"Zar" de las micros amarillas busca entrar al nuevo Transantiago

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Demetrio Marinakis, antiguo empresario del transporte, compró las bases de licitación para volver al negocio.




Fue uno de los organizadores del histórico bloqueo de las micros amarillas que cercaron Santiago en agosto de 2002, en protesta por la política de renovación del sistema que anunció el ex Presidente Ricardo Lagos, plan que luego sería bautizado como Transantiago. Pero hoy Demetrio Marinakis, accionista de la empresa Ovalle Negrete S.A., anuncia que tiene la intención de postular a la licitación del sistema que abrió el Ministerio de Transportes en octubre recién pasado.

Competiría con decenas de firmas que ya han adquirido las bases para estudiarlas y posteriormente presentar ofertas para adjudicarse una de las seis unidades de negocios.

"Tenemos 90 años de experiencia en el transporte colectivo", dice Demetrio Marinakis, ex presidente de la Asociación de Transportes Metropolitana.

Tras invocarse la Ley de Seguridad del Estado debido al bloqueo, el ex dirigente tuvo una pena remitida de tres años por liderar la acción junto a otro de los más antiguos empresarios, Manuel Navarrete.

Marinakis sostiene que el negocio del transporte en la capital hoy es "muy atractivo, porque el Estado entrega recursos, lo que antes no ocurría".

Destaca que uno de los puntos más interesantes que tiene el sistema que hoy rige en Santiago es la implementación de la tarjeta bip! "Los conductores ya no manejan plata en las peceras. Esta idea también favorece a los pasajeros, porque, además, pueden utilizar el Metro por el mismo precio", dice.

El ex dirigente añade que posee fortalezas frente a otras compañías, como la buena relación que tiene con los gremios de los choferes.

Su hijo, Cristián Marinakis, agrega que el transporte es un mercado rentable, aunque los indicadores oficiales dicen que la evasión del pago del pasaje es cercana a un 30% en los buses. "Ese fenómeno no afecta a los empresarios, sino que al Estado. Cuando sube la evasión, el Estado hace un ajuste y compensa a las empresas por la pérdida de pasajeros", afirma.

El empresario agrega que una ventaja que tiene Ova-lle Negrete respecto de firmas internacionales que postularán a ganarse un contrato es que "los chilenos reinvertirán en el país y en sus trabajadores". Sostiene, al igual que su padre, que reforzarán el área laboral, dando mayores garantías a los conductores. "Vamos a proponer mejores sueldos para ellos y creemos que se interesarán por estar con nosotros", dice.

Además, Cristián Marinakis cree que la entrega de incentivos a los operadores genera un círculo virtuoso, pues se cumplen los indicadores de frecuencia y regularidad exigidos para los servicios. Así, sostiene que una idea que se evalúa es establecer un esquema de bonos para el cumplimiento de metas.

Otro de los inversionistas que participarán con los Marinakis es Miguel Nazur, presidente del Club Santiago Morning, quien controla el 60% de la firma.

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