Vicepresidente de BancoEstado por educación financiera: "Me preocupan más las conductas financieras"

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Enrique Marshall sostiene que "el sentido de la educación financiera es contribuir a que las personas tomen buenas decisiones".




Al ex consejero del Banco Central y hoy vicepresidente de BancoEstado, Enrique Marshall, no le sorprenden los resultados en el contexto de un país que muestra desempeños similares en otros ámbitos. Marshall tiene un especial interés profesional por este tema. Sin embargo, sostiene que los resultados respecto de los niveles de educación en este ámbito no constituyen su principal preocupación, sino más bien las conductas y prácticas financieras, como por ejemplo, el bajo nivel de ahorro de la mayoría de los chilenos, en comparación con países más avanzados.

Por ello, plantea que este debe ser el foco principal de la modelación de los programas que se generen en este ámbito, clave para el buen funcionamiento del sistema financiero en su conjunto.

¿Cómo lee este resultado bajo en materia de educación financiera para Chile?

No me sorprende, porque todos los estudios que conocemos muestran que los jóvenes y la población, en general, de nuestro país tienen niveles relativamente bajos de instrucción financiera, especialmente comparados con los de los países desarrollados.

¿Qué importancia le da a este resultado para el funcionamiento del sector financiero?

Bueno, el sentido de la educación financiera es precisamente contribuir a que las personas tomen buenas decisiones financieras. Ello implica, entre otras cosas, reducir la probabilidad de incurrir en errores y fracasos. Por esa vía, la educación financiera, junto a otros factores, favorece el buen funcionamiento del sistema financiero.

¿A qué atribuye el bajo rendimiento de Chile en este ámbito?

Los rendimientos en estas pruebas no son muy distintos a los se que observan en otros campos del conocimiento.

En todo caso, lo que me preocupa más son las conductas y prácticas financieras, donde los indicadores de Chile tampoco son muy alentadores. En nuestro país, por ejemplo, la práctica del ahorro es bastante más baja que en los países avanzados. Ello sí debería ser materia de preocupación.

A la luz de estos resultados, ¿son los programas de política pública de educación financiera realmente eficientes?

El tema de la eficiencia es clave. Recientemente, BancoEstado, la Abif y la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile hemos firmado un convenio para realizar un estudio para medir los efectos de la educación financiera. Ello aportará evidencia para diseñar bien nuestros programas.

¿Cómo podrían mejorarse?

Todos, autoridades e intermediarios, estamos realizando acciones educativas en varios frentes. Debemos perseverar en ello.

Mi recomendación es que las políticas y los programas pongan un especial énfasis en modelar buenas conductas y prácticas financieras. Esa es la orientación que se le debe dar a la educación financiera.

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