Agua, sombra y cuidado: guía para un verano responsable con mascotas




“Dos de cada cinco perros que llegan al veterinario lo hacen por un shock de calor”, cuenta Mónica Flores, más conocida como @moniveterinaria en redes sociales. Pero este no es el único riesgo para las mascotas durante el verano, agrega la veterinaria Claudia Hevia (@petmovil_vet_a_domicilio): parásitos, deshidratación y aceras calientes son algunos aspectos que hay que tomar en consideración.

Golpe de calor

Mónica Flores describe el golpe o shock de calor como un aumento de la temperatura a más de 41°C. Le puede ocurrir a cualquier perro, pero se da principalmente en aquellos braquicéfalos, es decir, de hocico chato como los Bulldog o Pomeranios, ya que “al tener el paladar muy atrás, respiran como si tuvieran un calcetín en la boca”.

Claudia Hevia, explica que, más allá de las temperaturas altas en sí, el problema son las consecuencias y malestares físicos que se producen como sensación de ahogo o deshidratación, lo que los hace alterarse provocando consecuencias como convulsiones, taquicardia, desesperación y finalmente la muerte.

Para evitar estos shocks, Flores recomienda sacarlos a pasear antes de las 9:00 y después de las 19:00 hrs. Durante el resto del día, sólo hacerlo en situaciones estrictamente necesarias y si se van a transportar en auto, ir siempre con aire acondicionado. Para caminar, lo mejor es llevarlos en brazos o ponerles zapatos en caso de que el perro sea muy grande.

“Hay diferentes productos en el mercado que ayudan a que los perros tengan una mejor calidad de vida en verano, como mantas y arnés refrigerantes que disminuyen la temperatura corporal. Los zapatos y coches que protegen las almohadillas de nuestras mascotas también son muy recomendables”, dice.

Hevia concuerda afirmando que la única manera de evitar el shock es la prevención, es decir, no sacarlos a las horas de más calor, refrescarlos durante el día, evitar que se agiten e impedir situaciones estresantes que los puedan alarmar. Lo mejor, según la experta, es mojarlos con toallas húmedas, ponerles una botella de agua congelada en su lugar de descanso y tenerles una piscina plástica o regadores.

“El golpe de calor es un cuadro muy fulminante y muy rápido. Se gatilla de manera veloz y a veces los perros no alcanzan siquiera a llegar a la clínica. Las consecuencias pueden ser fatales. Pueden quedar con problemas neurológicos, para caminar y con disfunciones que los lleven, incluso, a desconocer a su dueño. De los que se logran salvar, no todos quedan 100% bien”, advierte.

Otras consecuencias del calor

El pavimento y suelo caliente pueden causar diferentes quemaduras en las mascotas. “En sí les gusta tomar mucho sol, entonces se ponen en la cera caliente, incluso en los patios de sus casas, quemándose tanto el abdomen, como los genitales”, cuenta Monica.

Claudia explica que el asfalto y el pavimento absorben mucha energía en forma del calor emitido por el sol y esto puede resultar muy peligroso para los perros porque cuando hay un día de 30°C, el pavimento está a 50°C.

La exposición prolongada al sol puede ser perjudicial. Las quemaduras del sol llevan a lesiones que pueden producir cáncer igual que en los seres humanos. Por eso, es importante prevenir quemaduras con bloqueador. Mónica recomienda el de la marca Petit y explica que se tiene que administrar en todos los perros, ya sean blancos, negros o cafés. Administrar básicamente en la nariz (morro), orejas y también en el vientre y en las partes donde no hay pelo.

La deshidratación también es una consecuencia negativa del calor que puede afectarles. Si un perro está deshidratado se le notará decaído, con la mucosa opaca en vez de brillante, con mayor salivación, jadeos excesivos y ojos vidriosos. Las expertas recalcan la importancia de llevar siempre agua, por lo menos un litro y aire acondicionado sí o sí.

¿A qué más poner ojo?

El verano no solo viene con sol y calor, sino que también trae consigo una mayor presencia de insectos y parásitos. Se debe tener especial cuidado con las fumigaciones e insecticidas que se utilizan en el jardín y esperar tres días antes de que salgan al patio, según Flores. Además, agrega que en el verano son súper comunes las picaduras de insectos, incluso de arañas de rincón que producen la muerte en las mascotas. “Esta picadura provoca una úlcera negra necrotizante, una herida muy fea en el área. El perro comienza con sintomatología como decaimiento, fiebre y se genera una falla multisistémica”. Por último, comenta que los perros a veces se comen las abejas y tienen una reacción alérgica sumamente importante de tratar en urgencias.

“Hay que tener mucho cuidado con las alergias porque producen un cuadro anafiláctico, que es un problema en las vías aéreas tan fatal, que se inflaman provocando que los perros se pueden ahogar”, advierte Hevia.

Finalmente, ambas explican que se debe tener ojo al veneno de caracol y de ratón. El primero es sumamente tóxico y puede producir la muerte muy rápido; si no se actúa antes de una o dos horas, el perro puede morir. El veneno de caracol, en cambio, es más lento. Una vez producida la ingesta, recién a los tres días se generan los signos clínicos como orina y vómitos con sangre.

La época estival puede traer diferentes riesgos para las mascotas, por lo que es de suma importancia estar pendiente a cualquier cambio en su comportamiento. “Para mí, la recomendación principal es que siempre que se detecte un comportamiento anormal, que estén más agitados o nerviosos, lo lleven al veterinario. Ahí le van a tomar la frecuencia cardíaca, la temperatura, le van a medir la presión y uno se va tranquilo para la casa”, concluye Claudia Hevia.

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