El Wilstermann le da clases a Chile

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Además de Perú y Venezuela, sólo el torneo nacional no inscribió a ningún representante en octavos de las citas internacionales del año. Bolivia y Ecuador firman gestas.




Palestino completó el bochorno absoluto. En competencias internacionales, los chilenos no estuvieron a la altura. El 10-2 global con que los tricolores fueron eliminados por Flamengo, en la segunda fase de la Copa Sudamericana, es ideal para graficar y resumir el paupérrimo rendimiento de las escuadras locales en los dos torneos continentales organizados por la Conmebol.

De hecho, Chile, junto a Perú y Venezuela, es el único país de la región que no inscribió ni siquiera a uno de sus representantes en los octavos de final de uno de los dos campeonatos disputados a nivel continental. Indecoroso, por decir lo menos. Sonrojante.

Así, Católica, Colo Colo, Unión Española, Iquique, O'Higgins, Palestino, Everton y la U, quienes representaron internacionalmente los intereses y el prestigio del fútbol chileno, fueron incapaces de hacerlo de buena manera y, por el contrario, sólo reafirmaron las dudas respecto del verdadero nivel del balompié local, e instalaron la idea de que la Selección, que domina y compite mano a mano con todos a nivel mundial, no es más que un espejismo de la realidad del fútbol patrio.

Sudamérica sigue dominado por los mismos de siempre, pero los equipos que de repente se cuelan no llevan la bandera tricolor. Brasil, por ejemplo, inscribió en la ronda de 16 mejores a 12 de sus 14 equipos en competencia, considerando los dos campeonatos. Lo propio hizo Argentina, que logró avanzar a los cruces de eliminación directa con ocho de sus 12 representantes.

La mayoría respondió a las expectativas. Paraguay, por ejemplo, que metió al cincuenta por ciento de los suyos en los octavos de final: uno en Libertadores y tres en Sudamericana. O Ecuador, que hizo lo propio con tres de sus ocho representantes.

Pero también hubo sorpresas que avergüenzan más a Chile. Uno de ellos es Bolivia. Los altiplánicos inscribieron a dos equipos en octavos de la Libertadores y uno de ellos, el Jorge Wilstermann de Olivares (ver entrevista), ya está en cuartos tras dar cuenta, en Brasil, del Atlético Mineiro.

No hay excusas para Chile. Considerando el presupuesto, la inversión, infraestructura, planteles, refuerzos... No hay puntos que pongan a los equipos chilenos en una posición de desventaja respecto de sus competidores. Todo es cuestión de nivel. O de planificación. O de competitividad. Unión hizo el ridículo y cayó 6-1 con los bolivianos de The Strongest en la previa de la Libertadores. Iquique quedó fuera de los octavos pese a sumar 10 puntos (pero en la Sudamericana se fue altiro a casa). Colo Colo cayó apenas con Botafogo, pero no entró ni a los grupos. A la UC, no obstante, la competencia le quedó grande y fue última del grupo 4.

En Sudamericana el panorama es símil. Everton cayó en penales ante el modesto Patriotas colombiano. La U no pudo ni competir contra Corinthians (1-4) y O'Higgins sucumbió dando batalla ante el Fuerza Amarilla de Ecuador.

Chile no compite internacionalmente. No hay éxitos ni alegrías desde hace largo rato. La de la U semifinalista de la Libertadores 2012 surge como la última actuación decente de un chileno.

Se mira de lejos y anoche se despidió Esteban Pavez (Atlético Paranaense). Olivares (Wilstermann), Leo Valencia (Botafogo), Paulo Díaz (San Lorenzo), además de Eugenio Mena (Sport Recife) en Sudamericana, son los últimos baluartes chilenos sobrevivientes en materia internacional, donde la deuda crece año tras año.

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