Gastronomía, lectura y arte visual: tres #DatosPaula para recibir agosto




1. Nueva pizzería en Manuel Montt

El sábado recién pasado abrió sus puertas Franklin’s Pizza, un nuevo local en el sector de Manuel Montt, cuyo dueño y chef es Martín Franklin, técnico en gastronomía que desde niño soñó con tener su propia pizzería. “Tenía entre 4 y 5 años, mi mamá pedía pizzas por delivery y mi gran felicidad era esperar al repartidor, recibirlas y saborearlas”, cuenta. Después de trabajar en cadenas hoteleras como Novotel, Icon y Mandarín Oriental, decidió embarcarse en el negocio que tanto anhelaba. Investigó y estudió diferentes estilos de pizza, experimentando con diversas recetas y perfeccionando la masa para “encontrar el equilibrio perfecto entre suavidad y crujencia”, explica.

En su carta ofrecen ocho variedades de pizzas de 40 cm. y también se pueden pedir por trozo o slice. Se espera que la estrella sea la Meat Smoked Love ($14.000, comen tres o cuatro personas), que contiene brisket ahumado en leña de roble, pepperoni, tocino ahumado y salchicha italiana de la casa; y los garlic knots ($5.000, vienen entre 14 y 15 piezas), bollitos con ajo confitado, queso parmesano y perejil. ¿Qué los diferencia de la competencia? Los procesos ultra cuidados y sofisticados a los que someten sus ingredientes: el tomate cherry, por ejemplo, se deshidrata por dos horas y luego se ingresa al horno a 70 grados por otro par de horas más; y la piña se cocina a la parrilla y se guarda en almíbar hasta el día siguiente.

Lunes a jueves de 12:30 a 00; viernes y sábado de 12 a 02 y domingo de 12:30 a 18 hrs. Gral. Del Canto 45, Providencia.

2. Un libro sobre el duelo y el amor

El registro de una situación enorme que cayó como una bomba. Así describe Lyuba Yez, periodista y escritora chilena, su cuarto libro titulado La noche del nunca más (Seix Barral), que narra el momento en que su marido sufrió un inesperado ataque cerebrovascular y todo lo que vino después: largas horas de espera, diagnósticos aterradores, el duelo, la rabia y la contradicción de emociones que afloran en un accidente como este. “Cuando pude tomar distancia de toda esa vorágine y lo miré detenidamente, encontré que en esa situación particular había algo universal, entonces me atreví a mostrarlo y convertirlo en un libro”, dice Lyuba, quien por primera vez escribe sobre un suceso personal. “En mis anteriores novelas contaba historias inventadas y con alguna referencia al mundo que conozco, y si se filtraba algo real sabía deconstruirlo y crear algo nuevo después”.

Lyuba ha trabajado como guionista y como editora de noticieros y programas de televisión, y ha escrito artículos y columnas para diversos medios de comunicación. “En La noche del nunca más me di cuenta que la narradora no podía estar sola en la emocionalidad, que debía aferrarse a algo, buscar un refugio más allá de la escritura, y ahí aparece la música, el cine y las lecturas para dialogar sobre la pérdida, sobre lo que ya no está. Este es un libro sobre el duelo, y también una historia de amor”.

Disponible en librerías del país.

3. Las raíces y la pertenencia: exposición en el MAC de Quinta Normal

Durante los últimos años, la artista visual y magíster en Escultura Camila Lobos ha explorado los símbolos nacionales y la idea de nación y pertenencia. “En esa búsqueda, que pasa por hacer visible aquello poco visible como las fronteras entre los países, comencé a imaginar cuáles son las características de los límites geopolíticos y cómo se representan”, dice Camila. De esta manera, a la artista le surgió la pregunta por las raíces y cómo estas se crean, generando un sentido de pertenencia a un sitio determinado, al margen del lugar de nacimiento. Así nació la exposición Paisajes rotos, que hasta el 12 de agosto se puede visitar en el MAC Quinta Normal y que exhibe raíces recolectadas, árboles secos, mapas, junto a otros objetos y audios. “La raíz recorre toda la exposición, como una pregunta sobre la sobrevivencia, pero también gráficamente, ya que su imagen remite a eso que nos divide y que nos deja relegados a un lado u otro de una frontera. Asimismo, me parece interesante pensar cómo las raíces se mueven y transitan al margen de los acuerdos oficiales”, comenta la artista visual.

Al recorrer la muestra, el espectador cruza las fronteras al desplazarse por las salas que exhiben árboles muertos que funcionan como una radiografía de lo que está bajo el suelo y de la imposibilidad de una vida sin raíz; un mapa de Chile realizado con hilos transparentes y que da cuenta de la presencia de los límites del país y sus instituciones; y una instalación virtual de los tripartitos de Sudamérica, que están en el aire y delimitan la tierra y la sala.

Martes a sábado de 11 a 17:30 hrs. Museo de Arte Contemporáneo, sede Quinta Normal. Matucana 464.

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