Columna de Sofía Klapp: “Hacia un Venture Capital 2.0″

"Numerosos estudios han demostrado -también- que invertir en startups dirigidas por mujeres o con participación femenina en el C-Level conduce a resultados financieros superiores. Estas empresas son más eficientes en el uso del capital, generan un 12% más de ingresos acumulados y obtienen un 35% más de retorno de la inversión en comparación con las lideradas únicamente por hombres. Sin embargo, a pesar de estas evidencias, a las startups lideradas por mujeres les es mucho más difícil levantar capital, pues reciben menos del 3% de todas las inversiones."



A pesar de que estudios empíricos demuestran el impacto positivo de la diversidad en el desempeño del ecosistema de Venture Capital (“VC”), las mujeres, siguen estando subrepresentadas como fundadoras, managing partners y limited partners (LPs). Aunque se han realizado esfuerzos por promover la diversidad en este ámbito, aún queda una gran brecha que mitigar y que requiere de un enfoque integral y multinivel.

Revisemos algunas cifras relevantes. Actualmente, el 20% de las startups en el mundo tienen al menos una mujer como fundadora (versus un 17% en 2017), y sólo el 10% de los managing partners de los fondos de inversión son mujeres. Esto ha ido cambiando en las nuevas generaciones de VC, en donde ya el 25% cuenta con participación femenina en ese rol. A pesar de estos avances, persiste una brecha significativa, la cual no solo debe ser abordada desde una perspectiva ética y de igualdad, sino que también desde la óptica de su impacto en los beneficios empresariales.

Numerosos estudios han demostrado -también- que invertir en startups dirigidas por mujeres o con participación femenina en el C-Level conduce a resultados financieros superiores. Estas empresas son más eficientes en el uso del capital, generan un 12% más de ingresos acumulados y obtienen un 35% más de retorno de la inversión en comparación con las lideradas únicamente por hombres. Sin embargo, a pesar de estas evidencias, a las startups lideradas por mujeres les es mucho más difícil levantar capital, pues reciben menos del 3% de todas las inversiones.

Por otro lado, está demostrado que equipos de VC más diversos logran mejores resultados en términos de retorno para los inversionistas, obteniendo un Multiples On Invested Capital (MOIC) un 30% superior si cuentan con al menos una mujer. Además, son tres veces más propensos a invertir en startups con una CEO mujer y 2,6 veces más dispuestos a invertir en aquellas con equipos ejecutivos con una mujer; en contraste con aquellos equipos puramente conformados por hombres.

Para cerrar esta brecha, es necesario abordarla en varios niveles y no solo a través de iniciativas aisladas. Algunas acciones claves incluyen establecer metas claras de participación femenina en las startups que componen el portafolio de inversiones, aumentar el número de mujeres en la toma de decisiones de inversión dentro de un fondo y, aumentar el número de mujeres como LPs (inversionistas).

Es fundamental comprender que la diversidad implicará salir de la zona de confort y enfrentará resistencias, pero adoptar una actitud adecuada y comprender el propósito de este cambio fomentará la evolución hacia un Venture Capital 2.0. Implementar estas acciones promoverá la integración de más mujeres como fundadoras, inversionistas y agentes de cambio en el ecosistema de capital de riesgo. Esto se traducirá en más inversión en startups lideradas por mujeres y una mayor contratación de talento femenino, lo que impulsará un ecosistema de capital de riesgo más diverso, equitativo y, sobre todo, rentable.

* La autora es gerente de Transformación de Negocios en EY e integrante del comité de EY Seed.

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