del sistema nervioso central y de las articulaciones–, en cuyos casos positivos la madre no puede ser donante, ni tampoco alimentar a su propio bebé. "Tenemos que prever estas situaciones, ya que esos niños también necesitarían recibir leche por vía del banco", advierte la doctora Mena.

"Luego de ser consideradas donantes, las madres deben acudir a controles pediátricos periódicos para asegurar que su propio hijo esté saludable y que no estén dejando de alimentar a su bebé para donar leche. La idea es que solo donen el excedente de leche que por lo general suelen botar", advierte la doctora Mena.

A cada donante se le instruirá cómo realizar la extracción de leche segura, ya sea en el lactario dispuesto en el hospital o en casa. En ambos casos se debe contar con frascos esterilizados, paños limpios y un freezer para guardar la leche. "En otros países las madres aprenden cómo extraer, rotular y conservar su leche, que dura 72 a 96 horas refrigerada y hasta tres meses congelada. Además, cuentan con un sistema de recolección a domicilio, algo que también queremos implementar en nuestro hospital", agrega la especialista.

Una vez que la leche es recolectada, se analiza nuevamente y se somete a un proceso de pasteurización que implica calentar la leche por media hora a unos 62 grados y luego enfriarla bruscamente a 5 grados. "Este procedimiento aniquila virus y bacterias, asegurando un producto absolutamente inocuo", asevera la doctora Mena, quien sentencia: "Donar leche es donar vida".

La pediatra Patricia Mena ha sido una férrea promotora de la creación de un banco de leche en el hospital Doctor Sótero del Río, que se inaugurará en octubre y beneficiará a los 150 prematuros extremos que al año nacen allí.

PROPIEDAD EXCLUSIVA DEL HIJO

Hasta los años 80 era común que si una mujer tenía poca leche o dificultades con la lactancia, recurriera a una nodriza o a alguna mujer de su familia que también estuviera amamantando. De ahí viene el término "hijos de leche". "En esos años no era raro que una mujer con abundante leche amamantara a otra guagua que no fuera su hijo; era una práctica común en el país", explica la doctora Virginia Valdés, neonatóloga del Hospital Calvo Mackenna, centro que también está evaluando la creación de un banco de leche propio. Pero la aparición del VIH (que se puede transmitir a través de la lactancia) frenó esta práctica y en Chile no existe lactancia cruzada por riesgo de contagio de VIH y hepatitis B. El fenómeno del VIH también interrumpió el funcionamiento de los bancos de leche que existían hasta ese momento en el mundo, incluido el que funcionaba en Chile, en el Hospital Doctor Roberto de Río. Pero gracias a los avances tecnológicos que propiciaron máquinas pasteurizadoras de leche materna, los bancos reaparecieron a principios de 2000 en todo el mundo. Pero no en Chile.

"La principal traba por la que hoy no hay un banco de leche tiene que ver con la objeción de algunos grupos ligados a la infectología que asocian el riesgo de contraer VIH por vía de leche humana donada", explica el doctor Carlos Becerra, encargado nacional del Programa de Salud de la Infancia del Ministerio de Salud. "Estamos convencidos de la ventaja de los bancos de leche", dice el especialista, quien señala que el Minsal está iniciando una licitación para revisar toda la evidencia científica para obtener una postura definitiva y un marco regulatorio apropiado para la creación de un banco de leche materna en Chile.

Por otro lado, el debate ha estado entrampado en el artículo 18 del Código Sanitario, que data de 1967 y que otorga al hijo la propiedad exclusiva de la leche de su madre quien, además, no puede amamantar a niños ajenos. Situación que podría cambiar, gracias a las diputadas Karol Cariola (que de profesión es matrona) y Camila Vallejo (que fue madre hace 11 meses) que en agosto pasado presentaron dos propuestas legislativas para propiciar la creación de bancos de leche en el país. Una es un proyecto de ley para modificar el Código Sanitario e incluir en él que todos los recién nacidos tengan derecho a una lactancia materna durante los primeros seis meses de vida, y que se les permita a las madres –que califiquen– donar voluntariamente su leche.

Además presentaron un proyecto de acuerdo para que el gobierno garantice por ley la leche materna como un derecho para todos los niños mediante la creación de bancos de leche gratuitos. "Buscamos que las madres a las que por distintas razones se les haya acabado la leche antes de tiempo o que estén impedidas físicamente para amamantar puedan recurrir a un banco de leche bajo prescripción médica. También niños en situación de abandono, ¿por qué ellos no pueden tener derecho a leche materna?", se pregunta la diputada Karol Cariola, quien tras sus años de estudios como matrona conoció de cerca los efectos de este vital alimento. "Hay beneficios en el desarrollo sicomotor, nutricional y sicosocial de los niños", afirma. Y advierte: "La donación jamás será pecho-boca. Hay que basarse en protocolos rigurosos que aseguren la pasteurización de la leche y eso solo se logra a través de la creación de un banco de leche", dice.

DONAR LECHE

"Al no ser un embarazo de término, la glándula mamaria de un porcentaje de madres de prematuros no está madurada lo suficientemente para producir leche", explica la doctora Mena. Y las madres que sí lo logran generalmente deben ser hospitalizadas. "Un parto prematuro puede ser desencadenado por una hemorragia, por ejemplo. Entonces la madre está grave, debe ser internada en la UTI por dos o tres días y la prioridad es salvarle la vida, no sacarle leche para su bebé. Y es durante esos primeros días vitales cuando el niño se beneficiaría con la leche de un banco", explica la doctora María Inés Brugal del comité de lactancia materna de la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe). A esto se suma que los prematuros están muy débiles para succionar y, al no haber estimulación de la glándula, a muchas madres se les corta la leche.

También incide el estrés emocional al que están expuestas las madres de prematuros, que afecta directamente en la producción de leche. "La existencia de un banco hace que aumente de por sí la leche de las propias madres. Es un fenómeno muy bonito, ya que se genera una valorización tremenda de la leche materna, lo que estimula la producción en todas las madres", dice la doctora Mena.

Los especialistas concuerdan en que la prioridad siempre será la leche de la propia madre. "Para ello, es fundamental la extracción de leche durante las primeras seis horas del parto", asevera la doctora Brugal.

* LO QUE DICE EL CÓDIGO

Promulgado en 1967, el artículo 18 establece: "La leche de la madre es de propiedad exclusiva de su hijo y, en consecuencia, está obligada a amamantarlo por sí misma, salvo que por indicación médica se resuelva lo contrario. La madre no podrá amamantar niños ajenos, mientras el propio lo requiera, a menos que medie autorización médica".

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