Columna de Elisa Walker: No hay que cambiar todo



La discusión sobre una nueva Constitución sigue en desarrollo. No cabe duda de que el nuevo proceso debe incluir elementos diferenciadores del anterior, ya que el resultado del plebiscito de salida no fue favorable. En este contexto, se aplica con total propiedad aquella famosa frase: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Esto no quiere decir, eso si, que haya que cambiar absolutamente todos los elementos del primer proceso para tener uno exitoso.

Durante estos días se está discutiendo en el Congreso Nacional las características del órgano encargado de redactar la nueva Constitución, y algunos quieren incluir designación directa de expertos o parlamentarios en ejercicio, junto con limitar la paridad solo a las candidaturas. No comparto estas propuestas.

El ser experta o experto en Derecho Constitucional no asegura tener un sano sentido político sobre las necesidades de las personas y la oportunidad para abordarlas en una nueva Constitución. Esta propuesta puede agudizar uno de los problemas más serios que tuvo el texto de nueva Carta: distancia entre las necesidades de las personas y algunos temas que se promovieron. Sin embargo, por supuesto, eso no impide que puedan ir expertos como candidatos, pero ahí tendrán que mostrar su conexión política con el proceso para ser elegidos.

En relación a la incorporación directa de parlamentarios, está el argumento electoral del 82% que ya eligió la idea de que la convención sea 100% electa. Es importante que este proceso respete las mayorías ya manifestadas y no poner en entredicho todo el proceso. Pero también hay otros argumentos para descartar esta propuesta. El proceso constituyente no puede paralizar la actividad legislativa y, en parte, vimos cómo se generó eso en el proceso anterior.

En una forma acertada, el gobierno ha transmitido la necesidad de dedicarse a gobernar el país y dejar que el proceso constituyente siga su propio camino. Tenemos desafíos legislativos de la máxima importancia, siendo la reforma de pensiones una urgencia social. No nos arriesguemos a paralizar la actividad en el Congreso.

Asimismo, la paridad en la conformación de las listas y en la integración de los resultados fue una tremenda contribución al proceso constituyente, ya que permitió incluir en el debate temas que históricamente han sido silenciados, como la violencia contra las mujeres y el cuidado. Asimismo, una presencia significativa de mujeres en espacios de toma de decisión es promovida por los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, como un factor para consolidar un desarrollo sostenible de la sociedad.

En definitiva, es importante cambiar ciertos elementos del proceso de nueva Constitución, pero no todos. A pesar de que puede haber muchos mecanismos de integración de un nuevo texto, sigue habiendo muy buenos argumentos para que la nueva convención sea 100% electa y paritaria.

Por Elisa Walker, abogada

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