Una noche en busca de los Rolling Stones

La presencia de la banda en Chile ha hecho que fans y periodistas se unan en la persecución para lograr fotos, firmas o un vistazo a los rockeros antes de su show.




Eran las 8.00 de la noche y no había señas de que los Rolling Stones saldrían del hotel San Cristóbal Tower. Con mucha expectación y con la esperanza de que, como las noches anteriores, decidieran ir a comer fuera, los fans no se movían de su lugar; tenían que saludar por lo menos a uno de los integrantes del legendario grupo.

Los medios de comunicación cumplían una jornada larga sin ver rastro alguno, cuando cerca de las 9.30 de la noche, un Chrysler plateado, el que días antes había transportado a Ron Wood, entró al recinto. La gente retomó sus fuerzas que comenzaban a acabarse luego de tanta espera. Un lienzo con la bandera de Chile y las caras pintadas de los 4 integrantes del grupo de rock estaba abierto de par en par a la salida de los estacionamientos.

Llegaron dos guardias a despejar el camino; Los Rolling Stones estaban por salir y la única pista era el auto de Ronnie. Quien escribe y el fotógrafo, craneamos qué hacer para conseguir la foto.

Comenzó la persecución.

Cerca de las 10.00 de la noche se abrieron las barreras del estacionamiento y a toda velocidad salió un Chrysler plateado con vidrios polarizados. El fotógrafo lo enfrentó con flashes. A los pocos segundos, intentando salir, llegó una gran van de color negro, al estilo FBI en las películas de Hollywood, que escoltaría al primer auto: Era Ronnie Woods.

Pero duró poco; después de un momento se le perdió el rastro. Los medios, por suerte, no éramos los únicos persiguiendo cada paso de los Stones: en una luz roja, un auto manejado por uno de los fans, nos dice que Woods se dirigía a un restorán de Av. Nueva Costanera.

Luego de un par de minutos ya estábamos ahí, pero no había ningún rastro de Ronnie Wood. De pronto vemos doblar a un Chrysler plateado que se dirigía al Restorán DaCarla. Nos bajamos corriendo y el fotógrafo en un intento de obtener la única foto de la noche es capturado por los guardias quienes con gritos y agarrones lo detienen.

Yo, mientras, entré al restaurante como una comensal más. Detrás mío se encontraba el staff de seguridad, quienes bloquearon la entrada del lugar. En el hall, a menos de un metro de distancia, él: Mick Jagger. Ronnie Wood lo esperaba sentado en una mesa de seis puestos, los que fueron ocupados luego por otros integrantes, no así por Keith Richards ni Charlie Watts quienes se quedaron en el hotel. Los guardias se ubicaban en una mesa aledaña siempre muy atentos a quienes intentaban acercarse a las estrellas de rock. Fue todo un plan de seguridad: Jagger y Woods habían llegado en autos separados para tener una comida tranquila la noche antes de su show.

Los guardias no permitían acercarse. Para no arriesgar ser desalojada, subí al baño, donde me escondí un buen rato. Entró un grupo de mujeres comentando la presencia de los Rolling Stones en el lugar. Les pedí ayuda: ¿podía yo sumarme a su mesa, para pasar la noche vigilando a la banda? Me acogieron en su mesa donde celebraban una reunión de colegio junto a los padres de una de ellas. Todos se unieron a las expectativas de poder saludar y obtener una foto de uno de los integrantes.

De pronto, vemos que una comensal se acerca al grupo de seguridad y, con un libro de Los Rolling Stones en sus manos, suplica un autógrafo. Los guardias no reaccionan bien y tras una serie de gritos y movimientos, se detienen al seco. Mick Jagger se acerca saludar a su fan, le firma su libro y vuelve calmadamente a su mesa.

Ya eran cerca de las 11.00 de las noche y Jagger terminaba sus Fettuccine San Michele junto a su cerveza, mientras que Wood degustaba un plato de albacora a la Panzanella junto a una bebida energética. Como toque de la noche, uno de los mozos dio a conocer sus atributos como tenor y les dedicó una canción lírica. Minutos después Ronnie Wood intentó imitarlo mostrando su voz unos segundos.

Una hora después, y tras terminar su postre, llegó lo esperado. Solo quedaban tres grupos en vigilia: Yo, junto a mis nuevas amigas, un trío de fans y el dueño del restorán junto a su familia. Los integrantes de los Stones dieron por finalizada su noche, se levantaron de la mesa y uno de los guardias permitió que nos acercáramos. Mick Jagger – quien rehusó posar para fotos- y Ron Wood firman vinilos y discos de los fans y se subieron al auto; la última salida antes del gran show.

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